Beginning
Más oráculos sobre Judá e Israel (28—33)
Presente y futuro del Reino del Norte
28 ¡Ay de la hermosa corona
de los ebrios de Efraín!
Su pompa y sus atavíos
no son más que flor caduca
en el cabezo del valle fértil
de los ahítos de vino.
2 Miren, uno fuerte y recio
viene de parte del Señor:
como lluvia acompañada de granizo,
igual que destructora tempestad,
como lluvia torrencial anegadora;
derriba por tierra de un golpe.
3 Será aplastada bajo sus pies
la hermosa corona de los ebrios de Efraín.
4 La flor caduca de su pompa y atavíos,
situada en el cabezo del valle fértil,
será como breva que presagia el verano;
quien la ve, la atrapa y se la come.
5 Aquel día el Señor del universo
será para el resto de su pueblo
corona, pompa y hermoso atavío:
6 anhelo de justicia para los jueces,
valor para quienes repelen
los ataques a las puertas.
Contra borrachos y burlones
7 A estos el vino los extravía,
el licor los hace desvariar:
a sacerdote y profeta
el licor los extravía,
son consumidos por el vino,
el licor los hace desvariar;
fallan en sus visiones,
vacilan cuando juzgan.
8 Sus mesas están empapadas de vómito,
sólo hay espacio para la inmundicia.
9 ¿A quién pretende enseñar,
a quién va a explicar el mensaje?
¿A niños que ya no maman,
a críos ya destetados?
10 “La ese con la ese,
la ce con la ce,
esto aquí y esto allí”.
11 Pues con labios balbucientes
y usando una lengua extraña
va a dirigirse a esta gente,
12 a la que ya había dicho:
“Esto es lugar de reposo;
den, pues, reposo al cansado;
es un lugar de descanso”;
pero no le hicieron caso.
13 Y así les hablará el Señor:
“La ese con la ese,
la ce con la ce,
esto aquí y esto allí”,
y tropezarán sin poder avanzar,
aturdidos, atrapados, capturados.
Pacto con la Justicia o pacto con la Muerte
14 Escuchen la palabra del Señor,
ustedes, gente burlona,
gobernantes de este pueblo
que habita en Jerusalén.
15 Han dicho: “Hemos hecho
una alianza con la Muerte;
nosotros hemos sellado
un pacto con el reino de los muertos.
Cuando cruce el azote,
no nos alcanzará,
pues tenemos por refugio la mentira,
la falsedad es nuestro cobijo”.
16 Por eso, así dice el Señor Dios:
Voy a poner una piedra en Sión,
una piedra resistente,
una valiosa piedra angular,
firme, que sirva de base;
el que crea no se tambaleará.
17 Utilizaré como plomada el derecho,
usaré como nivel la justicia.
Y el granizo destruirá su falso refugio,
su cobijo sufrirá el azote del agua.
18 Será anulada su alianza con la Muerte,
no se mantendrá su pacto
con el reino de los muertos;
cuando pase la riada desbordante
los dejará como cacharro pisoteado;
19 siempre que pase los arrollará,
pues pasará mañana tras mañana,
también por el día y por la noche.
Será suficiente el terror
para entender lo que les digo.
20 Será corto el lecho para estirarse
y estrecha la manta para arroparse.
21 El Señor se alzará como en el monte Perasín,
se excitará como en el valle de Gabaón
para realizar su obra, su obra inaudita,
para hacer su tarea, su tarea singular.
22 Y ahora no sigan burlándose,
no sea que aprieten sus cadenas;
pues he oído el decreto de destrucción
de Dios, Señor del universo, sobre toda la tierra.
Lección de sabiduría divina
23 Escuchen con atención mi voz,
escuchen con cuidado mi palabra.
24 ¿Se pasa todo el día labrando el labrador,
removiendo la tierra y haciendo surcos?
25 Cuando ha nivelado la superficie,
¿no siembra a voleo hinojo y comino,
no esparce trigo y cebada,
y mijo en el ribazo?
26 Pues el Señor da las normas,
su Dios es quien lo instruye.
27 El hinojo no se trilla con trillo,
ni se pasa la rueda sobre el comino;
el hinojo se sacude con la vara
y el comino se sacude con el látigo.
28 También el grano se golpea,
pero no se tritura del todo;
la rueda del carro lo trilla,
lo rompe, pero no lo aplasta.
29 También todo esto viene
del Señor del universo,
que aconseja admirablemente,
magníficamente, con acierto.
Aprieto y liberación de Jerusalén
29 ¡Ay, Ariel, Ariel,
ciudad sitiada por David!
