Book of Common Prayer
El Señor, guardador de Israel
Cántico de ascenso gradual[a].
121 Levantaré mis ojos(A) a los montes(B);
¿de dónde vendrá mi socorro?
2 Mi socorro viene del Señor(C),
que hizo los cielos y la tierra(D).
3 No permitirá que tu pie resbale(E);
no se adormecerá el que te guarda(F).
4 He aquí, no se adormecerá ni dormirá
el que guarda a Israel.
5 El Señor es tu guardador(G);
el Señor es tu sombra a tu mano derecha(H).
6 El sol no te herirá[b](I) de día,
ni la luna de noche.
7 El Señor te protegerá[c] de todo mal(J);
El guardará tu alma.
8 El Señor guardará tu salida y tu entrada
desde ahora y para siempre(K).
Oración por la paz de Jerusalén
Cántico de ascenso gradual[d]; de David.
122 Yo me alegré cuando me dijeron:
Vamos a la casa del Señor(L).
2 Plantados están nuestros pies
dentro de tus puertas(M), oh Jerusalén.
3 Jerusalén, que está edificada(N)
como ciudad compacta, bien unida(O),
4 a la cual suben las tribus(P), las tribus del Señor[e],
(lo cual es ordenanza[f] para Israel)
para alabar[g] el nombre del Señor.
5 Porque allí se establecieron tronos para juicio(Q),
los tronos de la casa de David.
6 Orad por la paz de Jerusalén(R):
Sean prosperados los que te aman(S).
7 Haya paz dentro de tus muros(T),
y prosperidad en tus palacios(U).
8 Por amor de mis hermanos y de mis amigos(V)
diré ahora: Sea la paz en ti(W).
9 Por amor de la casa del Señor nuestro Dios
procuraré tu bien(X).
Oración pidiendo ayuda del Señor
Cántico de ascenso gradual[h].
Humilde confianza en Dios
Cántico de ascenso gradual[a]; de David.
131 Señor, mi corazón no es soberbio(A), ni mis ojos altivos(B);
no ando tras las grandezas(C),
ni en cosas demasiado difíciles[b] para mí(D);
2 sino que he calmado y acallado mi alma(E);
como niño destetado en el regazo de su madre(F),
como niño destetado reposa en mí mi alma.
3 Espera, oh Israel(G), en el Señor,
desde ahora y para siempre(H).
Plegaria por el santuario
Cántico de ascenso gradual[c].
132 Acuérdate, Señor, de David,
de toda su aflicción(I);
2 de cómo juró al Señor,
y prometió al Poderoso de Jacob(J):
3 Ciertamente no entraré en[d] mi casa(K),
ni en mi lecho me acostaré[e];
4 no daré sueño a mis ojos,
ni a mis párpados adormecimiento(L),
5 hasta que halle un lugar para el Señor(M),
una morada[f] para el Poderoso de Jacob(N).
6 He aquí, oímos de ella en Efrata(O);
la hallamos en los campos de Jaar[g](P).
7 Entremos a sus moradas(Q);
postrémonos(R) ante el estrado de sus pies(S).
8 Levántate(T), Señor, al lugar de tu reposo(U);
tú y el arca de tu poder(V).
9 Vístanse de justicia tus sacerdotes(W);
y canten con gozo tus santos(X).
10 Por amor a David tu siervo,
no hagas volver el rostro de tu ungido(Y).
11 El Señor ha jurado a David(Z)
una verdad de la cual no se retractará:
De tu descendencia[h] pondré sobre tu trono(AA).
12 Si tus hijos guardan mi pacto,
y mi testimonio que les enseñaré,
sus hijos también ocuparán[i] tu trono para siempre(AB).
13 Porque el Señor ha escogido a Sión(AC);
la quiso para su habitación(AD).
14 Este es mi lugar de reposo para siempre(AE);
aquí habitaré(AF), porque la he deseado.
15 Su provisión bendeciré en abundancia(AG);
de pan saciaré a sus pobres(AH).
16 A sus sacerdotes también vestiré de salvación,
y sus santos darán voces de júbilo(AI).
17 Allí haré surgir el poder[j] de David(AJ);
he preparado una lámpara para mi ungido(AK).
18 A sus enemigos cubriré de vergüenza(AL),
mas sobre él resplandecerá su corona(AM).
