Print Page Options
Previous Prev Day Next DayNext

Beginning

Read the Bible from start to finish, from Genesis to Revelation.
Duration: 365 days
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
Version
Ezequiel 13-15

Contra profetas y profetisas

13 El Señor me dirigió la palabra:

— Hijo de hombre, profetiza contra los profetas de Israel; di a esos que profetizan lo que se les viene a la cabeza: Escuchen la palabra del Señor: Esto dice el Señor Dios: ¡Ay de los profetas necios que siguen a su propio espíritu y, en realidad, no han visto nada! Como raposas entre ruinas han sido tus profetas, Israel. No se apostaron en las brechas ni cercaron a Israel con un muro, para que resistiera en la refriega el día del Señor. Tienen visiones falsas y vaticinan mentiras esos que dicen “oráculo del Señor” sin que él los haya enviado, ¡y encima esperan que se cumpla su palabra! ¿Acaso no han tenido visiones falsas y han vaticinado mentiras los que dicen “oráculo del Señor” sin que yo haya hablado? Por eso, así dice el Señor Dios: Por ser vana su palabra y falsa su visión, aquí me tienen, enfrentado a ustedes —oráculo del Señor Dios—. Descargaré mi mano contra los profetas que tienen visiones falsas y vaticinan mentiras; no tomarán parte en el consejo de mi pueblo, no serán inscritos en el registro de la comunidad de Israel ni entrarán en la tierra de Israel, y así reconocerán que yo soy el Señor Dios. 10 Pues han engañado a mi pueblo anunciando paz, cuando no hay paz; y mientras él construye un muro, ellos lo van encalando. 11 Di a esos que lucen el muro: Cuando lleguen lluvias torrenciales, sea azotado por el granizo y se desencadene un viento huracanado, 12 caerá el muro sin remedio. ¿Creen que no les preguntarán: “Dónde está la cal que le pusieron”? 13 Por eso, así dice el Señor Dios: Movido por mi ira, voy a desencadenar un viento huracanado; lleno de cólera, descargaré una lluvia torrencial; y henchido de furia destructora, haré que los azote el granizo. 14 Derribaré el muro que lucieron, lo tiraré por tierra y quedarán a la vista sus cimientos. Cuando caiga, ustedes perecerán debajo de él, y así reconocerán que yo soy el Señor. 15 Desataré mi cólera contra el muro y contra los que lo han lucido; les diré: Ya no existe el muro ni quienes lo lucieron. 16 Me refiero a los profetas de Israel que profetizaban a Jerusalén, a los que le anunciaban visiones de paz cuando no había paz —oráculo del Señor Dios—.

17 Hijo de hombre, encárate con tus paisanas, con ésas que profetizan lo que se les viene a la cabeza. Profetiza contra ellas 18 y diles: Esto dice el Señor Dios: ¡Ay de las que cosen lazos para cualquier puño y hacen velos para cabezas de cualquier medida, con intención de cazar a la gente! ¿Creen que salvarán sus vidas intentando, como intentan, cazar a la gente de mi pueblo? 19 Me deshonran ante mi pueblo por unos puñados de cebada y por unos trozos de pan, hasta el punto de dejar morir a las personas que no deben morir, y dejar con vida a las personas que no deben quedar con vida, engañando así a mi pueblo, que escucha sus mentiras. 20 Por eso, así dice el Señor Dios: Aquí estoy contra sus lazos, con los que cazan a las personas como a pájaros; yo los arrancaré de sus manos y dejaré libres a las personas que ustedes andan cazando como a pájaros. 21 Destrozaré sus velos y libraré a mi pueblo de la mano de ustedes para que no se conviertan más en presa de ustedes, y reconocerán que yo soy el Señor. 22 Porque han perturbado la mente del justo con mentiras, cuando ni yo mismo lo perturbo, y han fortalecido las manos del malvado, incitándolo a persistir en su equivocado camino e impidiéndole así salvar su vida. 23 Por eso, ya no tendrán visiones falsas ni volverán a pronunciar vaticinios. Libraré a mi pueblo de su mano, y reconocerán que yo soy el Señor.

