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Reina Valera Revisada (RVR1977)
Version
Jeremías 30-31

Dios promete que los deportados volverán

30 La palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo:

Así habla Jehová, Dios de Israel, diciendo: Escríbete en un libro todas las palabras que te he hablado.

Porque he aquí que vienen días, dice Jehová, en que haré volver a los cautivos de mi pueblo Israel y Judá, dice Jehová, y los haré retornar a la tierra que di a sus padres, y la disfrutarán.

Y estas son las palabras que habló Jehová acerca de Israel y de Judá.

Porque así dice Jehová: Hemos oído voz de temblor; de espanto, y no de paz.

Inquirid ahora, y mirad si el varón da a luz; porque he visto que todo hombre tenía las manos sobre sus lomos, como mujer que está de parto, y se han vuelto pálidos todos los rostros.

¡Ah, cuán grande es aquel día!, tanto, que no hay otro semejante a él; tiempo de angustia para Jacob; pero de ella será salvado.

En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, yo quebraré su yugo de tu cuello, y romperé tus coyundas, y extranjeros no lo volverán más a poner en servidumbre,

sino que servirán a Jehová su Dios y a David su rey, a quien yo les levantaré.

10 Por tanto, tú, siervo mío Jacob, no temas, dice Jehová, ni desmayes, Israel; porque he aquí que yo soy el que acudo a salvarte desde lejos a ti y a tu descendencia de la tierra de su cautividad; y Jacob volverá, descansará y vivirá tranquilo, y no habrá quien le espante.

11 Porque yo estoy contigo para salvarte, dice Jehová, y destruiré a todas las naciones entre las cuales te esparcí; pero a ti no te destruiré del todo, sino que te castigaré con medida; ya que no te dejaré sin castigo.

12 Porque así dice Jehová: Incurable es tu quebrantamiento, y grave tu herida.

13 No hay quien juzgue tu causa para que seas vendada; no hay para ti medicamentos eficaces.

14 Todos tus amantes te olvidaron; no te buscan; porque como hiere un enemigo te herí, con azote de adversario cruel, a causa de la magnitud de tu maldad, porque tus pecados se habían aumentado.

15 ¿Por qué gritas a causa de tu quebrantamiento? Incurable es tu dolor, porque por la grandeza de tu iniquidad y por tus muchos pecados te he hecho esto.

16 Por eso, serán consumidos todos los que te consumen; y todos tus adversarios, todos irán en cautiverio; los que te despojan, serán despojo; y a todos los que hicieron presa de ti, daré en presa.

17 Pues yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus heridas, dice Jehová; porque te llamaron desechada, diciendo: Ésta es Sión, de la que nadie se cuida.

18 Así dice Jehová: He aquí, yo hago volver los cautivos de las tiendas de Jacob, y de sus tiendas tendré compasión, y la ciudad será edificada sobre su antigua colina, y el palacio será restablecido tal como era.

19 Y saldrá de ellos acción de gracias, y voz de gente que está en regocijo, y los multiplicaré, y no serán disminuidos; los multiplicaré, y no serán menoscabados.

20 También sus hijos serán como antes, y su congregación será delante de mí establecida; y castigaré a todos sus opresores.

21 Su príncipe será uno de ellos, y de en medio de ella saldrá su jefe; y le haré llegar cerca, y él se acercará a mí; porque ¿quién es aquel que se atreve a acercarse a mí?, dice Jehová.

22 Y me seréis por pueblo, y yo seré vuestro Dios.

23 He aquí, la tempestad de Jehová sale con furor; la tempestad que barre como un torbellino; remolineará sobre la cabeza de los malvados.

24 No se calmará el ardor de la ira de Jehová, hasta que haya hecho y cumplido los designios de su corazón; en el fin de los días os percataréis de esto.

Retorno de Israel a su tierra

31 En aquel tiempo, dice Jehová, yo seré por Dios a todas las familias de Israel, y ellas me serán a mí por pueblo.

Así dice Jehová: El pueblo que escapó de la espada halló gracia en el desierto; sí, Israel cuando voy a hacerle descansar.

Jehová se manifestó a mí desde lejos, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te he atraído a mí con mi gracia.

De nuevo te edificaré, y serás edificada, oh virgen de Israel; todavía serás adornada con tus panderos, y saldrás a danzar con gente festiva.

Aún plantarás viñas en los montes de Samaria; plantarán los que planten, y disfrutarán de ellas.

Porque habrá día en que clamarán los guardas en el monte de Efraín: Levantaos, y subamos a Sión, a Jehová nuestro Dios.

Porque así dice Jehová: Cantad por Jacob con alegría, y dad voces de júbilo a la cabeza de las naciones; anunciad, alabad, y decid: Oh Jehová, salva a tu pueblo, el remanente de Israel.

