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Book of Common Prayer

Daily Old and New Testament readings based on the Book of Common Prayer.
Duration: 861 days
Traducción en lenguaje actual (TLA)
Version
Salmos 40

Dios es mi libertador

SALMO 40 (39)

Himno de David.

40 Toda mi esperanza
la tengo puesta en Dios,
pues aceptó atender mis ruegos.
Mi vida corría peligro,
y él me libró de la muerte;
me puso sobre una roca,
me puso en lugar seguro.
Me enseñó un nuevo himno
para cantarle alabanzas.
Muchos, al ver esto,
se sintieron conmovidos
y confiaron en mi Dios.

Dios bendice
a los que en él confían,
a los que rechazan a los orgullosos
que adoran dioses falsos.

Mi Señor y Dios,
me faltan palabras para contar
los muchos planes y maravillas
que has hecho en nuestro favor.
Quisiera mencionarlos todos,
pero me resulta imposible.

Tú no pides sacrificios
a cambio de tu perdón;
tan sólo nos pides obediencia.
Por eso te he dicho:
«Aquí me tienes».
Así me lo enseña
la Ley de Moisés.
Dios mío,
cumplir tu voluntad
es mi más grande alegría;
¡tus enseñanzas las llevo
muy dentro de mí!

9-10 Dios mío, tú bien sabes
que no he guardado silencio.
Siempre he dicho que eres justo.
A todo el mundo le he dicho
que tú eres fiel y salvas.
No le he ocultado a tu pueblo
tu gran fidelidad.
11 Y tú, Dios mío,
no me dejes sin tus cuidados;
por tu gran fidelidad,
nunca dejes de protegerme.
12 Son tantas mis maldades
que no las puedo contar;
me dominan,
me tienen acorralado,
ya no puedo ver,
ya no me quedan fuerzas.
¡Tengo más pecados
que pelos en la cabeza!

13 Dios mío,
¡líbrame, por favor!,
¡ven pronto en mi ayuda!
14 Confunde y avergüenza
a todos los que quieren matarme;
haz que huyan derrotados
todos los que desean mi mal;
15 derrota y avergüenza
a los que se burlan de mí.
16 Pero deja que se alegren
los que en tu templo te adoran;
que digan siempre
los que aman tu salvación:
«¡Nuestro Dios es poderoso!»

17 Y a mí, Señor y Dios,
¡no me olvides,
pues estoy pobre e indefenso!
No te tardes,
pues tú eres quien me ayuda;
¡tú eres mi libertador!

Salmos 54

Ven a defenderme

SALMO 54 (53)

David compuso este poema cuando la gente de Zif fue a decirle a Saúl: «Parece que David se ha escondido entre nosotros». Instrucciones para el director del coro: Este himno deberá cantarse acompañado de instrumentos de cuerda.

54 Dios mío,
ven a salvarme,
ven a defenderme;
haz uso de tu poder,
¡muestra quién eres!
Dios mío,
escucha mi oración;
atiende mis palabras.
Gente extraña y violenta
me ataca y me quiere matar.
¡Esa gente no quiere nada contigo!

4-6 Tú, mi Dios y Señor,
me das tu ayuda y tu apoyo;
harás caer sobre mis enemigos
el mal que quieren hacerme.

¡Destrúyelos, Dios mío,
pues tú eres fiel!
Yo, con mucho gusto,
te presentaré una ofrenda
y alabaré tu bondad,
pues me dejaste ver
la derrota de mis enemigos,
y me libraste de todos mis problemas.

Salmos 51

Perdóname, Dios mío

SALMO 51 (50)

David compuso este salmo después de que tuvo relaciones sexuales con Betsabé. El profeta Natán lo reprendió por haber cometido adulterio.

51 Dios mío,
tú eres todo bondad,
ten compasión de mí;
tú eres muy compasivo,
no tomes en cuenta mis pecados.
¡Quítame toda mi maldad!
¡Quítame todo mi pecado!

Sé muy bien que soy pecador,
y sé muy bien que he pecado.
A ti, y sólo a ti
te he ofendido;
he hecho lo malo,
en tu propia cara.
Tienes toda la razón
al declararme culpable;
no puedo alegar
que soy inocente.
Tengo que admitir
que soy malo de nacimiento,
y que desde antes de nacer
ya era un pecador.
Tú quieres que yo sea sincero;
por eso me diste sabiduría.

