Book of Common Prayer
Amonestación contra los juicios injustos
Salmo de Asaf.
82 Dios se levanta en la reunión de los jueces;
En medio de los jueces juzga.
2 ¿Hasta cuándo juzgaréis injustamente,
Y aceptaréis las personas de los impíos?
Selah
3 Defended al débil y al huérfano;
Haced justicia al afligido y al menesteroso.
4 Librad al pobre y al necesitado;
Libradlo de mano de los impíos.
5 No saben, no entienden,
Andan en tinieblas;
Tiemblan todos los cimientos de la tierra.
6 Yo dije: Vosotros sois dioses,
Y todos vosotros hijos del Altísimo;
7 Pero como los demás hombres moriréis,
Y como cualquiera de los príncipes caeréis.
8 Levántate, oh Dios, juzga la tierra;
Porque tú eres el dueño de todas las naciones.
Alabanza por la justicia de Dios
Salmo.
98 Cantad a Jehová cántico nuevo,
Porque ha hecho maravillas;
Su diestra lo ha salvado, y su santo brazo.
2 Jehová ha hecho notoria su salvación;
A vista de las naciones ha descubierto su justicia.
3 Se ha acordado de su misericordia y de su verdad para con la casa de Israel;
Todos los confines de la tierra han visto la salvación de nuestro Dios.
4 Cantad alegres a Jehová, toda la tierra;
Levantad la voz, y vitoread, y cantad salmos.
5 Cantad salmos a Jehová con arpa;
Con arpa y al son del salterio.
6 Aclamad con clarines y al son de trompetas,
Delante del rey Jehová.
7 Retumbe el mar y cuanto contiene,
El mundo y los que en él habitan;
8 Los ríos batan las manos,
Los montes todos hagan regocijo
9 Delante de Jehová, porque viene a juzgar la tierra.
Juzgará al mundo con justicia,
Y a los pueblos con rectitud.
3 He aquí que yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis; y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros, he aquí que viene, dice Jehová de los ejércitos.
2 ¿Y quién podrá soportar el día de su venida?, o ¿quién podrá estar en pie cuando él se manifieste? Porque él es como fuego purificador, y como lejía de lavandero.
3 Y se sentará para refinar y purificar la plata; porque purificará a los hijos de Leví, los refinará como al oro y como a la plata, y traerán a Jehová ofrenda en justicia.
4 Entonces será grata a Jehová la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en los días pasados, y como en los años antiguos.
5 Y me acercaré a vosotros para juicio; y testificaré rápidamente contra los hechiceros y adúlteros, contra los que juran en falso, y los que defraudan en su salario al jornalero, a la viuda y al huérfano, y los que hacen injusticia al extranjero, no teniendo temor de mí, dice Jehová de los ejércitos.
El amigo del esposo
22 Después de esto, vino Jesús con sus discípulos a la tierra de Judea, y pasó allí algún tiempo con ellos, y bautizaba.
23 Juan también bautizaba en Enón, cerca de Salim, porque había allí muchas aguas; y acudían y eran bautizados.
24 Porque Juan no había sido aún encarcelado.
25 Hubo, pues, una discusión entre los discípulos de Juan y un judío acerca de la purificación.
26 Y vinieron a Juan y le dijeron: Rabí, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien tú diste testimonio, mira, ése está bautizando, y todos vienen a él.
27 Respondió Juan y dijo: Un hombre no puede recibir nada, si no se le ha dado del cielo.
28 Vosotros mismos me sois testigos de que dije: Yo no soy el Cristo, sino que soy enviado delante de él.
29 El que tiene a la novia, es el novio; pero el amigo del novio, que está a su lado y le oye, se alegra mucho por la voz del novio; así pues, este gozo mío se ha completado.
30 Es necesario que él crezca, y que yo mengüe.
Súplica por la restauración de Israel
Al músico principal; sobre Lirios. Testimonio. Salmo de Asaf.
80 Oh Pastor de Israel, escucha;
Tú que pastoreas a José como a un rebaño,
Tú que estás sentado entre querubines, resplandece.
2 Despierta tu poder delante de Efraín, de Benjamín y de Manasés,
3 Oh Dios, restáuranos;
Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.
4 Jehová, Dios de los ejércitos,
¿Hasta cuándo mostrarás tu indignación contra la oración de tu pueblo?
5 Les diste a comer pan de lágrimas,
Y a beber lágrimas en gran abundancia.
6 Nos pusiste por escarnio a nuestros vecinos,
Y nuestros enemigos se burlan de nosotros.
7 Oh Dios de los ejércitos, restáuranos;
Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.
8 Hiciste venir una vid de Egipto;
Echaste las naciones, y la plantaste.
9 Limpiaste el suelo delante de ella,
E hiciste arraigar sus raíces, y llenó la tierra.
10 Los montes fueron cubiertos de su sombra,
Y con sus sarmientos los cedros de Dios.
11 Extendió sus vástagos hasta el mar,
Y hasta el río sus renuevos.
12 ¿Por qué abriste brecha en sus vallados,
Y la vendimian todos los que pasan por el camino?
13 La destroza el puerco montés,
Y la bestia del campo la devora.
14 Oh Dios de los ejércitos, vuelve ahora;
Mira desde el cielo, y considera, y visita esta viña,
15 Y protégela, es la planta que plantó tu diestra,
Y el renuevo que para ti afirmaste.
16 Le han prendido fuego y la han talado;
Perezcan por la reprensión de tu rostro.
17 Esté tu mano sobre el varón de tu diestra,
Sobre el hijo de hombre que para ti reafirmaste.
18 Así no nos apartaremos más de ti;
Vida nos darás, e invocaremos tu nombre.
19 ¡Oh Jehová, Dios de los ejércitos, restáuranos!
Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.
2 Y al oír Juan, en la cárcel, las obras de Cristo, envió a dos de sus discípulos,
3 para preguntarle: ¿Eres tú el que ha de venir, o esperaremos a otro?
4 Respondiendo Jesús, les dijo: Id, e informad a Juan de las cosas que oís y veis.
5 Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres les es anunciado el evangelio;
6 y bienaventurado es el que no tropieza en mí.
7 Mientras ellos se iban, comenzó Jesús a decir de Juan a la gente: ¿Qué salisteis a ver en el desierto? ¿Una caña sacudida por el viento?
8 ¿Pero qué salisteis a ver? ¿A un hombre cubierto de vestiduras lujosas? He aquí que los que llevan vestiduras lujosas, están en las casas de los reyes.
9 Entonces, ¿qué salisteis a ver? ¿A un profeta? Sí, os digo, y más que profeta.
10 Porque éste es de quien está escrito:
He aquí que yo envío mi mensajero delante de tu faz,
El cual preparará tu camino delante de ti.
11 De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el que sea menor en el reino de los cielos, es mayor que él.
12 Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan.
13 Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan.
14 Y si queréis recibirlo, él es Elías, el que había de venir.
15 El que tiene oídos para oír, oiga.
16 Mas ¿a qué compararé esta generación? Es semejante a los muchachos que se sientan en las plazas, y dan voces a sus compañeros,
17 diciendo: Os tocamos la flauta, y no bailasteis; os entonamos canción de duelo, y no os lamentasteis.
18 Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: Tiene un demonio.
19 Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: Mirad un hombre comilón, y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores. Pero la sabiduría queda justificada por sus hijos.
Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.