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Reina Valera Revisada (RVR1977)
Version
Isaías 31-35

Jehová salva, y no Egipto

31 ¡Ay de los que descienden a Egipto por ayuda, y confían en caballos; y su esperanza ponen en carros, porque son muchos, y en jinetes, porque son muy fuertes; y no miran al Santo de Israel, ni buscan a Jehová!

Pero él también es sabio, y traerá el desastre, y no retirará sus palabras. Se levantará contra la casa de los malhechores, y contra el auxilio de los que hacen iniquidad.

Y los egipcios son hombres, y no Dios; y sus caballos, carne, y no espíritu; de manera que al extender Jehová su mano, caerá el ayudador y caerá el ayudado, y todos a una perecerán.

Porque Jehová me dijo a mí de esta manera: Como el león, o el cachorro de león, ruge sobre la presa, y aunque se reúna una multitud de pastores contra él, no lo espantarán sus voces, ni se acobardará por el tropel de ellos; así Jehová de los ejércitos descenderá a pelear sobre el monte de Sión, y sobre su collado.

Como las aves que aletean sobre sus polluelos, así amparará Jehová de los ejércitos a Jerusalén; la librará amparándola, y la preservará rescatándola.

Volveos a aquel contra quien os rebelasteis profundamente, hijos de Israel.

Porque en aquel día arrojará cada uno de vosotros sus ídolos de plata y sus ídolos de oro, que para vosotros han hecho vuestras manos pecadoras.

Entonces caerá Asiria por espada no de varón, y la consumirá espada no de hombre; y huirá de la presencia de la espada, y sus jóvenes serán esclavos forzados.

Y por el terror pasará su fortaleza, y sus príncipes, presa del pánico, dejarán sus banderas, dice Jehová, cuyo fuego está en Sión, y su horno en Jerusalén.

El Mesías justo

32 He aquí que reinará un rey con rectitud, y los magistrados gobernarán con justicia.

Y será aquel varón como un escondedero contra el viento, y como un refugio contra el turbión; como arroyos de aguas en tierra de sequedad, como sombra de gran peñasco en tierra calurosa.

No se cerrarán entonces los ojos de los que ven, y los oídos de los que escuchan estarán atentos.

Y el corazón de los atolondrados comprenderá para saber, y la lengua de los tartamudos estará lista para hablar claramente.

El ruin nunca más será llamado generoso, ni el tramposo será llamado espléndido.

Porque el ruin hablará ruindades, y su corazón fabricará iniquidad, para cometer impiedad y para proferir impiedades contra Jehová, dejando vacía el alma del hambriento, y quitando la bebida al sediento.

Las armas del tramposo son malvadas; trama intrigas inicuas para enredar a los sencillos con palabras mentirosas, y al necesitado cuando defiende una causa justa.

Pero el generoso pensará generosidades, y en sus generosidades continúa firme.

Advertencia a las mujeres de Jerusalén

Mujeres indolentes, levantaos, oíd mi voz; hijas confiadas, escuchad mi palabra.

10 De aquí a algo más de un año tendréis espanto, oh confiadas; porque la vendimia faltará, y la cosecha no vendrá.

11 Temblad, oh indolentes; turbaos, oh confiadas; despojaos, desnudaos, ceñid los lomos con cilicio.

12 Golpeaos el pecho en señal de duelo por los campos deleitosos, por la vid fértil,

13 por la tierra de mi pueblo en la que crecerán espinos y zarzas, y aun por todas las casas en que hay alegría en la ciudad del jolgorio.

Despertamiento final y salvación

14 Porque los palacios quedarán desiertos, quedará desierta la ciudad; las torres y fortalezas se volverán cuevas para siempre, donde descansen los asnos monteses, y los ganados tengan donde pacer;

15 hasta que sobre nosotros sea derramado el Espíritu de lo alto, y el desierto se convierta en campo fértil, y el campo fértil sea estimado por bosque.

