Book of Common Prayer
Oración pidiendo misericordia en la prueba
Para el director del coro; con instrumentos de cuerda, sobre una lira de ocho cuerdas[a]. Salmo de David.
6 Señor, no me reprendas en tu ira,
ni me castigues en tu furor(A).
2 Ten piedad de mí, Señor, pues languidezco[b](B);
sáname(C), Señor, porque mis huesos se estremecen(D).
3 Mi alma también está muy angustiada(E);
y tú, oh Señor, ¿hasta cuándo(F)?
4 Vuélvete, Señor, rescata mi alma[c](G);
sálvame por tu misericordia.
5 Porque no hay en la muerte memoria de ti;
en el Seol[d], ¿quién te dará gracias(H)?
Dios, protector del justo
Para el director del coro; sobre una lira de ocho cuerdas[a]. Salmo de David.
12 Salva, Señor, porque el piadoso deja de ser(A);
porque los fieles desaparecen de entre los hijos de los hombres.
2 Falsedad[b] habla cada uno a su prójimo(B);
hablan con labios lisonjeros[c](C) y con doblez de corazón.
3 Corte el Señor todo labio lisonjero,
la lengua que habla con exageración(D);
4 a los que han dicho: Con nuestra lengua prevaleceremos,
nuestros labios nos defienden[d]; ¿quién es señor sobre nosotros(E)?
5 Por la desolación del afligido(F), por los gemidos del menesteroso,
me levantaré ahora, dice el Señor(G); lo pondré en la seguridad que anhela(H).
Oración pidiendo justicia
94 Oh Señor, Dios de las venganzas(A),
oh Dios de las venganzas, ¡resplandece[a](B)!
2 Levántate(C), Juez de la tierra(D);
da su merecido a los soberbios(E).
3 ¿Hasta cuándo los impíos, Señor,
hasta cuándo los impíos se regocijarán(F)?
4 Charlan, hablan con arrogancia(G);
todos los que hacen iniquidad se vanaglorían(H).
5 Aplastan a tu pueblo(I), Señor,
y afligen a tu heredad(J).
6 Matan a la viuda y al extranjero[b],
y asesinan a los huérfanos(K).
7 Y dicen: El Señor[c] no lo ve,
ni hace caso(L) el Dios de Jacob.
8 Haced caso, torpes del pueblo;
necios[d], ¿cuándo entenderéis(M)?
9 El que hizo[e] el oído(N), ¿no oye?
El que dio forma al ojo, ¿no ve?
10 ¿No reprenderá el que castiga[f] a las naciones(O),
el que enseña conocimiento al hombre(P)?
11 El Señor conoce los pensamientos del hombre(Q),
sabe que son solo un soplo.
12 Bienaventurado el hombre a quien corriges[g](R), Señor[h],
y lo instruyes en[i] tu ley(S);
13 para darle descanso(T) en los días de aflicción(U),
hasta que se cave una fosa(V) para el impío.
14 Porque el Señor no abandonará a su pueblo(W),
ni desamparará a su heredad(X).
15 Porque el juicio[j](Y) volverá a ser justo[k],
y todos los rectos de corazón lo seguirán[l].
16 ¿Quién se levantará por mí(Z) contra los malhechores?
¿Quién me defenderá de[m] los que hacen iniquidad(AA)?
17 Si el Señor no hubiera sido mi socorro(AB),
pronto habría habitado mi alma en el lugar del silencio.
18 Si digo: Mi pie ha resbalado(AC),
tu misericordia, oh Señor, me sostendrá.
19 Cuando mis inquietudes se multiplican[n] dentro de mí,
tus consuelos(AD) deleitan mi alma.
20 ¿Puede ser aliado tuyo un trono[o] de destrucción(AE),
que planea el mal[p] por decreto(AF)?
21 Se unen(AG) contra la vida[q] del justo,
y condenan a muerte al inocente[r](AH).
22 Pero el Señor ha sido mi baluarte(AI),
y mi Dios la roca de mi refugio(AJ).
23 Él ha hecho volver sobre ellos su propia iniquidad(AK),
y los destruirá[s] en su maldad(AL);
el Señor, nuestro Dios, los destruirá[t].
17 Sión extiende sus manos,
no hay quien la consuele(A).
El Señor ha ordenado contra Jacob
que los que lo rodean sean sus adversarios(B);
Jerusalén se ha vuelto cosa inmunda en medio de ellos(C).
18 El Señor es justo(D),
pues me he rebelado contra su mandamiento[a](E).
Oíd ahora, pueblos todos,
y ved mi dolor[b](F):
mis vírgenes y mis jóvenes
han ido al cautiverio(G).
