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Book of Common Prayer

Daily Old and New Testament readings based on the Book of Common Prayer.
Duration: 861 days
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
Version
Salmos 18:1-20

Salmo 18 (17)

El Señor concede grandes victorias a su rey

18 Al maestro del coro. De David, siervo del Señor, que dirigió al Señor las palabras de este cántico el día que el Señor lo salvó de todos sus enemigos y de Saúl. Dijo:

Te quiero, Señor, eres mi fuerza.
El Señor es mi bastión, mi baluarte, el que me salva;
mi Dios es la fortaleza en que me resguardo;
es mi escudo, mi refugio y mi defensa.
Yo invoco al Señor, digno de alabanza,
y quedo a salvo de mis enemigos.
Me rodeaban las cadenas de la muerte,
me aterraban torrentes devastadores,
me envolvían las redes del abismo,
me acosaban trampas mortales.
En mi angustia invoqué al Señor,
a mi Dios le pedí ayuda.
Desde su santuario escuchó mi grito,
a sus oídos llegó mi clamor.
La tierra tembló y se estremeció,
se conmovieron los cimientos del mundo,
retemblaron por su furia.
Salió humo de su nariz,
fuego devorador de su boca,
despedía brasas ardientes.
10 Inclinó los cielos y descendió,
caminando sobre la niebla.
11 Montó en un querubín,
emprendió el vuelo
y se elevó sobre las alas del viento.
12 De las tinieblas hizo su refugio,
de aguaceros y densas nubes
una tienda que lo cubría.
13 Ante su resplandor las nubes se deshicieron
en granizo y chispas de fuego.
14 El Señor tronó desde el cielo,
el Altísimo alzó su voz,
granizo y fuego abrasador;
15 disparó sus flechas y los dispersó,
con rayos incontables los dejó aturdidos.
16 Emergieron los lechos de las aguas,
se mostraron los cimientos del mundo
por tu estruendo, Señor,
por el soplo de tu ira.
17 Desde la altura me asió con su mano,
me sacó de las aguas turbulentas.
18 Me salvó de un enemigo poderoso,
de adversarios más fuertes que yo.
19 En un día aciago me atacaron,
pero el Señor fue mi apoyo,
20 me puso a salvo,
me libró porque me amaba.

Salmos 23

Salmo 23 (22)

El Señor es mi pastor

23 Salmo de David.
El Señor es mi pastor, nada me falta.
En verdes praderas me hace descansar,
junto a aguas tranquilas me lleva.
El Señor me reconforta,
me conduce por caminos rectos
haciendo honor a su nombre.
Aunque camine por valles sombríos
no temeré mal alguno,
porque tú estás conmigo,
tu vara y tu cayado me sosiegan.
Ante mí preparas una mesa
delante de mis enemigos,
unges mi cabeza con aceite
y mi copa rebosa.
El bien y la bondad estarán conmigo
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
durante días sin fin.

Salmos 27

Salmo 27 (26)

El Señor me acoge

27 De David.
El Señor es mi luz, mi salvación,
¿de quién tendré miedo?
El Señor es mi refugio,
¿a quién temeré?
Cuando los malvados me atacan
para devorarme,
son ellos, enemigos y adversarios,
los que tropiezan y caen.
Si acampara contra mí un ejército,
no tendría miedo;
si se declarase contra mí una guerra,
me sentiría seguro.
Una sola cosa pido al Señor,
sólo esto quiero:
sentarme en la casa del Señor
todos los días de mi vida,
contemplar la gracia del Señor
y frecuentar su Templo.
Me resguardará en su cabaña
en el tiempo adverso,
me protegerá al abrigo de su Tienda,
me alzará sobre una roca.
Y entonces yo venceré
al enemigo que me asedia,
ofreceré en su tienda
sacrificios jubilosos;
cantaré y alabaré al Señor.
Escúchame, Señor, yo te llamo;
apiádate de mí, atiéndeme.
De ti el corazón me dice:
“¡Busca mi rostro!”.
Y yo, Señor, tu rostro estoy buscando.
No me ocultes tu rostro,
no rechaces con ira a tu siervo;
tú eres mi ayuda:
no me dejes, no me abandones,
Dios salvador mío.
10 Si mi padre y mi madre me abandonan,
el Señor me acogerá.
11 Muéstrame, Señor, tu camino,
llévame por la senda recta
porque tengo enemigos.
12 No me dejes a merced de mis rivales,
que se alzan contra mí testigos falsos
y se extiende la violencia.
13 Confío en ver la bondad del Señor
en la tierra de los vivos.
14 Espera en el Señor,
sé fuerte, ten firmeza;
pon tu esperanza en el Señor.