Dejen que pasen los años,
que ruede el ciclo festivo;
2 entonces asediaré a Ariel,
habrá lloros y lamentos.
Serás para mí un ariel;
3 te asediaré como hizo David,
te estrecharé con trincheras,
te atacaré con baluartes.
4 Hablarás abatida desde el suelo,
desde el polvo sonarán tus palabras:
tu voz fantasmal desde el suelo,
tu palabra mortecina desde el polvo.
5 El tropel de los enemigos será
numeroso lo mismo que el polvo;
el tropel de los agresores será
lo mismo que tamo aventado.
Pero rápido, de repente
6 intervendrá el Señor del universo
con trueno, temblor y estruendo,
con vendaval, tempestad y llama devoradora.
7 Pasará como un sueño o visión nocturna
el tropel de las naciones que atacan a Ariel:
los que la atacan, la cercan y la asedian.
8 Como cuando sueña el hambriento que come
y se despierta con la boca vacía;
como cuando sueña el sediento que bebe
y se despierta con la boca reseca:
eso le ocurrirá al tropel de naciones
que atacan al monte Sión.
Ceguera y embotamiento
9 Quédense espantados y estupefactos,
con los ojos velados, sin ver;
emborráchense, pero no de vino,
hagan eses, pero no por el licor.
10 Que el Señor les va a insuflar
un deseo profundo de dormir,
que hará que cierren, profetas, los ojos,
y cubran, videntes, sus cabezas.
11 La visión de todo esto se les volverá como las palabras de un libro sellado, que se lo dan a uno que sabe leer, diciéndole: “Léenos esto”, y responde: “No puedo, porque está sellado”. 12 O se lo dan a uno que no sabe leer, diciéndole: “Léenos esto”, y responde: “No sé leer”.
Contra el culto superficial
13 El Señor ha dicho:
Este pueblo me da culto de palabra
y me honra sólo con sus labios,
mientras su corazón está lejos de mí
y su piedad hacia mí se reduce
a fórmulas humanas rutinarias.
14 Por eso, seguiré mostrando a este pueblo
acciones prodigiosas, sorprendentes;
se esfumará la sabiduría de sus sabios,
se eclipsará la listeza de sus listos.
Ateísmo práctico
15 ¡Ay de los que se ocultan del Señor
pretendiendo esconder sus proyectos!
Realizan las cosas a escondidas,
pensando: “¿Quién nos ve o nos conoce?”.
16 ¡Necios! ¿Por qué comparan
al barro y al alfarero?
¿Puede decir una obra:
“mi creador no me ha hecho”?
¿Puede pensar un cacharro:
“quien me modeló no entiende”?
Cercanía de la salvación
17 Dentro de un breve tiempo,
el Líbano se volverá un vergel,
el vergel parecerá un bosque.
18 Aquel día los sordos oirán
las palabras escritas en el libro;
los ciegos podrán ya ver,
libres de sus densas tinieblas.
19 Otra vez la gente desgraciada
gozará de la ayuda del Señor;
los más pobres de la sociedad
se alegrarán en el Santo de Israel.
20 Violentos y cínicos acabarán consumidos,
los que se aprestan al mal serán aniquilados:
21 los que engañan a la gente en un pleito,
ponen trampas al defensor en el juicio
y condenan por una nadería al inocente.
22 Por eso, así dice a Jacob
el Señor, que rescató a Abrahán:
Ya no se avergonzará Jacob,
ya no le saldrán los colores,
23 pues, cuando vea lo que haré con él,
reconocerá mi santo nombre,
confesará al Santo de Jacob,
respetará al Dios de Israel.
24 Los descaminados sabrán entender,
los que protestan aprenderán la lección.
Inutilidad del pacto con Egipto
30 ¡Ay de los hijos rebeldes
—oráculo del Señor—
que toman decisiones sin contar conmigo,
que conciertan alianzas no inspiradas por mí,
acumulando así error tras error;
2 que bajan a Egipto sin consultarme,
para ampararse en el poder del faraón
y refugiarse a la sombra de Egipto!
3 El amparo del faraón será su deshonra,
el refugio a la sombra de Egipto, su vergüenza.
4 Cuando estén en Soán los jefes de ustedes
y sus mensajeros lleguen a Hanés,
5 todos quedarán avergonzados
a la vista de un pueblo inútil,
incapaz de ayudar ni servir,
a no ser de vergüenza y oprobio.
