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Read the Bible from start to finish, from Genesis to Revelation.
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Reina Valera Revisada (RVR1977)
Version
Proverbios 4-6

Beneficios de la sabiduría

Oíd, hijos, la enseñanza de un padre,

Y estad atentos, para que aprendáis cordura.
Porque os doy buena enseñanza;
No desamparéis mis instrucciones.
Porque yo también fui hijo de mi padre,
Preferido tiernamente de mi madre.
Y él me enseñaba, y me decía:
Retenga tu corazón mis razones,
Guarda mis mandamientos, y vivirás.
Adquiere sensatez, adquiere inteligencia;
No te olvides ni te apartes de los dichos de mi boca;
No la dejes, y ella te guardará;
Ámala, y te protegerá.
El principio de la sabiduría es: adquirir sabiduría;
Y aun a costa de todas tus posesiones adquiere inteligencia.
Engrandécela, y ella te engrandecerá;
Ella te honrará, cuando tú la hayas abrazado.
Adorno de gracia pondrá sobre tu cabeza;
Corona de hermosura te regalará.
10 Oye, hijo mío, y recibe mis razones,
Y se te multiplicarán los años de vida.
11 Por el camino de la sabiduría te he encaminado,
Y por veredas derechas te he enseñado a andar.
12 Cuando camines, no se enredarán tus pasos,
Y si corres, no tropezarás.
13 Retén el consejo, no lo dejes;
Guárdalo, porque eso es tu vida.
14 No entres por la vereda de los impíos,
Ni vayas por el camino de los malos.
15 Evítalo, no pases por él;
Apártate de él, pasa de largo.
16 Porque no duermen ellos si no obran el mal,
Y pierden el sueño si no han hecho caer a alguno.
17 Pues su pan es pan de maldad, y beben vino de violencia;
18 Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora,
Que va en aumento hasta llegar a pleno día.
19 El camino de los impíos es como la oscuridad;
No saben en qué tropiezan.

20 Hijo mío, está atento a mis palabras;
Inclina tu oído a mis razones.
21 No se aparten de tus ojos;
Guárdalas en medio de tu corazón;
22 Porque son vida para los que las hallan,
Y medicina para todo su cuerpo.
23 Por encima de todo, guarda tu corazón;
Porque de él mana la vida.
24 Aparta de ti la falsedad de la boca,
Y aleja de ti la iniquidad de los labios.
25 Tus ojos miren de frente,
Y diríjanse tus párpados hacia lo que tienes delante.
26 Examina la senda de tus pies,
Y todos tus caminos sean rectos.
27 No te desvíes a la derecha ni a la izquierda;
Aparta tu pie del mal.

Amonestación contra la impureza

Hijo mío, está atento a mi sabiduría,

Y a mi inteligencia inclina tu oído,
Para que guardes la reflexión,
Y tus labios conserven la ciencia.
Porque los labios de la mujer extraña destilan miel,
Y su paladar es más blando que el aceite;
Mas su fin es amargo como el ajenjo,
Aguzado como espada de dos filos.
Sus pies descienden a la muerte;
Sus pasos conducen al Seol.
Sus caminos son desviados, sin que se percate de ello,
Por no considerar el camino de vida.

Ahora pues, hijos, oídme,
Y no os apartéis de las razones de mi boca.
Aleja de ella tu camino,
Y no te acerques a la puerta de su casa;
Para que no des a los extraños tu honor,
Y tus años al cruel;
10 No sea que extraños se sacien de tus bienes,
Y el fruto de tus trabajos vaya a parar a casa del extraño;
11 Y gimas al final,
Cuando tu carne y tu cuerpo se hayan consumido,
12 Y digas: ¡Cómo desoí el consejo,
Y mi corazón menospreció la reprensión;
13 No escuché la voz de los que me instruían,
Y a los que me enseñaban no presté atención!
14 Por poco llego al colmo de la desgracia,
En medio de la sociedad y de la congregación.
15 Bebe el agua de tu misma cisterna,
Y los raudales de tu propio pozo.
16 ¿Se derramarán tus fuentes por las calles,
Y tus corrientes de aguas por las plazas?
17 Sean para ti solo,
Y no para los extraños contigo.
18 Sea bendito tu manantial,
Y gózate en la mujer de tu juventud,
19 Como cierva amada y graciosa gacela.
Sus caricias te satisfagan en todo tiempo,
Y en su amor recréate siempre.
20 ¿Y por qué, hijo mío, andarás ciego con la mujer ajena,
Y abrazarás el seno de la extraña?
21 Porque los caminos del hombre están ante los ojos de Jehová,
Y él considera todas sus veredas.
22 Prenderán al impío sus propias iniquidades,
Y será retenido con las cuerdas de su pecado.
23 Él morirá por falta de corrección,
Y errará por lo inmenso de su locura.

