Print Page Options
Previous Prev Day Next DayNext

Book of Common Prayer

Daily Old and New Testament readings based on the Book of Common Prayer.
Duration: 861 days
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
Version
Salmos 24

Salmo 24 (23)

Llega el rey de la gloria

24 De David. Salmo.
Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el mundo y quienes lo habitan.
Él la cimentó sobre los mares,
él la asentó sobre los ríos.
¿Quién podrá subir al monte del Señor?
¿Quién podrá permanecer en su santa morada?
El de manos honradas y corazón limpio,
quien no desea la mentira ni jura en falso.
Ese recibirá la bendición del Señor,
la recompensa del Dios que lo salva.
Esta es la generación de quienes lo buscan,
de los que anhelan tu rostro, Dios de Jacob. [ Pausa]
¡Puertas, eleven sus dinteles,
álcense, portones eternos,
que llega el rey de la gloria!
¿Quién es el rey de la gloria?
El Señor valeroso y aguerrido,
el Señor adalid de la guerra.
¡Puertas, eleven sus dinteles,
álcense, portones eternos,
que llega el rey de la gloria!
10 ¿Quién es el rey de la gloria?
El Señor del universo,
él es el rey de la gloria. [ Pausa]

Salmos 29

Salmo 29 (28)

La voz del Señor es potente

29 Salmo de David.
¡Hijos de Dios, aclamen al Señor,
aclamen su gloria y su poder!
¡Aclamen el nombre glorioso del Señor!
¡Adoren al Señor en el esplendor del Templo!
La voz del Señor domina las aguas,
el Dios de la gloria ha tronado,
el Señor domina las aguas caudalosas.
La voz del Señor es poderosa,
la voz del Señor es espléndida.
La voz del Señor quiebra los cedros,
quiebra el Señor los cedros del Líbano;
hace brincar al Líbano como un ternero
y al Sarión cual cría de búfalo.
La voz del Señor produce llamas ardientes;
la voz del Señor hace temblar el desierto,
el Señor hace temblar el desierto de Cadés.
La voz del Señor estremece a las ciervas
y arranca los árboles del bosque.
En su Templo todo dice ¡gloria!
10 El Señor reina sobre el diluvio;
el Señor, rey eterno, está en su trono.
11 El Señor fortalece a su pueblo,
el Señor bendice a su pueblo con la paz.

Salmos 8

Salmo 8

¡Qué grande es tu nombre en la tierra entera!

Al maestro del coro; según la melodía de Gad. Salmo de David.
Señor Dios nuestro,
¡qué grande es tu nombre en la tierra entera!
Alzas tu gloria sobre los cielos
y de la boca de lactantes y niños,
has hecho un baluarte frente a tus rivales
para silenciar al enemigo y al rebelde.
Miro el cielo, obra de tus dedos,
la luna y las estrellas que has fijado,
¿qué es el mortal para que te acuerdes de él,
el ser humano para que de él te ocupes?
Lo has hecho algo inferior a un dios,
lo has revestido de honor y de gloria,
lo has puesto al frente de tus obras,
todo lo has sometido a su poder:
el ganado menor y mayor, todo él,
y también los animales del campo,
los pájaros del cielo, los peces del mar
y cuanto surca los senderos de los mares.
10 Señor Dios nuestro,
¡qué grande es tu nombre en la tierra entera!

Salmos 84

Salmo 84 (83)

Añoro los atrios del Señor

84 Al maestro del coro. Según la melodía de Gat. Salmo de los hijos de Coré.
¡Qué gratas son tus moradas,
oh Señor del universo!
Añoro y siento nostalgia
de los atrios del Señor;
mi corazón y mi cuerpo
cantan con gozo al Dios vivo.
Hasta el pájaro encuentra casa
y un nido la golondrina
para poner a sus crías
cerca de tus altares,
¡oh Señor del universo,
rey mío y Dios mío!
Felices quienes moran en tu casa
y te alaban sin cesar; [ Pausa]
feliz quien en ti encuentra su fuerza,
y peregrina de buen grado hacia ti.
Pasan por el valle de los Álamos
y hacen de él un manantial;
lo cubre de bendiciones la lluvia.
Cada vez caminan con más brío,
se presentan ante Dios en Sión.
Señor, Dios del universo,
atiende mi oración,
¡escucha, Dios de Jacob! [ Pausa]
10 Dios, escudo nuestro, mira,
contempla el rostro de tu ungido.
11 Es mejor un día en tus atrios
que mil días fuera de ellos;
prefiero el umbral de la casa de mi Dios
a morar en las tiendas del malvado.
12 Porque Dios, el Señor, es sol y escudo,
el Señor otorga gracia y gloria;
él no niega bien alguno
a quien camina con rectitud.
13 Señor del universo, feliz aquel
que en ti pone su confianza.

