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Book of Common Prayer

Daily Old and New Testament readings based on the Book of Common Prayer.
Duration: 861 days
Reina Valera Revisada (RVR1977)
Version
Salmos 30

Acción de gracias por haber sido librado de la muerte

Salmo cantado en la dedicación de la Casa. Salmo de David.

30 Te ensalzaré, oh Jehová, porque me has puesto a salvo,
Y no permitiste que mis enemigos se alegraran a costa mía.
Jehová Dios mío,
A ti clamé, y me sanaste.
Oh Jehová, hiciste subir mi alma del Seol;
Me hiciste revivir de entre los que descienden a la sepultura.

Cantad a Jehová, vosotros sus santos,
Y celebrad la memoria de su santidad.
Porque de un momento es su ira,
Pero su favor dura toda la vida.
Por la noche nos visita el llanto,
Pero a la mañana viene la alegría.

En mi prosperidad dije yo:
No seré jamás zarandeado,
Porque tú, Jehová, con tu favor me afianzaste como monte fuerte.
Pero escondiste tu rostro y quedé desconcertado.

A ti, oh Jehová, clamé,
Y al Señor supliqué.
¿Qué provecho sacas de mi muerte cuando descienda a la sepultura?
¿Te alabará el polvo? ¿Anunciará tu verdad?
10 Escucha, oh Jehová, y ten misericordia de mí;
Jehová, sé tú mi auxilio.

11 Has cambiado mi lamento en una danza;
Desataste mi sayal, y me ceñiste de alegría.
12 A fin de que mi alma te cante y no esté callada.
Jehová Dios mío, te alabaré por siempre.

Salmos 32

La dicha del perdón

Salmo de David. Masquil.

32 Bienaventurado aquel a quien es perdonada su transgresión, y cubierto su pecado.
Bienaventurado el hombre a quien Jehová no imputa iniquidad,
Y en cuyo espíritu no hay doblez.

Mientras callé, se consumieron mis huesos
En mi gemir de todo el día.
Porque de día y de noche pesaba sobre mí tu mano;
Se volvió mi verdor en sequedades de estío.
Selah

Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad.
Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová;
Y tú perdonaste la maldad de mi pecado.
Selah

Por esto orará a ti todo santo en el tiempo en que puedas ser hallado;
Ciertamente en la inundación de muchas aguas no llegarán éstas a él.
Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia;
Con cánticos de liberación me rodearás.
Selah

Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar;
Sobre ti fijaré mis ojos.
No seáis como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento,
Que han de ser sujetados con cabestro y con freno,
Porque si no, no se pueden dominar.

10 Muchos dolores habrá para el impío;
Mas al que espera en Jehová, le rodea la misericordia.
11 Alegraos en Jehová y gozaos, justos;
Y cantad con júbilo todos vosotros los rectos de corazón.

Salmos 42-43

Libro II

Mi alma tiene sed de Dios

Al músico principal. Masquil de los hijos de Coré.

42 Como el ciervo busca jadeante las corrientes de las aguas,
Así te anhela a ti, oh Dios, el alma mía.
Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo;
¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?
Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche,
Mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu Dios?

Me acuerdo de estas cosas, y derramo mi alma dentro de mí;
De cómo yo iba con la multitud, y la conducía hasta la casa de Dios,
Entre voces de alegría y de alabanza del pueblo en fiesta.
¿Por qué te abates, oh alma mía,
Y te turbas dentro de mí?
Espera en Dios; porque aún he de alabarle,
Salvación mía y Dios mío.

Dios mío, mi alma está abatida en mí;
Me acordaré, por tanto, de ti desde la tierra del Jordán,
Y de los hermonitas, desde el monte de Mizar.
Un abismo llama a otro a la voz de tus cascadas;
Todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí.
Pero de día mandará Jehová su misericordia,
Y de noche su cántico estará conmigo,
Y mi oración al Dios de mi vida.

Diré a Dios: Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí?
¿Por qué andaré yo enlutado por la opresión del enemigo?
10 Hasta romperme los huesos, mis enemigos me afrentan,
Diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios?

11 ¿Por qué te abates, oh alma mía,
Y por qué te turbas dentro de mí?
Espera en Dios; porque aún he de alabarle,
Salvación mía y Dios mío.

Plegaria pidiendo vindicación y liberación

43 Júzgame, oh Dios, y defiende mi causa;
Líbrame de gente maligna, y del hombre engañoso e inicuo.
Puesto que tú eres el Dios de mi fortaleza, ¿por qué me has desechado?
¿Por qué andaré como enlutado por la opresión del enemigo?

Envía tu luz y tu verdad; éstas me guiarán;
Me conducirán a tu santo monte,
Y a tus moradas.
Entraré al altar de Dios,
Al Dios de mi alegría y de mi gozo;
Y te alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío.

