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Book of Common Prayer

Daily Old and New Testament readings based on the Book of Common Prayer.
Duration: 861 days
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
Version
Salmos 37

Salmo 37 (36)

Los justos heredarán la tierra

37 De David.
No te exasperes con los malvados,
no envidies a los que obran mal,
pues como la hierba pronto se secan,
como el prado verde se agostan.
Confía en el Señor y haz el bien,
habita esta tierra y sé fiel.
Deléitate en el Señor
y él te dará cuanto pidas.
Encomienda tu camino al Señor,
confía en él y él actuará.
Hará que como la luz resplandezca tu justicia,
como el mediodía tu derecho.
Descansa en el Señor
y pon en él tu esperanza;
no envidies a quien prospera,
a quien no para de tramar intrigas.
No te enfurezcas, no te enojes,
no te exasperes que harás mal.
Pues los malvados serán aniquilados;
heredarán, en cambio, la tierra
los que confían en el Señor.
10 Dentro de poco no habrá ni un malvado,
mirarás dónde estaba y no habrá nadie.
11 Los humildes heredarán la tierra
y se deleitarán en una inmensa paz.
12 El malvado maquina contra el justo,
rechina sus dientes contra él.
13 Pero mi Dios se ríe de él
porque ve que llega su fin.
14 Desenvainan su espada
y tensan su arco los impíos
para abatir al humilde y al oprimido,
para aniquilar a los honrados.
15 Pero su espada se hundirá en su corazón
y quedarán rotos sus arcos.
16 Es mejor la pobreza de un justo
que la riqueza de muchos malvados;
17 el poder del malvado se desvanece,
mientras el Señor protege a los justos.
18 El Señor conoce la vida de los buenos
y su herencia durará por siempre.
19 No serán defraudados en tiempo adverso,
en tiempo de hambre quedarán saciados.
20 Pero los malvados desaparecerán,
los enemigos del Señor se extinguirán
como el verdor del prado,
se esfumarán como el humo.
21 El malvado toma prestado y no devuelve,
el justo es compasivo y dadivoso.
22 Los que el Señor bendice heredarán la tierra,
los que maldice serán aniquilados.
23 El Señor afianza los pasos del ser humano
y en su conducta se complace.
24 Aunque caiga, no quedará postrado,
porque el Señor sostiene su mano.
25 Fui joven, soy ya viejo,
pero nunca vi a un justo abandonado
ni a sus hijos pidiendo pan.
26 El justo es siempre compasivo y presta,
¡bendito sea su linaje!
27 Apártate del mal, haz el bien
y por siempre tendrás una morada.
28 Porque el Señor ama el derecho
y no abandona a sus fieles;
en todo momento los protege
y extermina el linaje de los malvados.
29 Los justos poseerán la tierra
y habitarán en ella por siempre.
30 La boca del justo vierte sabiduría,
su lengua proclama la justicia.
31 La ley del Señor está en su corazón
y sus pies no tropiezan.
32 El malvado acecha al justo
y pretende darle muerte.
33 Pero el Señor no lo pondrá en sus manos,
no dejará que lo condenen en el juicio.
34 Espera en el Señor, respeta su camino;
él te alzará para que heredes la tierra
y tú contemplarás el exterminio del malvado.
35 Yo vi a un malvado engreído,
ufanándose como un cedro frondoso;
36 pero volví a pasar y no estaba,
lo estuve buscando y no lo encontré.
37 Observa al bueno, mira al honrado,
porque al pacífico le aguarda un mañana;
38 pero los pecadores serán aniquilados,
el futuro de los malvados se desvanecerá.
39 Del Señor viene la salvación de los justos,
él es su refugio en tiempo de angustia.
40 El Señor los ayuda y los libra,
los libra de los malvados y los salva,
porque han puesto en él su confianza.

Proverbios 21:30-22:6

30 No hay sabiduría, ni inteligencia,
ni consejo que pueda enfrentarse al Señor.
31 Preparamos el caballo para la batalla,
pero el Señor da la victoria.

