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Book of Common Prayer

Daily Old and New Testament readings based on the Book of Common Prayer.
Duration: 861 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Salmos 38

Plegaria en el sufrimiento

38 Salmo de David. Para conmemorar.

Oh SEÑOR, no me reprendas
en tu furor
ni me castigues en tu ira.
Porque tus flechas han penetrado
en mí,
y sobre mí ha descendido tu mano.
No hay parte sana en mi cuerpo
a causa de tu ira;
no hay paz en mis huesos a causa
de mi pecado.
Porque mis iniquidades han
sobrepasado mi cabeza;
como carga pesada me agobian.
Hieden y supuran mis heridas
a causa de mi locura.
Estoy encorvado y abatido en gran manera;
ando enlutado todo el día.
Porque mis espaldas están inflamadas,
y no hay parte sana en mi cuerpo.
Estoy debilitado y totalmente molido; gimo a causa de la conmoción de
mi corazón.
Oh Señor, delante de ti están todos mis deseos,
y mi gemido no te es oculto.
10 Mi corazón palpita fuertemente,
y mi vigor me ha abandonado. Aun la luz de mis ojos ya no está conmigo.
11 Mis amigos y compañeros se han apartado de mi plaga;
mis parientes se han mantenido alejados.
12 Los que buscaban mi vida
armaron trampas,
y los que procuraban mi mal profirieron amenazas.
Maquinaban fraudes todo el día.
13 Pero yo, como si fuera sordo,
no escuchaba,
y era como un mudo que no abre
la boca.
14 Actué como un hombre que no oye,
y en cuya boca no hay amonestación.
15 Pues en ti, oh SEÑOR, he esperado;
tú responderás, oh SEÑOR, Dios mío.
16 Porque dije:
“No sea que se alegren de mí
y, cuando resbale mi pie, se
enaltezcan sobre mí”.
17 Porque yo estoy a punto de caer,
y mi dolor está delante de mí continuamente.
18 Por eso confesaré mi iniquidad; me acongojaré por mi pecado.
19 Porque mis enemigos están vivos
y fuertes;
se han aumentado los que me aborrecen sin motivo.
20 Los que pagan mal por bien
me son hostiles
por seguir yo lo bueno.
21 No me desampares, oh SEÑOR. Dios mío, no te alejes de mí;
22 apresúrate a socorrerme,
oh Señor, salvación mía.

Salmos 119:25-48

ד Dálet

25 Mi alma está pegada al polvo;
vivifícame según tu palabra.
26 Mis caminos te declaré,
y me respondiste;
enséñame tus leyes.
27 Hazme entender el camino
de tus ordenanzas,
y meditaré en tus maravillas.
28 Mi alma llora de ansiedad;
sostenme conforme a tu palabra.
29 Aparta de mí el camino de engaño,
y enséñame[a] tu ley.
30 He escogido el camino de la verdad; he puesto tus juicios delante de mí.
31 Me he apegado a tus testimonios;
oh SEÑOR, no me avergüences.
32 Por el camino de tus mandamientos correré
porque das amplitud a mi corazón.

ה Hei

33 Enséñame, oh SEÑOR, el camino
de tus leyes,
y lo guardaré hasta el fin.
34 Dame entendimiento, y guardaré
tu ley;
la observaré con todo el corazón.
35 Guíame por la senda de tus
mandamientos
porque en ella me deleito.
36 Inclina mi corazón a tus testimonios
y no a las ganancias deshonestas.
37 Aparta mis ojos para que no vean
la vanidad;
vivifícame en tu camino.
38 Cumple tu promesa
a tu siervo que te teme.
39 Aparta de mí el oprobio que me aterra porque buenos son tus juicios.
40 Mira cómo anhelo tus ordenanzas;
vivifícame en tu justicia.

ו Vav

41 Venga a mí tu misericordia, oh SEÑOR; y tu salvación, conforme a tu promesa.
42 Entonces daré respuesta al que me afrenta,
porque en tu palabra he confiado.
43 En ningún momento quites de mi boca la palabra de verdad,
porque en tu juicio tengo puesta
mi esperanza.
44 Tu ley guardaré siempre,
para siempre jamás.
45 Andaré en libertad,
porque he buscado tus mandamientos.
46 Hablaré de tus testimonios delante
de los reyes
y no quedaré avergonzado.
47 Me deleitaré en tus mandamientos, los cuales he amado.
48 Alzaré mis manos a tus mandamientos, los cuales he amado,
y meditaré en tus leyes.

