Beginning
Reprensión de la idolatría de Israel
8 Pon trompeta a tu boca. Como un águila vigila sobre la casa de Jehová, porque quebrantaron mi pacto, y se rebelaron contra mi ley.
2 Me gritan: Dios mío, los de Israel te hemos conocido.
3 Pero Israel desechó el bien; el enemigo lo perseguirá.
4 Ellos establecieron reyes, pero no escogidos por mí; constituyeron príncipes, mas yo no lo supe; de su plata y de su oro hicieron ídolos para sí, para ser ellos mismos destruidos.
5 Yo rechazo tu becerro, oh Samaria; se encendió mi enojo contra ellos; ¿hasta cuándo estarán sin purificarse?
6 Porque de Israel es también éste, y un artífice lo hizo; no es Dios; por lo que será deshecho en pedazos el becerro de Samaria.
7 Porque sembraron viento, y segarán torbellino; no tendrán mies, ni su espiga hará harina; y si la llega a hacer, se la comerán extranjeros.
8 Devorado será Israel; pronto será entre las naciones como vasija de desecho.
9 Porque ellos acudieron a Asiria; el asno montés prefiere estar solo; pero Efraín alquiló amantes por salario.
10 Aunque los alquilen entre las naciones, ahora los juntaré, y serán afligidos un poco de tiempo bajo el peso del rey de los príncipes.
11 Porque Efraín multiplicó altares para pecar, altares que sólo le han servido para pecar.
12 Aunque yo haya escrito para él mis leyes a millares, se las tiene como cosa de un extraño.
13 Les gustan los sacrificios, ¡que los ofrezcan!; sacrifican carne, ¡que la coman!; no los acepta Jehová; ahora se acordará de su iniquidad, y castigará su pecado; ellos volverán a Egipto.
14 Pues Israel olvidó a su Hacedor, y edificó templos; y Judá multiplicó ciudades fortificadas; mas yo prenderé fuego a sus ciudades, el cual consumirá sus palacios.
Castigo de la infidelidad de Israel
9 No te alegres, oh Israel, no te regocijes como los demás pueblos, pues has fornicado apartándote de tu Dios; amaste salario de ramera en todas las eras de trigo.
2 La era y el lagar no los mantendrán, y les fallará el mosto.
3 No quedarán en la tierra de Jehová, sino que volverá Efraín a Egipto y a Asiria, donde comerán viandas inmundas.
4 No harán libaciones a Jehová, ni le presentarán sus sacrificios; como pan de enlutados será su alimento; todos los que coman de él serán inmundos; pues su pan será sólo para ellos; ese pan no entrará en la casa de Jehová.
5 ¿Qué haréis en el día de la solemnidad, y en el día de la fiesta de Jehová?
6 Porque he aquí que se fueron ellos a causa de la destrucción. Egipto los recogerá, Menfis los enterrará. La ortiga heredará sus tesoros de plata, y en sus moradas crecerán los espinos.
7 Vinieron los días del castigo, vinieron los días de la retribución; Israel sabe que es necio el profeta, e insensato el varón de espíritu, a causa de la multitud de tu maldad, y de la grandeza de tu hostilidad.
8 El centinela de Efraín con su Dios, el profeta, halla en todos sus caminos el lazo del cazador; hostilidad en la casa de su Dios.
9 Llegaron hasta lo más bajo en su corrupción, como en los días de Guibeá; ahora se acordará de su iniquidad, castigará su pecado.
10 Como uvas en el desierto hallé a Israel; como la fruta temprana de la higuera en su principio vi a vuestros padres. Pero al llegar a Baal-peor, se dieron a la infamia, y se hicieron abominables como aquello que amaron.
11 La gloria de Efraín volará cual ave, de modo que no habrá nacimientos, ni embarazos, ni concepciones.
12 Y si llegan a hacerse grandes sus hijos, los quitaré de entre los hombres, porque ¡ay de ellos también, cuando de ellos me aparte!
13 Efraín, según veo, es semejante a Tiro, situado en lugar delicioso; pero Efraín sacará sus hijos a la matanza.
14 Dales, oh Jehová, lo que les has de dar; dales matriz que aborte, y pechos enjutos.
15 Toda la maldad de ellos apareció en Gilgal; allí, pues, les tomé aversión; por la perversidad de sus obras los echaré de mi casa; no los amaré más; todos sus príncipes son desleales.
16 Efraín fue herido, su raíz está seca, no dará más fruto; aunque engendren, yo mataré el fruto deseado de su vientre.
17 Mi Dios los desechará, porque ellos no le escucharon; y andarán errantes entre las naciones.
10 Israel es una frondosa viña, que da abundante fruto para sí mismo; conforme a la abundancia de su fruto, multiplicó también los altares; conforme a la bondad de su tierra, más hermosas hacía las estelas.
