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Reina Valera Revisada (RVR1977)
Version
Salmos 9-16

Acción de gracias por la justicia de Dios

Al músico principal; sobre Mut-labén. Salmo de David.

Te alabaré, oh Jehová, con todo mi corazón;
Contaré todas tus maravillas.
Me alegraré y me regocijaré en ti;
Cantaré a tu nombre, oh Altísimo.

Mis enemigos retrocedieron;
Cayeron y perecieron delante de ti.
Porque has mantenido mi derecho y mi causa;
Te has sentado en el trono juzgando con justicia.

Reprendiste a las naciones, destruiste al malo,
Borraste el nombre de ellos eternamente y para siempre.
Los enemigos han perecido; han quedado desolados para siempre;
Derribaste sus ciudades,
Y su recuerdo pereció con ellas.
Pero Jehová permanecerá para siempre;
Ha dispuesto su trono para juicio.
Él juzgará al mundo con justicia,
Y a los pueblos con rectitud.

Jehová será ciudadela para el oprimido,
Lugar fuerte para el tiempo de angustia.
10 En ti confiarán los que conocen tu nombre,
Por cuanto tú, oh Jehová, no desamparas a los que te buscan.

11 Cantad a Jehová, que habita en Sión;
Publicad entre los pueblos sus hazañas.
12 Porque el que pide cuentas de la sangre se acordó de los afligidos;
No se olvidó del clamor de ellos.
13 Ten misericordia de mí, Jehová;
Mira mi aflicción que padezco a causa de los que me aborrecen,
Levántame de las puertas de la muerte,
14 Para que proclame yo todas tus alabanzas.
En las puertas de la hija de Sión,
Gozoso por tu salvación.

15 Se hundieron las naciones en el hoyo que hicieron;
En la red que escondieron quedó prendido su pie.
16 Jehová se ha dado a conocer en el juicio que ejecutó;
En la obra de sus manos fue enredado el malo.
Higaión. Selah

17 Los malos serán trasladados al Seol,
Todas las gentes que se olvidan de Dios.

18 Porque no estará perpetuamente olvidado el menesteroso,
Ni la esperanza de los pobres perecerá para siempre.

19 Levántate, oh Jehová; no triunfe el hombre;
Sean juzgadas las naciones delante de ti.
20 Oh Jehová, infúndeles temor;
Y aprendan las naciones que no son sino hombres.
Selah

Audacia e impiedad de los malvados

10 ¿Por qué estás lejos, oh Jehová,
Y te escondes en el tiempo de la tribulación?
Con arrogancia el malo persigue al pobre;
Queda atrapado en la trama que le ha urdido.

Porque el malo se jacta de los antojos de su alma,
El codicioso maldice, y desprecia a Jehová.
El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios;
No hay Dios en ninguno de sus pensamientos.

Sus caminos son torcidos en todo tiempo;
Tus juicios los tiene muy lejos de su vista;
A todos sus adversarios desprecia.
Dice en su corazón: No seré inquietado jamás;
Nunca me alcanzará el infortunio.

Llena está su boca de maldición, y de engaños y fraude;
Debajo de su lengua hay vejación y maldad.
Se sienta en acecho cerca de las aldeas;
Para matar a escondidas al inocente.
Sus ojos están acechando al desvalido;
Acecha en oculto, como el león desde su cueva;
Acecha para arrebatar al pobre;
Atrapa al desdichado atrayéndolo a su red.

10 Se encoge, se agacha,
Y caen en sus fuertes garras muchos infelices.
11 Dice en su corazón: Dios se ha olvidado;
Tiene tapado su rostro; nunca lo verá.

12 Levántate, oh Jehová Dios, alza tu mano;
No te olvides de los pobres.
13 ¿Por qué desprecia el malo a Dios?
En su corazón ha dicho: Tú no lo inquirirás.

14 Tú lo has visto; porque miras los trabajos y la vejación, para dar la recompensa con tu mano;
A ti se acoge el desvalido;
Tú eres el amparo del huérfano.

15 Quebranta tú el brazo del inicuo,
Y persigue la maldad del malo hasta que desaparezca.
16 Jehová es Rey eternamente para siempre;
De su tierra han sido barridos los gentiles.

17 El deseo de los humildes escuchas, oh Jehová;
Tú confortas su corazón, y tienes atento tu oído,
18 Para hacer justicia al huérfano y al oprimido,
A fin de que no vuelva más a infundir terror el hombre hecho de arcilla.

La confianza del justo

Al músico principal. Salmo de David.

11 En Jehová he confiado;
¿Cómo decís a mi alma,
Que escape al monte cual ave?
Porque he aquí, los malos tensan el arco,
Disponen sus saetas sobre la cuerda,
Para asaetear desde la sombra a los rectos de corazón.
Si se socavan los fundamentos,
¿Qué podrá hacer el justo?

