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Nueva Versión Internacional (Castilian) (CST)
Version
Ezequiel 34-36

Pastores y ovejas

34 El Señor me habló diciendo: «Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza y adviérteles que así dice el Señor omnipotente: “¡Ay de vosotros, pastores de Israel, que solo os cuidáis a vosotros mismos! ¿Acaso los pastores no deben cuidar al rebaño? Vosotros os bebéis la leche, os vestís con la lana y matáis las ovejas más gordas, pero no cuidáis del rebaño. No fortalecéis a la oveja débil, no cuidáis de la enferma ni curáis a la herida; no vais a por la descarriada ni buscáis a la perdida. Al contrario, tratáis al rebaño con crueldad y violencia. Por eso las ovejas se han dispersado: ¡por falta de pastor! Por eso están a merced de las fieras salvajes. Mis ovejas andan descarriadas por montes y colinas, dispersas por toda la tierra, sin que nadie se preocupe por buscarlas.

»”Por tanto, pastores, escuchad bien la palabra del Señor: Tan cierto como que yo vivo —afirma el Señor omnipotente—, que por falta de pastor mis ovejas han sido objeto del pillaje y han estado a merced de las fieras salvajes. Mis pastores no se ocupan de mis ovejas; cuidan de sí mismos, pero no de mis ovejas. Por tanto, pastores, escuchad la palabra del Señor. 10 Así dice el Señor omnipotente: Yo estoy en contra de mis pastores. Les pediré cuentas de mi rebaño; les quitaré la responsabilidad de apacentar a mis ovejas, y no se apacentarán más a sí mismos. Arrebataré de sus fauces a mis ovejas, para que no les sirvan de alimento.

11 »”Así dice el Señor omnipotente: Yo mismo me encargaré de buscar y de cuidar a mi rebaño. 12 Como un pastor que cuida de sus ovejas cuando están dispersas, así me ocuparé de mis ovejas y las rescataré de todos los lugares donde, en un día oscuro y de nubarrones, se hayan dispersado. 13 Yo las sacaré de entre las naciones; las reuniré de los países, y las llevaré a su tierra. Las apacentaré en los montes de Israel, en los vados y en todos los poblados del país. 14 Las haré pastar en los mejores pastos, y su aprisco estará en los montes altos de Israel. Allí descansarán en un buen lugar de pastoreo y se alimentarán de los mejores pastos de los montes de Israel. 15 Yo mismo apacentaré mi rebaño, y lo llevaré a descansar. Lo afirma el Señor omnipotente. 16 Buscaré a las ovejas perdidas, recogeré a las extraviadas, vendaré a las heridas y fortaleceré a las débiles, pero exterminaré a las ovejas gordas y robustas. Yo las pastorearé con justicia.

17 »”En cuanto a ti, rebaño mío, esto es lo que dice el Señor omnipotente: Juzgaré entre ovejas y ovejas, y entre carneros y chivos. 18 ¿No os basta con comeros los mejores pastos, sino que tenéis también que pisotear lo que queda? ¿No os basta con beber agua limpia, sino que tenéis que enturbiar el resto con las patas? 19 Por eso mis ovejas tienen ahora que comerse el pasto que vosotros habéis pisoteado, y beberse el agua que habéis enturbiado.

20 »”Por eso, así dice el Señor omnipotente: Yo mismo voy a juzgar entre las ovejas gordas y las flacas. 21 Por cuanto vosotros habéis empujado con el costado y con la espalda, y habéis atacado a cornadas a las más débiles, hasta dispersarlas, 22 voy a salvar a mis ovejas, y ya no os servirán de presa. Yo juzgaré entre ovejas y ovejas. 23 Entonces les daré un pastor, mi siervo David, que las apacentará y será su único pastor. 24 Yo, el Señor, seré su Dios, y mi siervo David será su príncipe. Yo, el Señor, lo he dicho.

25 »”Estableceré con ellas un pacto de paz: haré desaparecer del país a las bestias feroces, para que mis ovejas puedan habitar seguras en el desierto y dormir tranquilas en los bosques. 26 Haré que ellas y los alrededores de mi colina sean una fuente de bendición. Haré caer lluvias de bendición en el tiempo oportuno. 27 Los árboles del campo darán su fruto, la tierra entregará sus cosechas, y ellas vivirán seguras en su propia tierra. Y, cuando yo haga pedazos su yugo y las libere de sus tiranos, entonces sabrán que yo soy el Señor. 28 Ya no volverán a ser presa de las naciones, ni serán devoradas por las fieras. Vivirán seguras y nadie les infundirá temor. 29 Les daré una tierra famosa por sus cosechas. No sufrirán hambre en la tierra, ni tendrán que soportar los insultos de las naciones. 30 Entonces sabrán que yo, el Señor su Dios, estoy con ellos, y que ellos, el pueblo de Israel, son mi pueblo. Yo, el Señor omnipotente, lo afirmo, 31 y afirmo también que yo soy vuestro Dios y que vosotros sois mis ovejas, las ovejas de mi prado”».