2 Su corazón está dividido; mas ahora lo van a pagar; Jehová demolerá sus altares, destruirá sus ídolos.
3 Seguramente dirán ahora: No tenemos rey porque no temimos a Jehová; ¿y qué podría hacer ahora el rey por nosotros?
4 Han hablado meras palabras, jurando en vano al hacer pacto; por tanto, el castigo florecerá como ajenjo en los surcos del campo.
5 Por las becerras de Bet-aven serán atemorizados los moradores de Samaria; porque su pueblo hará duelo por el becerro, y sus sacerdotes que en él se regocijaban por su gloria, porque ha desaparecido.
6 También él será llevado a Asiria como presente al rey vengador; Efraín será avergonzado, e Israel se cubrirá de confusión a causa de su designio.
7 Fue cortada Samaria; su rey es como espuma sobre la superficie de las aguas.
8 Y serán destruidos los lugares altos de Aven, el pecado de Israel; espinos y cardos crecerán sobre sus altares. Entonces dirán a los montes: Cubridnos; y a los collados: Caed sobre nosotros.
9 Desde los días de Guibeá has pecado, oh Israel; allí tomaron posiciones; ¿no los alcanzará la batalla en Guibeá a estos hijos de iniquidad?
10 Yo voy a castigarlos, y los pueblos se reunirán contra ellos cuando yo los ate por su doble crimen.
11 Efraín es novilla domada, que le gusta trillar, mas yo pasaré el yugo sobre su lozana cerviz; unciré al carro a Efraín; arará Judá, quebrará sus terrones Jacob.
12 Sembrad para vosotros en justicia, segad para vosotros en misericordia; roturad el barbecho, porque es el tiempo de buscar a Jehová, hasta que venga y os enseñe justicia.
13 Habéis arado impiedad, y segasteis iniquidad y habéis comido fruto de mentira. Porque confiaste en tu camino y en la multitud de tus valientes;
14 por eso, en tus pueblos se levantará alboroto, y todas tus fortalezas serán destruidas, como destruyó Salmán a Bet-arbel en el día de la batalla, cuando la madre fue aplastada con los hijos.
15 Así haré a vosotros, casa de Dios, por causa de vuestra gran maldad; al rayar el alba, será del todo cortado el rey de Israel.
Dios se compadece de su pueblo obstinado
11 Cuando Israel era un niño, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo.
2 Cuanto más los llamaba yo, tanto más se alejaban de mí; sacrificaban a los baales, y a los ídolos ofrecían sahumerios.
3 Yo con todo eso enseñaba a andar al mismo Efraín, tomándole en brazos; y no conoció que yo le cuidaba.
4 Con cuerdas humanas los atraje, con cuerdas de amor; y fui para ellos como los que quitan el yugo de sobre su cerviz, y puse delante de ellos la comida.
5 No volverá a tierra de Egipto, sino que el asirio mismo será su rey, porque no se quisieron convertir.
6 Caerá la espada sobre sus ciudades, y consumirá las barras de sus puertas; y ellos comerán del fruto de sus propios designios.
7 Entretanto, mi pueblo está obstinado en apartarse de mí, y aunque les exhortan a subir, nadie quiere levantarse.
8 ¿Cómo podré abandonarte, oh Efraín? ¿Cómo podré entregarte, oh Israel? ¿Cómo podré yo hacerte como Admá, o ponerte como a Zeboím? Mi corazón se revuelve dentro de mí, se inflama toda mi compasión.
9 No ejecutaré el ardor de mi ira, ni volveré para destruir a Efraín; porque Dios soy, y no hombre, el Santo en medio de ti; y no vendré con ira.
10 En pos de Jehová caminarán; él rugirá como un león; rugirá, y los hijos vendrán temblando desde el occidente.
11 Como un pájaro acudirán velozmente de Egipto, y de la tierra de Asiria como una paloma; y los haré habitar en sus casas, dice Jehová.
12 Me rodeó Efraín de mentira, y la casa de Israel de engaño. Judá aún es inconstante con su Dios, y con el Santo, que es fiel.
Efraín, reprendido por su falsedad y opresión
12 Efraín se apacienta de viento, y sigue al solano; todo el día multiplica mentiras y destrucción; porque hacen un pacto con los asirios, y el aceite se lleva a Egipto.
2 También tiene Jehová pleito con Judá, y castigará a Jacob conforme a sus caminos; le pagará conforme a sus obras.
3 En el seno materno tomó por el calcañar a su hermano, y con su fuerza luchó con un ser divino.
4 Luchó con el ángel, y prevaleció; lloró, y le rogó; en Betel le halló, y allí habló con nosotros.
5 Mas Jehová es Dios de los ejércitos; Jehová es su nombre.
6 Tú, pues, vuélvete a tu Dios; guarda misericordia y juicio, y espera siempre en tu Dios.
7 En cuanto al mercader, tiene en su mano una balanza falsa; le gusta oprimir.
8 Efraín dijo: Ciertamente me he enriquecido, he hallado riquezas para mí; nadie hallará en mí iniquidad que sea pecado, en todos mis trabajos.