He aquí que yo los haré volver de la tierra del norte, y los reuniré de los últimos confines de la tierra, y entre ellos a ciegos y cojos, a la mujer que está encinta y a la que dio a luz juntamente; en gran compañía volverán acá.

Vendrán con llanto, y los guiaré con plegarias, y los haré andar junto a arroyos de aguas, por camino derecho en el cual no tropezarán; porque soy a Israel por padre, y Efraín es mi primogénito.

10 Oíd la palabra de Jehová, oh naciones, y hacedlo saber en las islas que están lejos, y decid: El que esparció a Israel lo reúne y lo guarda, como un pastor a su rebaño.

11 Porque Jehová ha rescatado a Jacob, lo redimió de mano del que es más fuerte que él.

12 Vendrán y darán gritos de gozo en lo alto de Sión, y correrán al bien de Jehová, al pan, al vino, al aceite, y al ganado de las ovejas y de las vacas; y su alma será como un huerto de riego, y nunca más tendrán dolor.

13 Entonces la virgen se alegrará en la danza, los jóvenes y los viejos juntamente; pues cambiaré su llanto en gozo, y los consolaré, y los alegraré de su dolor.

14 Y satisfaré el alma del sacerdote con abundancia, y mi pueblo será saciado de mi bien, dice Jehová.

15 Así dice Jehová: Se oye una voz en Ramá, lamento y llanto amargo; Raquel que llora por sus hijos, y rehúsa ser consolada por sus hijos, porque perecieron.

16 Así dice Jehová: Reprime del llanto tu voz, y de las lágrimas tus ojos; porque hay salario para tu trabajo, dice Jehová, y volverán de la tierra del enemigo.

17 Esperanza hay también para tu porvenir, dice Jehová, y los hijos volverán a su propia tierra.

18 Bien he oído a Efraín que se lamentaba: Me corregiste, y fui castigado como novillo indómito; conviérteme, y seré convertido, porque tú eres Jehová mi Dios.

19 Porque después que me aparté tuve arrepentimiento, y después que fui instruido, me castigué a mí mismo; me avergoncé y me confundí, porque llevé la afrenta de mi juventud.

20 ¿Es Efraín el hijo predilecto para mí?, ¿es el niño mimado?; pues siempre que hablo de él, todavía me viene con fuerza a la memoria. Por eso mis entrañas suspiran por él; ciertamente tendré de él compasión, dice Jehová.

21 Establécete señales, ponte majanos altos, nota atentamente la calzada; vuélvete por el camino por donde te fuiste, virgen de Israel, vuelve a estas tus ciudades.

22 ¿Hasta cuándo andarás vagando, oh hija contumaz? Porque Jehová ha creado una cosa nueva sobre la tierra: la mujer rodeará al varón.

23 Así dice Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Aún dirán esta palabra en la tierra de Judá y en sus ciudades, cuando yo haga volver sus cautivos: Jehová te bendiga, oh morada de justicia, oh monte santo.

24 Y habitará allí Judá, y también todas sus ciudades; los labradores, y los que van con rebaño.

25 Porque satisfaré al alma cansada, y saciaré a toda alma entristecida.

26 En esto me desperté, y vi, y mi sueño me fue agradable.

El nuevo pacto

27 He aquí vienen días, dice Jehová, en que sembraré la casa de Israel y la casa de Judá de simiente de hombres y de ganados.

28 Y así como me ocupé de ellos para arrancar y derribar, y trastornar y destruir y afligir, tendré cuidado de ellos para edificar y plantar, dice Jehová.

29 En aquellos días no dirán más: Los padres comieron las uvas agrias y los dientes de los hijos tienen la dentera,

30 sino que cada cual morirá por su propia maldad; los dientes de todo hombre que coma las uvas agrias, tendrán la dentera.

31 He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá.

32 No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová.

33 Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.

34 Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado.

35 Así dice Jehová, que da el sol para luz del día, las leyes de la luna y de las estrellas para luz de la noche, que agita el mar, y brama sus ondas; Jehová de los ejércitos es su nombre:

36 Si faltan estas leyes delante de mí, dice Jehová, también la descendencia de Israel faltará para no ser nación delante de mí eternamente.

37 Así dice Jehová: Si los cielos arriba se pueden medir, y explorarse abajo los fundamentos de la tierra, también yo desecharé toda la descendencia de Israel por todo lo que hicieron, dice Jehová.

38 He aquí que vienen días, dice Jehová, en que la ciudad será edificada a Jehová, desde la torre de Hananeel hasta la puerta del Ángulo.

39 Y saldrá más allá el cordel de la medida, directamente hasta el collado de Gareb, y torcerá hasta Goa.

40 Y todo el valle de los cuerpos muertos y de las cenizas, y todas las llanuras hasta el arroyo de Cedrón, hasta la esquina de la puerta de los caballos al oriente, será santo a Jehová; no será arrancada ni destruida más para siempre.

Reina Valera Revisada (RVR1977)

Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.