22 Más vale fama que grandes riquezas;
mejor que oro y plata, la buena estima.
En una cosa coinciden el rico y el pobre:
a ambos los hizo el Señor.
El prudente ve el peligro y se esconde,
los incautos se arriesgan y lo pagan.
Humildad y respeto al Señor
traen riqueza, vida y honor.
Espinos y trampas en la senda del perverso,
quien cuida su vida se aleja de ellos.
Enseña al muchacho al comienzo de su camino
y ni de viejo se apartará de él.

1 Timoteo 4

II.— INSTRUCCIONES PERSONALES A TIMOTEO (4,1—6,21)

Falsos maestros y falsas enseñanzas

El Espíritu proclama que, en los últimos tiempos, algunos desertarán de la ley y prestarán oídos a falsos maestros y a enseñanzas demoniacas. Se trata de embaucadores hipócritas que tienen la conciencia empedernida y que prohíben tanto el matrimonio como el uso de ciertos alimentos, siendo así que Dios ha creado estas cosas para que los fieles, que conocen la verdad, disfruten de ellas dándole gracias. Pues todo cuanto Dios ha creado es bueno, y nada hay que sea pernicioso si se come dando gracias. Todo lo santifica la palabra de Dios y la oración.

El buen servidor de Jesucristo

Si enseñas estas cosas a los hermanos, serás un buen servidor de Cristo Jesús y estarás alimentado con el mensaje de la fe y de la hermosa enseñanza que tan fielmente has seguido. Desecha los mitos profanos que sólo son cuentos de viejas. Ejercítate en una vida auténticamente piadosa, teniendo en cuenta que el ejercicio corporal no sirve para mucho y, en cambio, una vida auténticamente religiosa es útil para todo; además, cuenta con la promesa de la vida, tanto presente como futura. Es esta una palabra digna de crédito y que debe aceptarse sin reservas. 10 En efecto, si nos fatigamos y luchamos, es porque hemos puesto la esperanza en Dios viviente que es salvador de todos, especialmente de los creyentes.

11 Enseña y recomienda estas cosas. 12 Que nadie te menosprecie por ser joven. Al contrario, que tu palabra, tu conducta, tu amor, tu fe y tu limpio proceder te conviertan en modelo para los creyentes. 13 Mientras esperas que yo llegue, dedícate a la lectura [de las Escrituras], a la exhortación y a la enseñanza. 14 No hagas estéril el don que hay en ti y que se te confirió cuando, por indicación profética, los presbíteros te impusieron las manos. 15 Tómate en serio todo esto y vívelo intensamente a fin de que todos puedan constatar tu aprovechamiento. 16 Cuida de ti y de la enseñanza; sé constante en lo que hagas, pues de esa manera te salvarás tú y salvarás a quienes te escuchen.

Mateo 13:24-30

Parábola de la cizaña y el trigo

24 Jesús les contó después esta otra parábola:

— El reino de los cielos puede compararse a un hombre que había sembrado buena semilla en su campo. 25 Pero mientras todos dormían, llegó su enemigo, sembró cizaña entre el trigo y se marchó. 26 Cuando el trigo germinó y se formó la espiga, apareció también la cizaña. 27 Los criados se dirigieron entonces al amo del campo y le dijeron: “Señor, ¿cómo es que hay cizaña en el campo, si la semilla que sembraste era buena?”. 28 El amo les contestó: “Alguien que no me quiere bien ha hecho esto”. Los criados le propusieron: “Si te parece, iremos a arrancar la cizaña”. 29 Pero él les dijo: “No lo hagan ahora, no sea que, por arrancar la cizaña, arranquen también el trigo. 30 Déjenlos crecer juntos hasta el tiempo de la siega. Entonces encargaré a los segadores que corten primero la cizaña y la aten en manojos para quemarla, y que luego guarden el trigo en mi granero”.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España