Jehová está en su santo templo;
Jehová tiene en el cielo su trono;
Sus ojos ven, sus párpados escudriñan a los hijos de los hombres.
Jehová prueba al justo y al impío;
Su alma aborrece al que ama la violencia.
Sobre los malos hará llover calamidades;
Fuego, azufre y viento abrasador será la porción del cáliz de ellos.
Porque Jehová es justo, y ama la justicia;
Los rectos contemplarán su rostro.

Oración pidiendo ayuda contra los malos

Al músico principal; sobre Seminit. Salmo de David.

12 Salva, oh Jehová, porque se acabaron los compasivos;
Porque han desaparecido los leales de entre los hijos de los hombres.
Habla mentira cada uno con su prójimo;
Hablan con labios lisonjeros, y con doblez de corazón.

Arranque Jehová todos los labios lisonjeros,
Y la lengua que habla jactanciosamente;
A los que han dicho: Por nuestra lengua prevaleceremos;
Nuestros labios por nosotros; ¿quién va a ser amo nuestro?

Por la opresión de los humildes; por el gemido de los menesterosos,
Ahora me levantaré, dice Jehová;
Traigo auxilio a quien por él suspira.
Las palabras de Jehová son palabras sinceras,
Como plata refinada en horno de tierra,
Purificada siete veces.

Tú, Jehová, nos guardarás;
De esta generación nos preservarás para siempre.
De los malvados que nos cercan,
Porque la vileza es exaltada entre los hijos de los hombres.

Plegaria pidiendo ayuda en la aflicción

Al músico principal. Salmo de David.

13 ¿Hasta cuándo, Jehová? ¿Me olvidarás para siempre?
¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí?
¿Hasta cuándo tendré congojas en mi alma,
Aflicción en mi corazón cada día?
¿Hasta cuándo será enaltecido mi enemigo sobre mí?

Mira, respóndeme, oh Jehová Dios mío;
Alumbra mis ojos, para que no duerma de muerte;
Para que no diga mi enemigo: Lo vencí.
Mis enemigos se alegrarían, si yo resbalara.

Mas yo en tu misericordia he confiado;
Mi corazón se alegrará en tu salvación.
Cantaré a Jehová
Por el bien que me ha hecho.

Necedad y corrupción del impío

Al músico principal. Salmo de David.

14 Dice el necio en su corazón:
No hay Dios.
Se han corrompido, hacen obras abominables;
No hay quien haga el bien.

Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres,
Para ver si había alguno sensato,
Que buscara a Dios.

Todos se desviaron, a una se han corrompido;
No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.

¿No comprenderán todos los que hacen iniquidad,
Que devoran a mi pueblo como si comiesen pan,
Y a Jehová no invocan?

Allí temblarán de espanto;
Porque Dios está con la generación de los justos.
De los planes del desvalido hacéis burla vosotros.
Pero Jehová es su esperanza.

¡Oh, quién nos diese que de Sión saliera la salvación de Israel!
Cuando Jehová haga volver a los cautivos de su pueblo,
Se gozará Jacob, y se alegrará Israel.

Los que habitarán en el monte santo de Dios

Salmo de David.

15 Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo?
¿Quién morará en tu monte santo?
El que anda en integridad y hace justicia,
Y habla verdad en su corazón.
El que no calumnia con su lengua,
Ni hace mal a su prójimo,
Ni hace agravio alguno a su vecino.
Aquel a cuyos ojos el vil es menospreciado,
Pero honra a los que temen a Jehová.
El que aun jurando en daño suyo, no por eso cambia;
Quien su dinero no dio a usura,
Ni contra el inocente admitió cohecho.

El que hace estas cosas, no resbalará jamás.

Una herencia escogida

Mictam de David.

16 Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado.
Oh alma mía, dijiste a Jehová:
Tú eres mi Señor;
No hay para mí bien fuera de ti.

Para los santos que están en la tierra,
Y para los íntegros, es toda mi complacencia.

Se multiplicarán los dolores de aquellos que sirven diligentes a otros dioses.
No ofreceré yo sus libaciones de sangre,
Ni en mis labios tomaré sus nombres.

Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa;
Tú garantizas mi suerte.
Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos,
Y es hermosa la heredad que me ha tocado.

Bendeciré a Jehová que me aconseja;
Aun en las noches me enseña mi conciencia.
A Jehová he puesto siempre delante de mí;
Porque está a mi diestra, no seré zarandeado.
Se alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi alma;
Mi carne también reposará confiadamente;
10 Porque no dejarás mi alma en el Seol,
Ni permitirás que tu santo vea corrupción.

11 Me mostrarás la senda de la vida;
En tu presencia hay plenitud de gozo;
Delicias a tu diestra para siempre.

Reina Valera Revisada (RVR1977)

Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.