6 Oráculo contra la Bestia del Sur:
Por una tierra que da miedo y angustia,
llena de rugidos de leones y leonas,
repleta de víboras y serpientes voladoras,
transportan su riqueza a lomos de asnos,
sus tesoros sobre gibas de camellos,
hacia un pueblo que no sirve de nada:
7 a Egipto, cuya ayuda es inútil y vana.
Por eso lo llamo así:
“Rahab, el domesticado”.
Alternativa a la rebeldía
8 Ve ahora y lo escribes en una tablilla,
lo grabas en un rollo de cobre;
que sirva para el mañana
como testimonio perpetuo.
9 Son un pueblo rebelde,
gente capaz de traicionar,
gente que se niega a escuchar
la enseñanza del Señor.
10 Dicen a los videntes: “No vaticinen”;
y a los profetas: “No profeticen la verdad”.
Dígannos cosas agradables,
profetícennos fantasías.
11 Apártense del camino,
retírense de la senda,
quiten de nuestra vista
al Santo de Israel.
12 Por eso, así dice el Santo de Israel:
Por haber despreciado esta palabra
y confiado en la opresión y la perversión,
y por refugiarse en ellas,
13 esa culpa será para ustedes
una grieta que baja resquebrajando
la obra de una alta muralla,
y de repente, de improviso,
va y se desmorona
14 como un cacharro de barro
que se hace añicos sin remedio,
entre los que no se encuentra un trozo
con que recoger ascuas del rescoldo
o sacar agua del pozo.
15 Así dice el Señor Dios, el Santo de Israel:
Si se convierten y confían, los salvaré;
su fuerza está en confiar serenamente;
pero ustedes rechazan esto 16 y dicen:
“Huiremos a caballo”; seguro que huirán.
“Cabalgaremos a toda velocidad”;
pero serán más veloces los que los persigan.
17 Mil huirán ante el reto de uno.
Huirán ante el reto de cinco
y, si queda alguno, será
como un asta en la cima de un monte,
como estandarte en lo alto de un cabezo.
El perdón divino como acto de justicia
18 Pero el Señor espera para apiadarse,
se pone en pie para perdonarlos,
pues es un Dios de justicia;
dichosos los que esperan en él.
19 Sí, pueblo de Sión que habitas en Jerusalén,
puedes ya dejar de llorar,
pues se compadecerá al oír tu grito,
cuando te oiga, te responderá.
20 El Señor no tasará el pan y el agua,
ya no se ocultará tu Maestro,
tus ojos verán a tu Maestro.
21 Tus oídos oirán una palabra
sonando así a tus espaldas:
Este es el camino que seguirás
cuando camines a derecha o a izquierda.
22 Tendrás por metal impuro
la plata que recubre tus ídolos
y el oro que adorna tus estatuas.
Los tirarás como algo inmundo,
los considerarás sólo basura.
23 Dará lluvia a la semilla
que siembras en la tierra,
y el grano que produzca la tierra
será grueso y sustancioso.
Aquel día tus rebaños
pastarán en amplios prados.
24 Los bueyes y asnos que trabajan la tierra
comerán forraje fermentado,
aventado con palas y horcas.
25 En todos los cerros elevados
y en todas las altas colinas
habrá acequias y agua abundante
el día de la gran matanza,
cuando caigan abatidas las torres.
26 La luna brillará como el sol,
y el sol brillará siete veces más,
[como la luz de siete días],
cuando el Señor vende
la herida de su pueblo
y le cure los golpes recibidos.
Teofanía punitiva del Señor
27 El Señor en persona viene de lejos,
arde su cólera entre densa humareda,
sus labios están repletos de furor,
su lengua parece fuego devorador.
28 Su aliento, torrente impetuoso,
se desborda y llega hasta el cuello.
Conducirá a los pueblos
con brida que no controlan,
pondrá ronzal de extravío
en la quijada de las naciones.
29 Pero ustedes cantarán un canto
como en vigilia de fiesta sagrada,
como quien va dichoso entre flautas
acercándose al monte del Señor,
al monte de la Roca de Israel.
30 El Señor hará oír su voz majestuosa,
mostrará el poder destructor de su brazo
con ira, furia y llama devoradora,
con tormenta, aguacero y granizo.
31 Asiria temblará ante el trueno del Señor,
cuando los ataque a golpes de vara;
32 y cada vez que los castigue con la vara,
cuando el Señor la descargue sobre ellos,
se celebrará con tambores y arpas;
en dura batalla los aniquilará.
33 Lleva tiempo preparado el Tófet
también para el rey:
se dispuso, ancha y profunda,
su pira, con leña abundante;
y el soplo del Señor la encenderá,
convertido en torrente de azufre.
La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España