Lamentaciones 2:8-15

ח Jet

Determinó el SEÑOR destruir
el muro de la hija de Sion.
Extendió el cordel; no retrajo
su mano de destruir.
Ha envuelto en luto el antemuro
y el muro; a una fueron derribados.

ט Tet

Se hundieron sus puertas en la tierra;
él destruyó y rompió sus cerrojos.
Su rey y sus príncipes están entre
las naciones. ¡Ya no hay ley!Tampoco sus profetas han encontrado visión de parte del SEÑOR.

י Yod

10 Se sentaron en tierra y quedaron en
silencio los ancianos de la hija de Sion. Echaron polvo sobre su cabeza,
y se vistieron de cilicio.
Bajaron su cabeza a tierra las vírgenes
de Jerusalén.

כ Kaf

11 Se agotan mis ojos a causa de
las lágrimas; mis entrañas hierven.Mi corazón se derrama por tierra a causa de la ruina de la hija de mi pueblo, mientras el niño pequeño y el que mama desfallecen en las calles de la ciudad.

ל Lámed

12 A sus madres dicen:
“¿Dónde están el trigo y el vino?”, mientras desfallecen como heridos
en las calles de la ciudad,
mientras derraman sus vidas en el
regazo de sus madres.

מ Mem

13 ¿A qué te compararé?[a]. ¿A qué te haré
semejante, oh hija de Jerusalén? ¿A qué te haré igual a fin de consolarte, oh virgen hija de Sion?
Porque grande como el mar
es tu quebranto.
¿Quién te podrá sanar?

נ Nun

14 Tus profetas vieron para ti
visiones vanas y sin valor.
No expusieron tu pecado para así evitar tu cautividad,
sino que vieron para ti visiones proféticas vanas y engañosas.

ס Sámej

15 Aplaudían contra ti todos
los que pasaban por el camino. Silbaban y sacudían su cabeza ante la hija de Jerusalén, diciendo: “¿Es esta la ciudad de la cual decían que era perfecta en hermosura,
el gozo de toda la tierra?”.

1 Corintios 15:51-58

Victoria final sobre la muerte

51 He aquí, les digo un misterio: No todos dormiremos, pero todos seremos transformados 52 en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, a la trompeta final. Porque sonará la trompeta, y los muertos serán resucitados sin corrupción; y nosotros seremos transformados. 53 Porque es necesario que esto corruptible sea vestido de incorrupción, y que esto mortal sea vestido de inmortalidad. 54 Y cuando esto corruptible se vista de incorrupción y esto mortal se vista de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita:

¡Sorbida es la muerte en victoria!

55 ¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón?[a].

56 Pues el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley. 57 Pero gracias a Dios, quien nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. 58 Así que, hermanos míos amados, estén firmes y constantes, abundando siempre en la obra del Señor, sabiendo que su arduo trabajo en el Señor no es en vano.

Mateo 12:1-14

Jesús: Señor del sábado

12 En ese tiempo, Jesús pasó por los sembrados en sábado. Sus discípulos tuvieron hambre y comenzaron a arrancar espigas y a comer. Y al verlo los fariseos, le dijeron:

—Mira, tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en el sábado.

Él les dijo:

—¿No han leído qué hizo David cuando tuvo hambre él y los que estaban con él; cómo entró en la casa de Dios y comieron los panes de la Presencia, que no les era lícito comer ni a él ni a los que estaban con él, sino solo a los sacerdotes? ¿Tampoco han leído en la ley que en los sábados los sacerdotes en el templo profanan el sábado y quedan sin culpa? Pero les digo que uno mayor que el templo está aquí. Si hubieran conocido qué significa Misericordia quiero y no sacrificio[a], no habrían condenado a los que no tienen culpa. Porque el Hijo del Hombre es Señor del sábado.

El hombre de la mano paralizada

Partió de allí y fue a la sinagoga de ellos. 10 Y he aquí había un hombre que tenía la mano paralizada; y para acusar a Jesús, le preguntaron diciendo:

—¿Es lícito sanar en sábado?

11 Pero él les dijo:

—¿Qué hombre hay entre ustedes que tenga una oveja, y que si esta cae en un pozo en sábado, no le echará mano y la sacará? 12 Pues, ¡cuánto más vale un hombre que una oveja! De manera que es lícito hacer bien en sábado.

13 Entonces dijo a aquel hombre:

—Extiende tu mano.

Él la extendió, y su mano fue restaurada sana como la otra. 14 Pero saliendo los fariseos, tomaron consejo contra él, cómo destruirlo.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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