16 Y habitará la justicia en el desierto, y en el campo fértil morará la rectitud.

17 Y el resultado de la justicia será la paz; y el producto de la rectitud, tranquilidad y seguridad para siempre.

18 Y mi pueblo habitará en morada de paz, en habitaciones seguras, y en lugares de reposo.

19 Y aunque caiga granizo sobre las cañadas del bosque y la ciudad quede del todo destruida,

20 ¡cuán dichosos seréis vosotros, sembrando junto a todas las aguas, y dejando libres al buey y al asno!

33 ¡Ay de ti, que saqueas, y nunca fuiste saqueado; que haces deslealtad, bien que nadie contra ti la hizo! Cuando acabes de saquear, serás tú saqueado; y cuando acabes de hacer deslealtad, se hará contra ti.

Oh Jehová, ten misericordia de nosotros, a ti hemos esperado; sé tú el brazo de ellos en la mañana, y también nuestra salvación en tiempo de la apretura.

Los pueblos huyeron a la voz del estruendo; las naciones fueron esparcidas al levantarte tú.

Sus despojos serán recogidos como cuando recogen orugas; correrán sobre ellos como corren las langostas de una a otra parte.

Será exaltado Jehová, el cual mora en las alturas; llenó a Sión de justicia y de equidad.

Él será un fundamento estable para tus tiempos; rica provisión de salvación, de sabiduría y de conocimiento; el temor de Jehová es la llave de este tesoro.

He aquí que sus valientes darán voces afuera; los mensajeros de paz llorarán amargamente.

Las calzadas están desiertas, cesaron los caminantes; ha anulado el pacto, aborreció las ciudades, tuvo en nada a los hombres.

Se enlutó, enfermó la tierra; el Líbano se avergonzó, y se marchitó; Sarón se ha vuelto como desierto, y Basán y el Carmel fueron sacudidos.

10 Ahora me levantaré, dice Jehová; ahora seré exaltado, ahora seré engrandecido.

11 Concebisteis hojarascas, rastrojo daréis a luz; vuestro aliento es un fuego que os consumirá.

12 Y los pueblos serán como cal quemada; como espinos cortados que son quemados con fuego.

Verán al Rey en su hermosura

13 Oíd, los que estáis lejos, lo que he hecho; y vosotros los que estáis cerca, reconoced mi poder.

14 Los pecadores en Sión se asombraron, espanto sobrecogió a los hipócritas. ¿Quién de nosotros morará con el fuego consumidor? ¿Quién de nosotros habitará con llamaradas eternas?

15 El que camina en justicia y habla lo recto; el que rehúsa la ganancia de violencias, el que sacude sus manos para no recibir cohecho, el que tapa sus oídos para no oír propuestas sanguinarias; el que cierra sus ojos para no ver cosa mala;

16 éste habitará en las alturas; baluartes de rocas serán su lugar de refugio; se le dará su pan, y sus aguas serán seguras.

17 Tus ojos verán al Rey en su hermosura; verán una tierra dilatada.

18 Tu corazón imaginará el espanto anterior, y dirá: ¿Qué es del escriba?, ¿qué del pesador del tributo?, ¿qué del que pone en lista las casas más insignes?

19 No verás ya a aquel pueblo orgulloso, pueblo de lengua difícil de entender, de lengua tartamuda que no puedes comprender.

20 Mira a Sión, ciudad de nuestras fiestas solemnes; tus ojos verán a Jerusalén, morada de quietud, tienda que no será desmantelada, ni serán arrancadas sus estacas, ni ninguna de sus cuerdas será rota.

21 Porque ciertamente allí será Jehová nuestro Arsenal, lugar de ríos, de arroyos muy anchos, por el cual no andará galera de remos, ni por él pasará gran nave.

22 Porque Jehová es nuestro juez, Jehová es nuestro legislador, Jehová es nuestro Rey; él mismo nos salvará.

23 Tus cuerdas se aflojaron; no aseguran el mástil, ni entesan la vela; se repartirá entonces botín de muchos despojos; los cojos arrebatarán el botín.