19 Llamé a mis amantes, mas ellos me han engañado(H).
Mis sacerdotes(I) y mis ancianos han perecido en la ciudad,
cuando buscaban alimento para sí a fin de restaurar sus fuerzas[c](J).
20 Mira, oh Señor, que estoy angustiada;
hierven mis entrañas,
mi corazón se revuelve dentro de mí(K),
porque he sido muy rebelde(L).
En la calle la espada me deja sin hijos,
en la casa es como la muerte.
21 Han oído que gimo,
y no hay quien me consuele.
Todos mis enemigos han oído de mi mal,
se regocijan de que tú lo hayas hecho(M).
¡Oh, si tú trajeras el día que has anunciado,
para que sean ellos como yo(N)!
22 Venga toda su maldad delante de ti,
y trátalos como a mí me has tratado(O)
por todas mis transgresiones;
porque son muchos mis gemidos, y desfallece mi corazón.
8 Porque no queremos que ignoréis, hermanos(A), acerca de nuestra aflicción sufrida[a] en Asia[b](B), porque fuimos abrumados sobremanera, más allá de nuestras fuerzas, de modo que hasta perdimos la esperanza de salir con vida(C). 9 De hecho[c], dentro de nosotros mismos ya teníamos la sentencia de muerte, a fin de que no confiáramos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos, 10 el cual nos libró(D) de tan gran peligro de muerte y nos librará, y en quien hemos puesto nuestra esperanza(E) de que Él aún nos ha de librar, 11 cooperando también vosotros con nosotros con la oración(F), para que por muchas personas sean dadas gracias a favor nuestro por el don que nos ha sido impartido por medio de las oraciones de muchos(G).
Sinceridad de Pablo
12 Porque nuestra satisfacción[d] es esta: el testimonio de nuestra conciencia(H) que en la santidad[e] y en la sinceridad que viene de Dios(I), no en sabiduría carnal(J) sino en la gracia de Dios, nos hemos conducido en el mundo y especialmente hacia vosotros. 13 Porque ninguna otra cosa os escribimos sino lo que leéis y entendéis, y espero que entenderéis hasta el fin(K), 14 así como también nos habéis entendido en parte, que nosotros somos el motivo de vuestra gloria, así como también vosotros la nuestra en el día de nuestro Señor Jesús(L).
15 Y con esta confianza me propuse ir primero a vosotros(M) para que dos veces recibierais bendición[f](N), 16 es decir[g], quería visitaros de paso[h] a Macedonia(O), y de Macedonia ir de nuevo a vosotros(P) y ser encaminado por vosotros en mi viaje(Q) a Judea. 17 Por tanto, cuando me propuse esto, ¿acaso obré precipitadamente? O lo que me propongo, ¿me lo propongo conforme a la carne(R), para que en mí haya al mismo tiempo el sí, sí, y el no, no? 18 Pero como Dios es fiel(S), nuestra palabra a vosotros no es sí y no(T). 19 Porque el Hijo de Dios, Cristo Jesús(U), que fue predicado entre vosotros por nosotros (por mí y Silvano(V) y Timoteo(W)) no fue sí y no, sino que ha sido sí en Él(X). 20 Pues tantas como sean las promesas de Dios(Y), en Él todas son sí(Z); por eso también por medio de Él, Amén(AA), para la gloria de Dios por medio de nosotros. 21 Ahora bien, el que nos confirma(AB) con vosotros en Cristo y el que nos ungió(AC), es Dios, 22 quien también nos selló(AD) y nos dio el Espíritu en nuestro corazón(AE) como garantía[i].
La autoridad de Jesús puesta en duda
27 Llegaron* de nuevo a Jerusalén; (A)y cuando Jesús andaba por el templo, se le acercaron* los principales sacerdotes, los escribas y los ancianos, 28 y le dijeron: ¿Con qué autoridad haces estas cosas, o quién te dio la autoridad para hacer esto? 29 Y Jesús les dijo: Yo también os haré una pregunta[a]; respondédmela, y entonces os diré con qué autoridad hago estas cosas. 30 El bautismo de Juan, ¿era del cielo o de los hombres? Respondedme. 31 Y ellos discurrían entre sí, diciendo: Si decimos: «Del cielo», Él dirá: «Entonces, ¿por qué no le creísteis?». 32 ¿Mas si decimos: «De los hombres»? Pero temían a la multitud, porque todos consideraban que Juan verdaderamente había sido un profeta. 33 Y respondiendo a Jesús, dijeron*: No sabemos. Y Jesús les dijo*: Tampoco yo os diré[b] con qué autoridad hago estas cosas.
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