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Book of Common Prayer

Daily Old and New Testament readings based on the Book of Common Prayer.
Duration: 861 days
Traducción en lenguaje actual (TLA)
Version
Salmos 24

El Rey del universo

SALMO 24 (23)

Himno de David.

24 Dios es dueño de toda la tierra
y de todo lo que hay en ella;
también es dueño del mundo
y de todos sus habitantes.
Dios afirmó la tierra
sobre el agua de los mares;
Dios afirmó este mundo
sobre el agua de los ríos.

Sólo puede subir al monte de Dios
y entrar en su santo templo
el que siempre hace lo bueno
y jamás piensa hacer lo malo;
el que no adora a dioses falsos
ni hace juramentos en su nombre.
Al que es así,
Dios lo llena de bendiciones;
¡Dios, su Salvador, le da la victoria!

Dios de Israel,
así son todos los que te buscan;
así son los que a ti acuden.

«¡Abran los portones de Jerusalén!
¡Dejen abiertas sus antiguas entradas!
¡Está pasando el Rey poderoso!»

«¿Y quién es este Rey poderoso?»

«¡Es el Dios de Israel;
Dios fuerte y valiente!
¡Es nuestro Dios,
el valiente guerrero!»

«¡Abran los portones de Jerusalén!
¡Dejen abiertas sus antiguas entradas!
¡Está pasando el Rey poderoso!»

10 «¿Y quién es este Rey poderoso?»

«¡Es el Dios de Israel,
el Rey poderoso!
¡Él es el Dios del universo!»

Salmos 29

La poderosa voz de Dios

SALMO 29 (28)

Himno de David.

29 1-2 Ustedes, que en el cielo
están al servicio de Dios,
denle la honra que merece,
reconozcan su poder
y adórenlo en su hermoso templo.

La voz de nuestro Dios,
Dios de la gloria,
retumba como el trueno
sobre los grandes océanos.
La voz de nuestro Dios retumba con fuerza;
la voz de nuestro Dios retumba con poder.
La voz de nuestro Dios derriba los cedros;
nuestro Dios derriba los cedros del Líbano.
A los montes Líbano y Hermón
los hace saltar como terneros,
¡como si fueran toros salvajes!
La voz de nuestro Dios
lanza llamas de fuego;
la voz de Dios sacude el desierto;
¡nuestro Dios sacude el desierto de Cadés!
9-10 La voz de Dios retuerce los robles
y deja sin árboles los bosques.
Nuestro Dios es el rey de las lluvias;
él se sienta en su trono
para reinar por siempre.
En su templo todos lo alaban,
11 y desde allí le pedimos
que nos llene de fuerzas
y nos bendiga con su paz.

Salmos 8

Grandeza divina, grandeza humana

Himno de David. Instrucciones para el director del coro: para cantarlo con la melodía que se toca cuando se exprimen las uvas.

Nuestro Dios y nuestro rey,
¡qué grande eres
en toda la tierra!
¡Tu grandeza está por encima
de los cielos más altos!

Con las primeras palabras
de los niños más pequeños,
y con los cantos
de los niños mayores
has construido una fortaleza
por causa de tus enemigos.
¡Así has hecho callar
a tus enemigos que buscan venganza!

Cuando contemplo el cielo,
y la luna y las estrellas
que tú mismo hiciste,
no puedo menos que pensar:
«¿Qué somos los mortales
para que pienses en nosotros
y nos tomes en cuenta?»
¡Nos creaste casi igual a ti!
Nos trataste como a reyes;
nos diste plena autoridad
sobre todo lo que hiciste;
nos diste dominio
sobre toda tu creación:
sobre ovejas y vacas,
sobre animales salvajes,
sobre aves y peces,
¡sobre todo lo que se mueve
en lo profundo del mar!

Nuestro Dios y nuestro rey,
¡qué grande eres
en toda la tierra!

Salmos 84

¡Qué bello es tu templo!