Profecía contra Edom

35 El Señor me habló diciendo: «Hijo de hombre, vuélvete hacia la montaña de Seír y profetiza contra ella. Adviértele que así dice el Señor omnipotente:

»“Aquí estoy contra ti, montaña de Seír.
    Contra ti extenderé mi mano,
    y te convertiré en un desierto desolado.
Tus ciudades quedarán en ruinas,
    y tú serás una desolación.
    Entonces sabrás que yo soy el Señor.

»”En el día del castigo final de los israelitas, en el tiempo de su calamidad, tú les hiciste la guerra, y has mantenido contra ellos una enemistad perpetua. Por lo tanto, tan cierto como que yo vivo, que te anegaré en sangre, y la sangre te perseguirá. Lo afirma el Señor omnipotente: eres culpable de muerte, y la muerte no te dará tregua. Haré de la montaña de Seír un desierto desolado, y exterminaré a todo el que pase o venga por allí. Llenaré de víctimas tus montes; los que han muerto a filo de espada cubrirán tus colinas, tus valles y los cauces de tus ríos. Para siempre te convertiré en una desolación; tus ciudades quedarán deshabitadas. Entonces sabrás que yo soy el Señor.

10 »”Porque tú has dicho: ‘A pesar de que el Señor viva allí, las dos naciones y los dos territorios serán míos, y yo seré su dueño’. 11 Por eso, tan cierto como que yo vivo, que haré contigo conforme al furor y celo con que tú actuaste en tu odio contra ellos. Lo afirma el Señor. Y cuando yo te castigue me haré conocer entre ellos. 12 Entonces sabrás que yo, el Señor, he oído todas las injurias que has proferido contra las montañas de Israel. Tú dijiste desafiante: ‘¡Están devastados! ¡Ahora sí los puedo devorar!’ 13 Me has desafiado con arrogancia e insolencia, y te he escuchado.

14 »”Así dice el Señor omnipotente: Para alegría de toda la tierra, yo te voy a destruir. 15 Así como te alegraste cuando quedó devastada la herencia del pueblo de Israel, también yo me alegraré de ti. Tú, montaña de Seír, y todo el territorio de Edom quedaréis desolados. Así sabrán que yo soy el Señor”.

Profecía sobre las montañas de Israel

36 »Tú, hijo de hombre, profetiza contra los montes de Israel y diles: “Montes de Israel, escuchad la palabra del Señor. Así dice el Señor omnipotente: El enemigo se ha burlado de vosotros diciendo: ‘Las antiguas colinas ya son nuestras’ ”. Por eso, profetiza y adviérteles que así dice el Señor omnipotente: “Os han asolado y arrasado por todas partes; os habéis convertido en posesión del resto de las naciones, y además habéis sido objeto de burla y de insultos por parte de la gente. Por eso, montes de Israel, escuchad la palabra del Señor omnipotente. Así habla el Señor omnipotente a los montes y a las colinas, a los torrentes y a los valles, a las ruinas desoladas y a los pueblos deshabitados, saqueados y escarnecidos por los pueblos vecinos. Esto dice el Señor omnipotente: En el ardor de mi celo me he pronunciado contra el resto de las naciones y contra todo Edom, porque con mucha alegría y profundo desprecio se han apoderado de mi tierra para destruirla y saquearla”.

»Por eso, profetiza contra Israel, y adviérteles a los montes y a las colinas, a los torrentes y a los valles, que así dice el Señor omnipotente: “En mi celo y en mi furor he hablado, porque vosotros habéis sufrido el oprobio de las naciones. Por eso, así dice el Señor omnipotente: Juro con la mano en alto que las naciones vecinas también sufrirán su propia deshonra.

»”Vosotros, en cambio, montes de Israel, echaréis ramas y produciréis frutos para mi pueblo Israel, porque está a punto de regresar. Yo estoy preocupado por vosotros, y os voy a proteger. Vosotros, los montes, volveréis a ser sembrados y cultivados, 10 y multiplicaré al pueblo de Israel. Las ciudades serán repobladas, y reconstruidas las ruinas. 11 Sobre vosotros multiplicaré a los hombres y animales, y ellos serán fecundos y numerosos. Os poblaré como en tiempos pasados, y os haré prosperar más que antes. Entonces sabréis que yo soy el Señor. 12 Haré que mi pueblo Israel transite por vuestro territorio. Él te poseerá, y tú serás parte de su herencia, y ya nunca más los privarás de sus hijos.