Amonestación de los ancianos idólatras

14 Se me presentaron algunos ancianos de Israel y se sentaron delante de mí. Entonces el Señor me dirigió la palabra: Hijo de hombre, esta gente tiene su corazón puesto en sus ídolos y sólo tiene ojos para la causa de su pecado, ¿y voy a dejarme consultar por ellos? Así pues, háblales y diles: Esto dice el Señor Dios: A todo aquel de la comunidad de Israel que tenga el corazón puesto en sus ídolos y que sólo tenga ojos para la causa de su pecado, y luego venga a consultar al profeta, yo mismo, el Señor, le responderé como merece la multitud de sus ídolos. Y así ganaré el corazón de los israelitas, esos que se alejaron de mí para seguir a todos sus ídolos. Di, por tanto, a Israel: Esto dice el Señor Dios: Conviértanse y apártense de sus ídolos, aparten la vista de todas sus abominaciones. Pues a todo israelita o al forastero residente en Israel que deje de seguirme, que tenga puesto su corazón en sus ídolos y sólo tenga ojos para la causa de su pecado, y que luego venga a consultarme por medio del profeta, yo mismo, el Señor, le responderé. Me encararé con esa persona y la convertiré en motivo de refrán; la extirparé de mi pueblo, y así reconocerán que yo soy el Señor. Y si el profeta es seducido y pronuncia un oráculo en esa situación, es que yo, el Señor, he seducido al profeta en cuestión; lo asiré con mi mano y lo haré desaparecer de mi pueblo Israel. 10 Y cada cual cargará con su culpa: el que consulta y el profeta. 11 De esta manera Israel no volverá a andar desorientado y alejado de mí, ni se contaminará con sus crímenes. Ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios —oráculo del Señor Dios—.

Responsabilidad individual

12 El Señor me dirigió la palabra:

13 — Hijo de hombre, si un país peca contra mí cometiendo infidelidad y extiendo mi mano contra él, acabo con su abasto de pan, lo hago víctima del hambre y acabo con las personas y los animales que lo habitan, 14 y resulta que en ese país viven tres hombres: Noé, Daniel y Job, estos salvarán su vida por su honradez —oráculo del Señor Dios—. 15 Y si envío bestias salvajes contra ese país para dejarlo sin habitantes y convertirlo en desolación, sin que nadie se atreva a transitar por él por miedo a las bestias salvajes, 16 y resulta que en él viven esos tres hombres, juro por mí mismo —oráculo del Señor Dios— que no se salvarán hijos ni hijas; sólo ellos conseguirán ponerse a salvo; y el país quedará desolado. 17 O imaginemos que envío la espada contra ese país ordenando que extermine a personas y animales; 18 si resulta que en él viven esos tres hombres, juro por mí mismo —oráculo del Señor Dios— que no se salvarán hijos ni hijas; sólo ellos conseguirán ponerse a salvo. 19 O imaginemos que envío la peste contra ese país y derramo sobre él mi sangrienta cólera, con ánimo de acabar con personas y animales; 20 si resulta que viven en él Noé, Daniel y Job, juro por mí mismo —oráculo del Señor Dios— que no se salvarán hijos ni hijas, si bien ellos pondrán a salvo su vida por su honradez.

21 Esto dice el Señor Dios: Cuando envíe contra Jerusalén mis cuatro azotes funestos: la espada, el hambre, las bestias salvajes y la peste, con ánimo de acabar con personas y animales, 22 quedarán en la ciudad algunos supervivientes que tratarán de poner a salvo a sus hijos e hijas, saliendo al encuentro de ustedes. Entonces ustedes comprobarán su conducta y sus acciones, y así no les sorprenderá la desgracia que he acarreado sobre Jerusalén, todo lo que he hecho en contra de ella. 23 Encontrarán explicación al ver su conducta y sus acciones, y reconocerán que lo que he hecho contra ella no ha carecido de motivos —oráculo del Señor Dios mi Dios—.

Parábola de la madera de la vid

15 El Señor me dirigió la palabra:
¿Vale más, hijo de hombre,
la madera de la vid
que los troncos de madera
de otros árboles del bosque?
¿Se toma de ella un trozo
para hacer algún objeto,
o se fabrica una percha
para colgar los cacharros?
Si se echa al fuego como combustible,
sus extremos se consumen en las llamas
y por dentro queda calcinada;
¿servirá entonces para algo?
Si, cuando estaba intacta,
ya no servía para nada,
una vez devorada por el fuego,
¿qué utilidad podrá tener?
Por eso, así dice el Señor Dios:
Como he arrojado al fuego,
para que sirva de combustible,
esa madera de la vid,
un árbol entre los otros del bosque,
eso mismo es lo que haré
con los habitantes de Jerusalén,
pues pienso encararme con ellos.
Han escapado del fuego,
pero el fuego los consumirá;
y reconocerán que yo soy el Señor
cuando me encare con ellos.
Convertiré el país en desolación,
debido a sus infidelidades
—oráculo del Señor Dios—.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España