¿Por qué te abates, oh alma mía,
Y por qué te turbas dentro de mí?
Espera en Dios; porque aún he de alabarle,
Salvación mía y Dios mío.

Génesis 12:9-13:1

Y Abram partió de allí, caminando y yendo hacia el Négueb.

Abram va a Egipto

10 Y hubo hambre en la tierra, y descendió Abram a Egipto para morar allá; porque era grande el hambre en la tierra.

11 Y aconteció que cuando estaba para entrar en Egipto, dijo a Saray su mujer: He aquí, ahora conozco que eres mujer de hermoso aspecto;

12 y cuando te vean los egipcios, dirán: Su mujer es; y me matarán a mí, y a ti te reservarán la vida.

13 Ahora, pues, di que eres mi hermana, para que me vaya bien por causa tuya, y viva mi alma por causa de ti.

14 Y aconteció que cuando entró Abram en Egipto, los egipcios vieron que la mujer era hermosa en gran manera.

15 También la vieron los príncipes de Faraón, y la alabaron delante de él; y fue llevada la mujer a casa de Faraón.

16 E hizo bien a Abram por causa de ella; y él tuvo ovejas, vacas, asnos, siervos, criadas, asnas y camellos.

17 Mas Jehová hirió a Faraón y a su casa con grandes plagas, por causa de Saray mujer de Abram.

18 Entonces Faraón llamó a Abram, y le dijo: ¿Qué es esto que has hecho conmigo? ¿Por qué no me declaraste que era tu mujer?

19 ¿Por qué dijiste: Es mi hermana, poniéndome en ocasión de tomarla para mí por mujer? Ahora, pues, he aquí tu mujer, tómala, y vete.

20 Entonces Faraón dio orden a su gente acerca de Abram; y le acompañaron, y a su mujer, con todo lo que tenía.

Separación de Abram y Lot

13 Subió, pues, Abram de Egipto hacia el Négueb, él y su mujer, con todo lo que tenía, y con él Lot.

Hebreos 7:18-28

18 Pues, por un lado, queda abrogado el mandamiento anterior a causa de su debilidad e inutilidad

19 (pues la ley no llevó nada a la perfección), y por otro lado, se introduce una mejor esperanza, mediante la cual nos acercamos a Dios.

20 Y por cuanto no fue hecho sin juramento

21 (porque los otros ciertamente fueron hechos sacerdotes sin juramento; pero éste, con el juramento del que le dijo:

Juró el Señor, y no se arrepentirá:
Tú eres sacerdote para siempre,
Según el orden de Melquisedec),

22 tanto más ha llegado a ser Jesús fiador de un mejor pacto.

23 Y, además, los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que la muerte les impedía continuar;

24 mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio intransferible;

25 por lo cual puede también salvar completamente a los que por medio de él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.

26 Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y encumbrado por encima de los cielos;

27 que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, cuando se ofreció a sí mismo.

28 Porque la ley constituye sumos sacerdotes a débiles hombres; pero la palabra del juramento, posterior a la ley, al Hijo, hecho perfecto para siempre.

Juan 4:27-42

27 En esto llegaron sus discípulos, y se sorprendieron de que hablara con una mujer; sin embargo, ninguno dijo: ¿Qué le preguntas?, o: ¿Qué hablas con ella?

28 Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres:

29 Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será éste el Cristo?

30 Entonces salieron de la ciudad, y comenzaron a venir a él.

31 Entretanto, los discípulos le rogaban, diciendo: Rabí, come.

32 Pero él les dijo: Yo tengo para comer un alimento que vosotros no sabéis.

33 Entonces los discípulos se decían unos a otros: ¿Le habrá traído alguien de comer?

34 Jesús les dijo: Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió, y llevar a cabo su obra.

35 ¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? Pues yo os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega.

36 Y el que siega recibe salario, y recoge fruto para vida eterna, para que el que siembra se regocije juntamente con el que siega.

37 Porque en esto es verdadero el dicho: Uno es el que siembra, y otro es el que siega.

38 Yo os he enviado a segar lo que vosotros no habéis trabajado; otros han trabajado, y vosotros habéis entrado en su labor.

39 Y de aquella ciudad, muchos de los samaritanos creyeron en él por la palabra de la mujer, que daba testimonio diciendo: Me dijo todo lo que he hecho.

40 Entonces vinieron los samaritanos a él y le rogaban que se quedase con ellos; y se quedó allí dos días.

41 Y creyeron muchos más por la palabra de él,

42 y decían a la mujer: Ya no creemos por lo que tú has hablado, porque nosotros mismos hemos oído, y sabemos que verdaderamente éste es el Salvador del mundo, el Cristo.

Reina Valera Revisada (RVR1977)

Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.