9 Pero yo soy Jehová tu Dios desde la tierra de Egipto; aún te haré morar en tiendas, como en los días de la fiesta.
10 Y he hablado a los profetas, y multipliqué las visiones, y por medio de los profetas usé parábolas.
11 En Galaad todo es iniquidad y mentira; en Gilgal sacrifican a toros, y sus altares serán como montones en los surcos del campo.
12 Y Jacob huyó a tierra de Aram; Israel sirvió para adquirir mujer, y por adquirir mujer fue pastor.
13 Y por medio de un profeta, Jehová hizo subir a Israel de Egipto, y por medio de un profeta fue guardado.
14 Efraín ha provocado muy amargamente; por tanto, hará recaer sobre él su sangre, y su Señor le devolverá su ultraje.
Destrucción total de Efraín predicha
13 Cuando Efraín hablaba, cundía el terror; se encumbró en Israel; mas cuando se hizo culpable por Baal, murió.
2 Y ahora añadieron más pecados, y de su plata se han hecho según su entendimiento imágenes de fundición, ídolos, todo ello obra de artífices, de los cuales dicen: Los que sacrifican hombres, besan a los becerros.
3 Por tanto, serán como la niebla de la mañana, y como el rocío de la madrugada que se pasa; como el tamo que el viento se lleva de la era, y como el humo que sale por la ventana.
4 Mas yo soy Jehová tu Dios desde la tierra de Egipto; y no conoces otro dios fuera de mí, y fuera de mí no hay salvador.
5 Yo te conocí en el desierto, en tierra de gran sequedad.
6 Cuando eran apacentados se saciaron; se saciaron y se ensoberbeció su corazón; por esta causa se olvidaron de mí.
7 Por tanto, yo seré para ellos como un león; como un leopardo los acecharé en el camino.
8 Como osa que ha perdido los hijos los encontraré, y desgarraré las fibras de su corazón, y allí los devoraré como una leona; la fiera del campo los despedazará.
9 Tu destrucción, oh Israel, es obra de tu rebelión contra mí, que soy tu ayuda.
10 ¿Dónde está ahora tu rey, para que te guarde en todas tus ciudades; y tus jueces, de los cuales dijiste: Dame rey y príncipes?
11 Te di rey en mi furor, y te lo quité en mi ira.
12 Cerrada en saco está la maldad de Efraín; su pecado está guardado en lugar seguro.
13 Dolores de mujer que da a luz le sobrevendrán; es un hijo insensato, porque ya es tiempo en que no debiera detenerse al punto mismo de nacer.
14 Los redimiré de la mano del Seol; los libraré de la muerte. ¿Dónde, oh muerte, tus plagas? ¿Dónde, oh Seol, tu destrucción? ¡Que el arrepentimiento se oculte de mis ojos!
15 Pues aunque él fructifique entre las cañas, vendrá el solano, el viento de Jehová que se levantará desde el desierto; y se secará su manantial, y se agotará su fuente; él saqueará el tesoro de todos sus preciosos utensilios.
16 Samaria llevará su culpa, porque se rebeló contra su Dios; caerán a espada; sus niños serán estrellados, y sus mujeres encintas serán reventadas.
Ruego a Israel para que sirva a Jehová
14 Vuelve, oh Israel, a Jehová tu Dios; porque es tu pecado el que te ha hecho tropezar.
2 Llevad con vosotros palabras de súplica, y volved a Jehová, y decidle: Quita toda iniquidad, y acepta lo que es bueno, y te ofreceremos en vez de terneros la ofrenda de nuestros labios.
3 No nos salvará el asirio; no montaremos en caballos, ni nunca más diremos a la obra de nuestras manos: Dioses nuestros; porque en ti halla compasión el huérfano.
4 Yo sanaré su apostasía, los amaré de buen grado; porque mi ira se apartó de ellos.
5 Yo seré a Israel como rocío; él florecerá como lirio, y extenderá sus raíces como el Líbano.
6 Se extenderán sus ramas, y será su belleza como la del olivo, y su fragancia como el Líbano.
7 Los que habitan a su sombra, volverán a hacer crecer el trigo, y florecerán como la vid; su aroma será como de vino del Líbano.
8 Efraín dirá: ¿Qué más tendré ya que ver con los ídolos? Yo le atenderé, y miraré por él; yo soy como un ciprés frondoso; de mí será hallado tu fruto.
9 El que sea sabio, comprenda estas cosas, el que es prudente las entienda. Porque los caminos de Jehová son rectos, y los justos andarán por ellos; mas los transgresores tropezarán en ellos.
Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.