13 »”Así dice el Señor omnipotente: Por cuanto te han dicho que tú devoras a los hombres y dejas sin hijos a tu propio pueblo, 14 el Señor omnipotente afirma: Ya no devorarás más hombres, ni dejarás sin hijos a tu pueblo. 15 Nunca más te haré oír el ultraje de las naciones; no tendrás que volver a soportar los insultos de los pueblos, ni serás causa de tropiezo para tu nación. Lo afirma el Señor omnipotente”».

16 El Señor me habló otra vez diciendo: 17 «Hijo de hombre, cuando los israelitas habitaban en su propia tierra, ellos mismos la contaminaron con su conducta y sus acciones. Su conducta ante mí era semejante a la impureza de una mujer en sus días de menstruación. 18 Por eso, por haber derramado tanta sangre sobre la tierra y por haberla contaminado con sus ídolos, desaté mi furor contra ellos. 19 Los dispersé entre las naciones, y quedaron esparcidos entre diversos pueblos. Los juzgué según su conducta y sus acciones. 20 Pero, al llegar a las distintas naciones, ellos profanaban mi santo nombre, pues se decía de ellos: “Son el pueblo del Señor, pero han tenido que abandonar su tierra”. 21 Así que tuve que defender mi santo nombre, el cual los israelitas profanaban entre las naciones por donde iban.

22 »Por eso, adviértele al pueblo de Israel que así dice el Señor omnipotente: “Voy a actuar, pero no por vosotros, sino por causa de mi santo nombre, que habéis profanado entre las naciones por donde habéis ido. 23 Daré a conocer la grandeza de mi santo nombre, el cual ha sido profanado entre las naciones, el mismo que habéis profanado entre ellas. Cuando dé a conocer mi santidad entre vosotros, las naciones sabrán que yo soy el Señor. Lo afirma el Señor omnipotente. 24 Os sacaré de entre las naciones, os reuniré de entre todos los pueblos, y os haré regresar a vuestra propia tierra. 25 Os rociaré con agua pura, y quedaréis purificados. Os limpiaré de todas vuestras impurezas e idolatrías. 26 Os daré un nuevo corazón, y os infundiré un espíritu nuevo; os quitaré ese corazón de piedra que ahora tenéis, y os pondré un corazón de carne. 27 Infundiré mi Espíritu en vosotros, y haré que sigáis mis preceptos y obedezcáis mis leyes. 28 Viviréis en la tierra que les di a vuestros antepasados, y vosotros seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios. 29 Os libraré de todas vuestras impurezas. Haré que tengáis trigo en abundancia, y no permitiré que sufráis hambre. 30 Multiplicaré el fruto de los árboles y las cosechas del campo para que no sufráis más entre las naciones el oprobio de pasar hambre. 31 Así os acordaréis de vuestra mala conducta y de vuestras acciones perversas, y sentiréis vergüenza por vuestras propias iniquidades y prácticas detestables. 32 Y quiero que sepáis que esto no lo hago por consideración a vosotros. Lo afirma el Señor. ¡Oh pueblo de Israel, sentid vergüenza y confusión por vuestra conducta!

33 »”Así dice el Señor omnipotente: El día que yo os purifique de todas vuestras iniquidades, poblaré las ciudades y reconstruiré las ruinas. 34 Se cultivará la tierra desolada, y ya no estará desierta a la vista de cuantos pasan por ella. 35 Entonces se dirá: ‘Esta tierra, que antes yacía desolada, es ahora un jardín de Edén; las ciudades que antes estaban en ruinas, desoladas y destruidas, están ahora habitadas y fortificadas’. 36 Entonces las naciones que quedaron a vuestro alrededor sabrán que yo, el Señor, reconstruí lo que estaba derribado y replanté lo que había quedado como desierto. Yo, el Señor, lo he dicho, y lo cumpliré”.

37 »Así dice el Señor omnipotente: Todavía he de concederle al pueblo de Israel que me suplique aumentar el número de sus hombres, hasta que sean como un rebaño. 38 Entonces las ciudades desoladas se llenarán de mucha gente. Serán como las ovejas que, durante las fiestas solemnes, se llevan a Jerusalén para los sacrificios. Entonces sabrán que yo soy el Señor».

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