Quítame la mancha del pecado,
y quedaré limpio.
Lava todo mi ser,
y quedaré más blanco que la nieve.
Ya me hiciste sufrir mucho;
¡devuélveme la felicidad!
No te fijes en mi maldad
ni tomes en cuenta mis pecados.

10 Dios mío,
no me dejes tener
malos pensamientos;
cambia todo mi ser.
11 No me apartes de ti;
¡no me quites tu santo espíritu!
12 Dame tu ayuda y tu apoyo;
enséñame a ser obediente,
y así volveré a ser feliz.
13 A los pecadores les diré
que deben obedecerte
y cambiar su manera de vivir.

14-15 Señor y Dios mío,
Dios de mi salvación,
líbrame de la muerte,
y entre gritos de alegría
te daré gracias
por declararme inocente.
Abre mis labios
y te cantaré alabanzas.
16 Yo con gusto te ofrecería
animales para ser sacrificados,
pero eso no es lo que quieres;
eso no te complace.
17 Para ti,
la mejor ofrenda es la humildad.
Tú, mi Dios, no desprecias
a quien con sinceridad
se humilla y se arrepiente.

18 Trata con bondad a Jerusalén;
vuelve a levantar sus murallas.
19 Entonces recibirás con gusto
las ofrendas que mereces,
y en tu altar se presentarán
toros en tu honor.

Éxodo 34:18-35

Las fiestas de cada año

18 »Celebren la fiesta de los panes sin levadura. Coman pan sin levadura durante siete días, siguiendo todas las instrucciones que les he dado. Deben hacer la fiesta en el mes de Abib,[a] porque en ese mes salieron de Egipto.

19 »El primer hijo de cada uno de ustedes será para mí, lo mismo que todos los primeros machos de sus vacas y ovejas. 20 Por el primer macho de una burra podrán darme un cordero o un cabrito. Pero si no me lo dan, entonces le romperán el cuello al burrito. De igual manera, a cambio del primer hijo de ustedes podrán darme una ofrenda. Nadie podrá venir a adorarme si no trae algo.

21 »Ustedes podrán trabajar los primeros seis días de la semana, pero el séptimo día deberán descansar, aun en la época de la siembra o de la cosecha.

22 »También deberán celebrar la fiesta de la cosecha en la primavera, y la fiesta de las enramadas en el otoño.

23 »Todos los varones israelitas mayores de edad deberán venir a adorarme tres veces al año. Yo soy el Dios de Israel. 24 Yo expulsaré a las demás naciones, para que ustedes tengan más territorio. Así nadie podrá adueñarse de su territorio cuando vengan a adorarme.

25 »Cuando me presenten el sacrificio de algún animal, no me ofrezcan al mismo tiempo la sangre del animal y pan con levadura. Tampoco guarden para el día siguiente lo que sobre del animal sacrificado en la fiesta de la Pascua.

26 »Deben traer a mi templo lo mejor de los primeros frutos que produzcan sus campos.

»Nunca cocinen cabritos en la leche de su madre».

27 Como todas esas leyes eran parte del pacto que Dios estaba haciendo con los israelitas, Dios le ordenó a Moisés que las escribiera. 28 Y Moisés se quedó con Dios en la montaña cuarenta días y cuarenta noches. Allí se escribieron en tablas de piedra los diez mandamientos de este pacto. En todo ese tiempo, Moisés no comió ni bebió nada.

Moisés baja del Sinaí

29 Cuando Moisés bajó de la montaña del Sinaí, traía consigo las dos tablas con la ley escrita en ellas. Su cara brillaba, pues había estado hablando con Dios, pero Moisés no se había dado cuenta. 30 Cuando Aarón y todos los israelitas vieron cómo brillaba la cara de Moisés, sintieron miedo y no se acercaron a él. 31 Pero Moisés los llamó para hablar con ellos. Primero fueron Aarón y todos los jefes israelitas, 32 y luego se acercó todo el pueblo. Entonces Moisés les dio todos los mandamientos que Dios le había dado en la montaña del Sinaí.

