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Book of Common Prayer

Daily Old and New Testament readings based on the Book of Common Prayer.
Duration: 861 days
Nueva Versión Internacional (NVI)
Version
Salmos 46

Al director musical. De los hijos de Coré. Canción según alamot.

46 Dios es nuestro refugio y nuestra fortaleza,
    nuestra segura ayuda en momentos de angustia.
Por eso, no temeremos
    aunque se desmorone la tierra
    y las montañas se hundan en el fondo del mar;
aunque rujan y se encrespen sus aguas,
    y ante su furia retiemblen los montes. Selah

Hay un río cuyas corrientes alegran la ciudad de Dios,
    la santa habitación del Altísimo.
Dios está en ella, la ciudad no caerá;
    al rayar el alba Dios le brindará su ayuda.
Se agitan las naciones, los reinos caen;
    Dios deja oír su voz, y la tierra se derrumba.

El Señor de los Ejércitos está con nosotros;
    nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah

Vengan y vean los portentos del Señor;
    él ha traído ruina sobre la tierra.
Ha puesto fin a las guerras
    en todos los confines de la tierra;
ha quebrado los arcos, ha destrozado las lanzas,
    ha arrojado los carros al fuego.
10 «Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios.
    ¡Seré exaltado entre las naciones!
    ¡Seré enaltecido en la tierra!».

11 El Señor de los Ejércitos está con nosotros;
    nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah

Salmos 97

97 ¡El Señor es Rey!
    ¡Regocíjese la tierra!
    ¡Alégrense las costas más remotas!
Nubes y densa oscuridad lo rodean;
    la rectitud y la justicia son la base de su trono.
El fuego va delante de él
    y consume a los adversarios que lo rodean.
Sus relámpagos iluminan el mundo;
    al verlos, la tierra se estremece.
Ante el Señor, dueño de toda la tierra,
    las montañas se derriten como cera.
Los cielos proclaman su justicia
    y todos los pueblos contemplan su gloria.

Sean avergonzados todos los que adoran imágenes,
    los que se jactan de sus ídolos inútiles.
    ¡Póstrense ante él todos los dioses!

Señor, por causa de tus juicios
    Sión escucha esto y se alegra,
    y las ciudades de Judá se regocijan.
Porque tú, Señor, eres el Altísimo:
    ¡estás por encima de toda la tierra
    y muy por encima de todos los dioses!
10 Ustedes, que aman al Señor, odien el mal;
    él protege la vida de sus fieles
    y los libra de manos de los malvados.
11 La luz se esparce sobre los justos
    y la alegría sobre los de corazón sincero.
12 ¡Alégrense en el Señor, ustedes los justos,
    y alaben su santo nombre!

Salmos 96

96 (A)¡Canten al Señor un cántico nuevo!
    ¡Canten al Señor, habitantes de toda la tierra!
¡Canten al Señor, alaben su nombre!
    ¡Proclamen día tras día su salvación!
Anuncien su gloria entre las naciones,
    sus maravillas a todos los pueblos.

¡Grande es el Señor y digno de alabanza,
    más temible que todos los dioses!
Todos los dioses de las naciones son ídolos,
    pero el Señor ha hecho los cielos.
El esplendor y la majestad son sus heraldos;
    hay poder y belleza en su santuario.

¡Tributen al Señor, pueblos todos!
    ¡Tributen al Señor la gloria y el poder!
¡Tributen al Señor la gloria que merece su nombre!
    ¡Traigan sus ofrendas y entren en sus atrios!
¡Póstrense ante el Señor en la hermosura de su santidad!
    ¡Tiemble delante de él toda la tierra!
10 Digan las naciones:
    «¡El Señor reina!».
Ha establecido el mundo con firmeza;
    jamás será removido.
    Él juzga a los pueblos con equidad.

11 ¡Alégrense los cielos, regocíjese la tierra!
    ¡Brame el mar y todo lo que él contiene!
12 ¡Canten alegres los campos y todo lo que hay en ellos!
    ¡Que canten alegres todos los árboles del bosque!
13 ¡Canten delante del Señor porque ya viene!
    ¡Ya viene a juzgar la tierra!
Y juzgará al mundo con justicia
    y a los pueblos con fidelidad.

Salmos 100

Salmo de acción de gracias.

100 ¡Aclamen alegres al Señor, habitantes de toda la tierra!
    ¡Adoren al Señor con regocijo!
    Preséntense ante él con cánticos de júbilo.
Reconozcan que el Señor es Dios;
    él nos hizo y somos suyos.[a]
    Somos su pueblo, ovejas de su prado.

Entren por sus puertas con acción de gracias;
    vengan a sus atrios con himnos de alabanza.
    ¡Denle gracias, alaben su nombre!
Porque el Señor es bueno, su gran amor perdura para siempre
    y su fidelidad permanece por todas las generaciones.

Isaías 52:7-10

Qué hermosos son, sobre los montes,
    los pies del que trae buenas noticias,
del que proclama la paz,
    del que anuncia buenas noticias,
    del que proclama la salvación,
del que dice a Sión:
    «¡Tu Dios reina!».
¡Escucha! Tus centinelas alzan la voz
    y juntos gritan de alegría,
porque ven con sus propios ojos
    que el Señor vuelve a Sión.
Ruinas de Jerusalén,
    ¡prorrumpan juntas en canciones de alegría!
Porque el Señor ha consolado a su pueblo,
    ha redimido a Jerusalén.
10 El Señor desnudará su santo brazo
    a la vista de todas las naciones
y todos los confines de la tierra
    verán la salvación de nuestro Dios.

Apocalipsis 21:22-27

22 No vi ningún templo en la ciudad, porque el Señor Dios Todopoderoso y el Cordero son su templo. 23 La ciudad no necesita ni sol ni luna que la alumbren, porque la gloria de Dios la ilumina y el Cordero es su lumbrera. 24 Las naciones caminarán a la luz de la ciudad, y los reyes de la tierra le entregarán sus espléndidas riquezas.[a] 25 Sus puertas estarán abiertas todo el día, pues allí no habrá noche. 26 Y llevarán a ella todas las riquezas[b] y el honor de las naciones. 27 Nunca entrará en ella nada impuro, ni los idólatras ni los farsantes, sino solo aquellos que tienen su nombre escrito en el libro de la vida, el libro del Cordero.

Mateo 12:14-21

14 Pero los fariseos salieron y tramaban cómo matar a Jesús.

El siervo escogido por Dios

15 Consciente de esto, Jesús se retiró de aquel lugar. Muchos lo siguieron y él sanó a todos los enfermos, 16 pero les ordenó que no dijeran quién era él. 17 Esto fue para que se cumpliera lo dicho por el profeta Isaías:

18 «Este es mi siervo, a quien he escogido,
    mi amado, en quien me deleito;
sobre él pondré mi Espíritu
    y proclamará justicia a las naciones.
19 No disputará ni gritará;
    nadie oirá su voz en las calles.
20 No acabará de romper la caña quebrada
    ni apagará la mecha que apenas arde,
hasta que haga triunfar la justicia.
21     Y en su nombre pondrán las naciones su esperanza».[a]

Nueva Versión Internacional (NVI)

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