SALMO 84 (83)

Himno de la Escuela de música de Coré. Instrucciones para el director del coro: Este himno deberá cantarse con la melodía que se canta al exprimir las uvas.

84 Dios del universo,
¡qué bello es tu templo,
la casa donde vives!
Deseo con toda el alma
estar en los patios de tu templo;
¡me muero por llegar a ellos!
Tú eres el Dios de la vida,
por eso te canto alegre
con todas las fuerzas de mi corazón.

Mi Dios y rey,
Dios del universo,
cerca de tu altar
gorriones y golondrinas
hallan lugar para sus nidos
y allí ponen a sus polluelos.

¡Qué felices son
los que viven en tu templo!
¡Nunca dejan de alabarte!
¡Qué felices son
los que de ti reciben fuerzas,
y de todo corazón desean
venir hasta tu templo!
Cuando cruzan el valle del Llanto,
lo convierten en manantial;
hasta las lluvias tempranas
cubren el valle con sus bendiciones.
Mientras más avanzan,
más fuerzas tienen,
y cuando llegan a tu templo
te contemplan a ti, el Dios verdadero.

Dios mío,
¡atiéndeme!
Dios de Israel,
Dios del universo,
¡escucha mi oración!
Dios y protector nuestro,
muéstranos tu bondad,
pues somos tu pueblo elegido.
10 Prefiero pasar un día en tu templo
que estar mil días lejos de él;
prefiero dedicarme a barrer tu templo
que convivir con los malvados.

11 Señor y Dios nuestro,
tú nos das calor y protección;
nos das honor y gloria.
Tu bondad no tiene medida
para los que siempre hacen lo bueno.
12 Dios del universo,
¡bendice a los que en ti confían!

Deuteronomio 29:16-29

La adoración de dioses falsos

16 »Acuérdense de lo que vivimos en Egipto, y de cómo tuvimos que cruzar muchos países para llegar hasta aquí. 17 Esa gente adora dioses falsos, y nosotros vimos sus imágenes de madera, piedra, oro y plata, ¡ídolos que Dios aborrece! 18 Por eso les ruego que ninguno de ustedes, sea hombre o mujer, familia o tribu, deje a nuestro Dios para adorar a esos dioses falsos. Quienes lo hagan serán como plantas venenosas, que sólo producen muerte.

19 »Se equivoca quien escuche las instrucciones de este pacto y crea que nada le sucederá si desobedece. Esa persona será culpable de que Dios castigue a todo Israel, 20-21 pero Dios no la perdonará; al contrario, hará que vengan sobre ella todas las maldiciones anunciadas en este libro, que sea separada de su tribu, y que muera hasta el último de sus descendientes. ¡Dios la castigará con furia!

22 »Los israelitas que nazcan después, y los extranjeros que vengan de países lejanos, verán los terribles castigos y enfermedades que Dios enviará sobre nuestro país. 23 Cuando miren nuestras tierras, no verán más que azufre, sal y tierra quemada. No podremos cultivar nuestros terrenos, pues la tierra no producirá nada, ni siquiera hierba. Será como ver la furiosa destrucción que Dios envió sobre Sodoma, Gomorra, Admá y Seboím.

24 »Todo el mundo preguntará: “¿Por qué Dios castigó así a este país? ¿Qué lo hizo enojarse tanto?” 25 Y no faltará quien responda: “Su Dios los libró de la esclavitud en Egipto, pero ellos no obedecieron las instrucciones del pacto que su Dios hizo con ellos. 26 Al contrario, adoraron a dioses falsos que ni siquiera conocían, y que nunca hicieron nada por ellos. 27 Por eso Dios se enojó con ellos y les envió todas las maldiciones anunciadas en este libro. 28 Fue tal su enojo, que los expulsó de su país y los envió a los países donde ahora viven”.

29 »Hay cosas que Dios mantiene en secreto, y que sólo él conoce, pero a nosotros nos ha dado todos estos mandamientos, para que nosotros y nuestros descendientes los obedezcamos siempre».