33 Cuando Moisés terminó de hablar con el pueblo, se tapó la cara con un velo. 34-35 Ese velo Moisés se lo dejaba puesto hasta que llegaba el momento de entrar al santuario para hablar con Dios. Cuando entraba al santuario, se lo quitaba, y al salir le comunicaba al pueblo todo lo que Dios le había ordenado. Pero como el pueblo veía que la cara de Moisés seguía brillando, él se veía obligado a ponerse de nuevo el velo.

1 Tesalonicenses 3

Por eso, cuando ya no pudimos resistir el deseo de saber de ustedes, decidimos quedarnos solos en Atenas y enviarles a Timoteo, nuestro querido amigo. Él colabora con nosotros y sirve a Dios anunciando la buena noticia de Cristo. Lo enviamos a ustedes para que los animara y ayudara a confiar firmemente en Jesucristo; así las dificultades y problemas que ustedes afrontan no los harán dudar. Ustedes saben que tenemos que hacer frente a esos problemas. Además, cuando todavía estábamos con ustedes, les advertimos que tendríamos dificultades. Y como ustedes bien saben, así ha sido. Por eso, como ya no pude resistir más, envié a Timoteo, pues necesitaba saber si ustedes seguían confiando en Dios. ¡Yo temía que el diablo los hubiera hecho caer en sus trampas, y que hubiera echado a perder todo lo que hicimos por ustedes!

Pero ahora Timoteo ha regresado de la ciudad de Tesalónica, y nos ha contado que ustedes se aman unos a otros y no han dejado de confiar en Dios. También nos dijo que ustedes nos recuerdan siempre con cariño, y que desean vernos, así como nosotros deseamos verlos a ustedes.

Hermanos, a pesar de todos nuestros problemas y sufrimientos, nos alegra saber que siguen confiando en el Señor Jesús. Ahora que sabemos esto, sentimos nuevas fuerzas para seguir viviendo. ¡No sabemos cómo dar gracias a Dios por la gran alegría que ustedes nos han dado! 10 Día y noche rogamos a Dios que nos permita verlos personalmente, para ayudarlos a confiar completamente en él.

Oración de Pablo y de sus compañeros

11 Pedimos a Dios nuestro Padre, y a nuestro Señor Jesús, que nos den la oportunidad de ir a visitarlos. 12 Le pedimos al Señor que los haga amarse más los unos a los otros, y amar también a todos por igual. Porque así los amamos nosotros a ustedes. 13 También le pedimos al Señor Jesús que les dé fuerzas para confiar plenamente en Dios, y les dé también un corazón puro y sin pecado. Así, cuando él venga con todo su pueblo elegido, nadie podrá acusarlos de nada delante de Dios. Amén.

Mateo 5:27-37

El matrimonio

27 »Moisés también dijo: “No sean infieles en su matrimonio”. 28 Pero ahora yo les aseguro que si un hombre mira a otra mujer con el deseo de tener relaciones sexuales con ella, ya fue infiel en su corazón.

29 »Si lo que ves con tu ojo derecho te hace desobedecer a Dios, es mejor que te lo saques y lo tires lejos. Es preferible que pierdas una parte del cuerpo y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno. 30 Si lo que haces con tu mano derecha te hace desobedecer, es mejor que te la cortes y la tires lejos. Es preferible que pierdas una parte de tu cuerpo y no que todo tu cuerpo se vaya al infierno.

El divorcio

31 »También hace mucho tiempo Moisés dijo: “Si alguno ya no quiere vivir casado con su mujer, déle un certificado de divorcio”. 32 Pero ahora yo les digo que el hombre sólo puede divorciarse si su esposa tiene relaciones sexuales con otro hombre. Si se divorcia de su esposa por otra razón, la pone en peligro de cometer ese mismo pecado. Si esa mujer vuelve a casarse, tanto ella como su nuevo esposo serán culpables de adulterio.

Las promesas

33 »En ese mismo tiempo, Moisés también enseñó: “No usen el nombre de Dios para prometer lo que no van a cumplir”. 34 Pero ahora yo les digo a ustedes que, cuando prometan algo, no hagan ningún juramento. No juren por el cielo, porque es el trono de Dios, 35 ni juren por la tierra, porque Dios gobierna sobre ella. Tampoco juren por Jerusalén, pues esta ciudad pertenece a Dios, el gran Rey. 36 Nunca juren por su vida, porque ustedes no son dueños de ella. 37 Si van a hacer algo digan que sí, y si no lo van a hacer digan que no. Todo lo que digan de más viene del diablo.