24 No dirá el morador: Estoy enfermo; al pueblo que more en ella le será perdonada su iniquidad.

La ira de Jehová contra las naciones

34 Acercaos, naciones, juntaos para oír; y vosotros, pueblos, escuchad. Oiga la tierra y cuanto hay en ella, el mundo y todo lo que produce.

Porque Jehová está airado contra todas las naciones, e indignado contra todo el ejército de ellas; las destruirá y las entregará al matadero.

Y los muertos de ellas serán arrojados, y de sus cadáveres se levantará hedor; y los montes se disolverán por la sangre de ellos.

Y todo el ejército de los cielos se disolverá, y se enrollarán los cielos como un libro; y caerá todo su ejército, como se cae la hoja de la parra, y como se cae la de la higuera.

Porque en los cielos se embriagará mi espada; he aquí que descenderá sobre Edom y sobre el pueblo de mi anatema en juicio.

Llena está de sangre la espada de Jehová, cubierta está de grasa, de sangre de corderos y de machos cabríos, de sebo de riñones de carneros; porque Jehová tiene un sacrificio en Bosrá, y gran matanza en la tierra de Edom.

Y con ellos caerán búfalos, y toros con becerros; y su tierra se embriagará de sangre, y su polvo se engrasará de sebo.

Porque Jehová tiene día de venganza, un año de retribuciones en el pleito de Sión.

Y sus arroyos se convertirán en brea, y su polvo en azufre, y su tierra en brea ardiente.

10 No se apagará de noche ni de día, perpetuamente subirá su humo; de generación en generación será asolada, y nunca jamás pasará nadie por ella.

11 Se adueñarán de ella el pelícano y el erizo, la lechuza y el cuervo morarán en ella; y se extenderá sobre ella cordel de destrucción, y plomada de asolamiento.

12 En cuanto a sus nobles, no habrá quien sea llamado al reino; y todos sus grandes serán nada.

13 En sus alcázares crecerán espinos, y ortigas y zarzas en sus fortalezas; y serán morada de chacales, y corral para los pollos de los avestruces.

14 Las fieras del desierto se encontrarán con las hienas, y la cabra salvaje gritará a su compañero; la lechuza también tendrá allí morada, y hallará para sí lugar de reposo.

15 Allí anidará el búho, pondrá sus huevos, y sacará sus pollos, y los juntará debajo de sus alas; también se juntarán allí buitres, cada uno con su compañera.

16 Inquirid en el libro de Jehová, y leed: No faltará ninguno de ellos; ninguno faltará con su compañera; porque mi boca lo mandó, y los ha reunido el aliento de ella.

17 Y él les echó suertes, y su mano les repartió con cordel; para siempre la tendrán por heredad; de generación en generación morarán allí.

Futuro glorioso de Sión

35 Se alegrarán el desierto y el sequedal; el yermo se gozará y florecerá como la rosa.

Florecerá profusamente, y se alegrará hasta lanzar gritos de júbilo; la gloria del Líbano le será dada, la hermosura del Carmel y de Sarón. Ellos verán la gloria de Jehová, la majestad de nuestro Dios.

Fortaleced las manos débiles, afianzad las rodillas vacilantes.

Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con venganza; con recompensa de Dios vendrá, y os salvará él mismo.

Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se destaparán.

Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo; porque serán alumbradas aguas en el desierto, y torrentes en la soledad.

El lugar seco se convertirá en estanque, y el sequedal en manantiales de agua; en la morada de los chacales se guarecerán los rebaños; será un vallado de cañas y juncos.

Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará el inmundo por él, sino que él mismo andará con ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará.

No habrá allí león, ni subirá ninguna fiera por él; no se hallarán allí, para que lo recorran los rescatados.

10 Y los redimidos de Jehová volverán, y vendrán a Sión con alegría; habrá gozo perpetuo sobre sus cabezas; tendrán gozo y alegría, y huirán la tristeza y el gemido.

Reina Valera Revisada (RVR1977)

Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.