Amonestación contra la pereza y la falsedad

Hijo mío, si sales fiador por tu amigo,

Si has empeñado tu palabra a un extraño,
Si te has ligado con las palabras de tu boca,
Y has quedado preso en los dichos de tus labios,
Haz esto ahora, hijo mío, y líbrate,
Ya que has caído en las manos de tu prójimo;
Ve, humíllate, importuna a tu amigo.
No des sueño a tus ojos,
Ni a tus párpados adormecimiento;
Escápate como gacela de la mano del cazador,
Y como ave de la mano del que arma lazos.

Observa a la hormiga, oh perezoso,
Mira sus caminos, y serás sabio;
La cual, no teniendo capitán,
Ni gobernador, ni señor,
Prepara en el verano su comida,
Y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento.
Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir?
¿Cuándo te levantarás de tu sueño?
10 Un poco de sueño, un poco de dormitar,
Y cruzar otro poco las manos sobre el pecho;
11 Así vendrá tu necesidad como un merodeador,
Y tu pobreza como hombre armado.

12 El hombre malo, el hombre depravado,
Es el que anda en falsedad de boca;
13 Que guiña los ojos, que arrastra los pies,
Que hace señas con los dedos.
14 Perversidades hay en su corazón; anda pensando el mal.
En todo tiempo siembra discordias.
15 Pero le llegará la desgracia de repente;
Súbitamente será quebrantado, y no habrá remedio.

16 Seis cosas aborrece Jehová,
Y aun siete abomina su alma:
17 Los ojos altivos, la lengua mentirosa,
Las manos derramadoras de sangre inocente,
18 El corazón que maquina pensamientos inicuos,
Los pies presurosos para correr al mal,
19 El testigo falso que habla mentiras,
Y el que siembra discordia entre hermanos.

Amonestación contra el adulterio

20 Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre,
Y no rechaces la enseñanza de tu madre;
21 Átalos siempre en tu corazón,
Enlázalos a tu cuello.
22 Te guiarán cuando andes; cuando duermas, velarán por ti;
Hablarán contigo cuando despiertes.
23 Porque el mandamiento es lámpara, y la enseñanza es luz,
Y camino de vida las reprensiones que te instruyen,
24 Para que te guarden de la mala mujer,
De la blandura de la lengua de la mujer extraña.
25 No codicies su hermosura en tu corazón,
Ni ella te prenda con sus ojos;
26 Porque la ramera se contenta con una hogaza de pan,
Pero la adúltera va a la caza de la vida preciosa de un varón.
27 ¿Tomará el hombre fuego en su seno
Sin que sus vestidos ardan?
28 ¿Andará el hombre sobre brasas
Sin que sus pies se quemen?
29 Así es el que se llega a la mujer de su prójimo;
No quedará impune ninguno que la toque.
30 ¿No tienen en poco al ladrón si hurta
Para saciar su apetito cuando tiene hambre?
31 Pero si es sorprendido, pagará siete veces;
Entregará todo el haber de su casa.
32 Mas el que comete adulterio es falto de entendimiento;
Arruina su alma el que tal hace.
33 Heridas y vergüenza hallará,
Y su afrenta nunca será borrada.
34 Porque los celos enfurecen al marido,
Y no perdonará en el día de la venganza.
35 No aceptará ninguna indemnización,
Ni querrá perdonar, aunque multipliques los regalos.

Reina Valera Revisada (RVR1977)

Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.