2 Samuel 23:13-17

13 En otra ocasión, en la época de la cosecha, tres de los Treinta bajaron y fueron a la cueva de Adulán, a ver a David mientras un destacamento filisteo estaba acampado en el valle de Refaín. 14 David se encontraba en el refugio, al tiempo que una patrulla filistea estaba en Belén. 15 David formuló este deseo:

— ¡Quién me diera a beber agua del pozo que hay a las puertas de Belén!

16 Entonces los tres héroes irrumpieron en el campamento filisteo, sacaron agua del pozo que hay a las puertas de Belén y se la llevaron a David. Pero él no quiso beberla y la derramó como ofrenda al Señor, 17 diciendo:

— ¡Líbreme el Señor de beberla, pues es como la sangre de los hombres que han ido a buscarla arriesgando sus vidas!

Y no quiso beberla. Eso es lo que hicieron los tres héroes.

2 Juan

Saludo

El Anciano a la Señora elegida por Dios y a sus hijos a quienes amo conforme a la verdad; y no solamente yo, sino todos cuantos han conocido la verdad. Compartimos, en efecto, la verdad que permanece en nosotros y nos acompañará siempre. Que la gracia, la misericordia y la paz de Dios Padre y de Jesucristo, el Hijo del Padre, estén con nosotros, junto con la verdad y el amor.

Vida en el amor y la verdad

Me he alegrado sobremanera al comprobar que bastantes de tus hijos viven conforme a la verdad según el mandamiento del Padre. Ahora, Señora, te ruego que nos amemos unos a otros, no como si te escribiera sobre un mandamiento nuevo, sino sobre el que tenemos desde el principio. Y como amar significa cumplir los mandamientos del Señor, vivan conforme al mandamiento del amor, tal como se les enseñó desde el principio.

Entre ustedes andan muchos embaucadores que no quieren reconocer a Jesucristo como verdadero hombre; a ellos pertenece el seductor y el anticristo. Estén, pues, alerta para que no echen a perder el fruto del esfuerzo que han hecho y reciban completa la paga. Quien se descarría y no permanece fiel a la enseñanza de Cristo, no tiene a Dios. Pero quien permanece fiel a esa enseñanza, tiene al Padre y al Hijo. 10 No ofrezcan sus casas, y ni siquiera saluden, al que acuda a ustedes sin llevar el aval de esta enseñanza; 11 saludarlo equivale a hacerse cómplice del mal que está causando.

Despedida

12 Tendría muchas más cosas que escribirles, pero no quiero hacerlo utilizando papel y tinta. Espero encontrarme pronto entre ustedes y hablarles personalmente para que su alegría sea completa. 13 Te saludan los hijos de tu hermana, que también ha sido elegida por Dios.

Juan 2:1-11

I.— EL LIBRO DE LOS SIGNOS (2—12)

Primer signo (2,1—4,42)

Una boda en Caná de Galilea

Tres días después tuvo lugar una boda en Caná de Galilea. La madre de Jesús estaba invitada a la boda, y lo estaban también Jesús y sus discípulos. Se terminó el vino, y la madre de Jesús se lo hizo saber a su hijo:

— No les queda vino.

Jesús le respondió:

— ¡Mujer! ¿Qué tiene que ver eso con nosotros? Mi hora no ha llegado todavía.

Pero ella dijo a los que estaban sirviendo:

— Hagan lo que él les diga.

Había allí seis tinajas de piedra, de las que utilizaban los judíos para sus ritos purificatorios, con una capacidad de entre setenta y cien litros cada una. Jesús dijo a los que servían:

— Llenen las tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba.

Una vez llenas, Jesús les dijo:

— Saquen ahora un poco y llévenselo al organizador del banquete.

Así lo hicieron, y en cuanto el organizador del banquete probó el nuevo vino, sin saber su procedencia (sólo lo sabían los sirvientes que lo habían sacado), llamó al novio y le dijo:

10 — Todo el mundo sirve al principio el vino de mejor calidad, y cuando los invitados han bebido en abundancia, se saca el corriente. Tú, en cambio, has reservado el mejor vino para última hora.

11 Jesús hizo este primer milagro en Caná de Galilea. Manifestó así su gloria y sus discípulos creyeron en él.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España