Isaías 42:1-12

Primer canto del Siervo

42 Este es mi siervo, a quien sostengo,
mi elegido, en quien me complazco.
Lo he dotado de mi espíritu,
para que lleve el derecho a las naciones.
No gritará ni alzará la voz,
ni se hará escuchar por las calles.
No romperá la caña ya quebrada,
ni apagará la llama que aún vacila;
proclamará el derecho con verdad.
No desfallecerá ni se quebrará,
hasta que implante el derecho en la tierra,
en las islas que esperan su enseñanza.
Así dice Dios, el Señor,
que ha creado y desplegado el cielo,
que ha establecido la tierra y su vegetación,
que ha dado aliento a la gente que hay en ella,
vida a cuantos se mueven por ella:
Yo, el Señor, te llamo con amor,
te tengo asido por la mano,
te formo y te convierto
en alianza de un pueblo,
en luz de las naciones;
para que abras los ojos a los ciegos
y saques a los presos de la cárcel,
del calabozo a los que viven a oscuras.
Yo soy el Señor, así me llamo,
y no cedo a nadie esa gloria,
ni ese honor a los ídolos.
Como ya se ha cumplido lo antiguo,
voy a anunciar cosas nuevas;
antes de que germinen se las digo.

Himno al Señor victorioso

10 Canten al Señor un cántico nuevo,
llegue su alabanza a los confines de la tierra;
lo ensalce el mar y cuanto hay en él,
las islas y los que habitan en ellas.
11 Exulten la estepa y sus poblados,
las aldeas donde habita Quedar;
griten alegres los que moran en Selá,
aclamen desde las cimas de los montes;
12 reconozcan la gloria del Señor,
proclamen su alabanza en las islas.

Efesios 6:10-20

La lucha contra el mal

10 Sólo me resta desear que ustedes se mantengan fuertes, apoyados en el poder irresistible del Señor.

11 Utilicen todas las armas que Dios les proporciona, y así harán frente con éxito a las estratagemas del diablo. 12 Porque no estamos luchando contra enemigos de carne y hueso, sino contra las potencias invisibles que dominan en este mundo de tinieblas, contra las fuerzas espirituales del mal habitantes de un mundo supraterreno. 13 Por eso es preciso que empuñen las armas que Dios les proporciona, a fin de que puedan mantenerse firmes en el momento crítico y superar todas las dificultades sin ceder un palmo de terreno. 14 Estén, pues, listos para el combate: ceñida con la verdad la cintura, protegido el pecho con la coraza de la rectitud 15 y calzados los pies con el celo por anunciar el evangelio de la paz. 16 Tengan siempre embrazado el escudo de la fe, para que en él se apaguen todas las flechas incendiarias del maligno. 17 Como casco, usen el de la salvación, y como espada, la del Espíritu, es decir, la palabra de Dios.

Conclusión (6,18-24)

Orar siempre y por todos

18 Y todo esto háganlo orando y suplicando sin cesar bajo la guía del Espíritu; renuncien incluso al sueño, si es preciso, y oren con insistencia por todos los creyentes. 19 Oren también por mí, para que Dios ponga en mis labios la palabra oportuna y pueda dar a conocer libre y valientemente el plan de Dios encerrado en ese mensaje evangélico, 20 del que soy ahora un embajador encadenado. Que Dios me conceda el valor de anunciarlo como debo.

Juan 3:16-21

16 Tanto amó Dios al mundo, que no dudó en entregarle a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino tenga vida eterna. 17 Pues no envió Dios a su Hijo para dictar sentencia de condenación contra el mundo, sino para que por medio de él se salve el mundo. 18 El que cree en el Hijo no será condenado; en cambio, el que no cree en él, ya está condenado por no haber creído en el Hijo único de Dios. 19 La causa de esta condenación está en que, habiendo venido la luz al mundo, los seres humanos prefirieron las tinieblas a la luz, pues su conducta era mala. 20 En efecto, todos los que se comportan mal, detestan y rehuyen la luz, por miedo a que su conducta quede al descubierto. 21 En cambio, los que actúan conforme a la verdad buscan la luz para que aparezca con toda claridad que es Dios quien inspira sus acciones.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España