14 Así dice el Señor:
Los productos[a] de Egipto(A), la mercadería de Cus[b](B)
y los sabeos, hombres de gran estatura,
pasarán a ti y tuyos serán(C);
detrás de ti caminarán, pasarán encadenados(D)
y ante ti se inclinarán(E).
Te suplicarán:
«Ciertamente Dios está contigo[c](F) y no hay ningún otro,
ningún otro dios(G)».
15 En verdad, tú eres un Dios que te ocultas(H),
oh Dios de Israel, Salvador(I).
16 Avergonzados y aun humillados serán todos ellos;
los fabricantes de ídolos[d] a una se irán humillados(J).
17 Israel ha sido salvado por el Señor
con salvación eterna(K);
no seréis avergonzados ni humillados(L)
por toda la eternidad.
18 Porque así dice el Señor que creó los cielos(M)
(Él es el Dios que formó la tierra y la hizo(N),
Él la estableció y no la hizo un lugar desolado[e](O),
sino que la formó para ser habitada(P)):
Yo soy el Señor y no hay ningún otro(Q).
19 No he hablado en secreto(R),
en alguna tierra oscura[f];
no dije a la descendencia[g] de Jacob(S):
«Buscadme(T) en lugar desolado[h]».
Yo, el Señor, hablo justicia(U)
y declaro lo que es recto(V).
Cristo en vosotros, la esperanza de gloria
24 Ahora me alegro de mis sufrimientos por vosotros(A), y en mi carne, completando lo que falta de las aflicciones de Cristo, hago mi parte por su cuerpo(B), que es la iglesia, 25 de la cual fui hecho ministro(C) conforme a la administración[a] de Dios que me fue dada para beneficio vuestro(D), a fin de llevar a cabo la predicación de la[b] palabra de Dios, 26 es decir, el misterio que ha estado oculto desde los siglos y generaciones pasadas, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos(E), 27 a quienes Dios quiso dar a conocer cuáles son las riquezas de la gloria(F) de este misterio(G) entre los gentiles, que es Cristo en vosotros(H), la esperanza(I) de la gloria. 28 A Él nosotros proclamamos, amonestando a todos los hombres, y enseñando a todos los hombres(J) con[c] toda sabiduría(K), a fin de poder presentar a todo hombre(L) perfecto en Cristo(M). 29 Y con este fin también trabajo, esforzándome(N) según su poder[d] que obra poderosamente[e] en mí(O).
Preocupación de Pablo por los colosenses
2 Porque quiero que sepáis qué gran lucha(P) tengo por vosotros y por los que están en Laodicea(Q), y por todos los que no me han visto en persona[f], 2 para que sean alentados sus corazones(R), y unidos(S) en amor, alcancen todas las riquezas(T) que proceden de una plena seguridad de comprensión, resultando en un verdadero conocimiento del misterio de Dios[g](U), es decir, de Cristo(V), 3 en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento(W). 4 Esto lo digo(X) para que nadie os engañe con razonamientos persuasivos[h](Y). 5 Porque aunque estoy ausente en el cuerpo[i], sin embargo estoy con vosotros en espíritu(Z), regocijándome al ver[j] vuestra buena disciplina[k](AA) y la estabilidad[l] de vuestra fe(AB) en Cristo.
6 Por tanto, de la manera que recibisteis a Cristo Jesús(AC) el Señor, así andad[m] en Él(AD); 7 firmemente arraigados(AE) y edificados en Él(AF) y confirmados en[n] vuestra fe(AG), tal como fuisteis instruidos(AH), rebosando de[o] gratitud[p].
Jesús, la luz del mundo
12 Jesús les habló otra vez, diciendo: Yo soy la luz del mundo(A); el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz(B) de la vida. 13 Entonces los fariseos le dijeron: Tú das testimonio de ti mismo; tu testimonio no es verdadero[a](C). 14 Respondió Jesús y les dijo: Aunque yo doy testimonio(D) de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque yo sé de dónde he venido y adónde voy(E); pero vosotros no sabéis de dónde vengo(F) ni adónde voy. 15 Vosotros juzgáis según la carne[b](G); yo no juzgo a nadie(H). 16 Pero si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy yo solo, sino yo y el Padre que[c] me envió(I). 17 Aun en vuestra ley está escrito que el testimonio de dos hombres es verdadero[d](J). 18 Yo soy el que doy testimonio de mí mismo, y el Padre que me envió da testimonio de mí(K). 19 Entonces le decían: ¿Dónde está tu Padre? Jesús respondió: No me conocéis a mí ni a mi Padre. Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre(L).
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