Apocalipsis 12:1-12

La mujer y el dragón

12 Luego se vio en el cielo algo muy grande y misterioso: apareció una mujer envuelta en el sol. Tenía la luna debajo de sus pies, y llevaba en la cabeza una corona con doce estrellas. La mujer estaba embarazada y daba gritos de dolor, pues estaba a punto de tener a su hijo.

De pronto se vio en el cielo algo también misterioso: apareció un gran dragón rojo,[a] que tenía siete cabezas, diez cuernos y una corona en cada cabeza. Ese dragon arrastró con la cola a la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó a la tierra; luego se detuvo frente a la mujer, para comerse a su hijo tan pronto como naciera.

La mujer tuvo un hijo que gobernaría con gran poder a todos los países de este mundo. Pero le quitaron a su hijo y lo llevaron ante Dios y ante su trono. La mujer huyó al desierto, donde Dios había preparado un lugar para que la cuidaran durante tres años y medio.[b]

Miguel y el dragón

Después hubo una batalla en el cielo. Uno de los jefes de los ángeles, llamado Miguel, acompañado de su ejército, peleó contra el dragón. El dragón y sus ángeles lucharon, pero no pudieron vencer, y ya no se les permitió quedarse más tiempo en el cielo. Arrojaron del cielo al gran dragón, que es la serpiente antigua, es decir, el diablo, llamado Satanás, que se dedica a engañar a todo el mundo. Él y sus ángeles fueron lanzados a la tierra.

10 Entonces oí una fuerte voz que decía:

«Nuestro Dios
ha salvado a su pueblo;
ha mostrado su poder,
y es el único rey.
Su Mesías gobierna
sobre todo el mundo.

»El diablo ha sido
arrojado del cielo,
pues día y noche,
delante de nuestro Dios,
acusaba a los nuestros.

11 »La muerte del Cordero[c]
y el mensaje anunciado
han sido su derrota.
Los nuestros no tuvieron miedo,
sino que se dispusieron a morir.

12 »¡Que se alegren los cielos,
y todos los que allí viven!
Pero ¡qué mal les va a ir
a los que viven en la tierra,
y a los que habitan en el mar!

»El diablo está muy enojado;
ha bajado para combatirlos.
¡Bien sabe el diablo
que le queda poco tiempo!»

Mateo 15:29-39

Jesús sana a muchos enfermos

29 Jesús salió de allí y llegó a la orilla del Lago de Galilea. Luego subió a un cerro y se sentó. 30 Mucha gente llevó a Jesús personas que estaban enfermas. Entre ellas había cojos, ciegos, mancos, mudos y muchos otros enfermos. Y Jesús los sanó. 31 La gente, asombrada de ver a todos completamente sanos, comenzó a alabar al Dios de los israelitas.

Jesús da de comer a mucha gente

32 Jesús llamó a sus discípulos y les dijo:

—Siento compasión de toda esta gente. Ya han estado conmigo tres días, y no tienen comida. No quiero que se vayan sin comer, pues podrían desmayarse en el camino.

33 Los discípulos le dijeron:

—Pero en un lugar tan solitario como éste, ¿dónde vamos a conseguir comida para tanta gente?

34 Jesús les preguntó:

—¿Cuántos panes tienen?

—Siete panes y unos pescaditos —contestaron los discípulos.

35 Jesús le ordenó a la gente que se sentara en el suelo. 36 Luego tomó los siete panes y los pescados, y dio gracias a Dios. Partió en pedazos los panes y los pescados, los entregó a sus discípulos, y ellos los repartieron a la gente. 37 Todos comieron hasta quedar satisfechos. Con los pedazos que sobraron, llenaron siete canastas. 38 Los que comieron fueron como cuatro mil hombres, además de las mujeres y los niños.

39 Después Jesús despidió a la gente, subió a una barca y se fue al pueblo de Magadán.