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Book of Common Prayer

Daily Old and New Testament readings based on the Book of Common Prayer.
Duration: 861 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Salmos 82

Reprensión a los jueces injustos

82 Salmo de Asaf.

Dios está de pie en la asamblea
divina;
en medio de los dioses ejerce el juicio:
“¿Hasta cuándo juzgarán injustamente
y entre los impíos harán distinción
de personas? Selah[a]
Rescaten al necesitado y al huérfano; hagan justicia al pobre y al indigente.
Libren al necesitado y al menesteroso;
líbrenlo de la mano de los impíos.
“Ellos no saben ni entienden; andan en tinieblas.
¡Todos los cimientos de la tierra son conmovidos!
Yo les dije: ‘Ustedes son dioses; todos ustedes son hijos del Altísimo’.
Sin embargo, como un hombre morirán
y caerán como cualquiera de los gobernantes”.
¡Levántate, oh Dios; juzga la tierra porque tú poseerás todas las naciones!

Salmos 98

Celebración de las victorias de Dios

98 Salmo.

¡Canten al SEÑOR un cántico nuevo porque ha hecho maravillas!
Victoria le ha dado su diestra
y su santo brazo.
El SEÑOR ha dado a conocer su victoria;
ante los ojos de las naciones ha manifestado su justicia.
Se ha acordado de su misericordia
y de su fidelidad para con la casa
de Israel.
Todos los confines de la tierra
han visto la victoria de nuestro Dios.
¡Canten alegres al SEÑOR,
toda la tierra!
Prorrumpan, estallen de gozo
y canten salmos.
Canten salmos al SEÑOR con la lira; con lira y melodía de himnos.
Aclamen con trompetas y sonido
de corneta
delante del Rey, el SEÑOR.
Ruja el mar y su plenitud,
el mundo y los que lo habitan.
Aplaudan los ríos;
regocíjense todos los montes
delante del SEÑOR
porque viene para juzgar la tierra. Juzgará al mundo con justicia
y a los pueblos con rectitud.

Malaquías 3:1-5

“He aquí yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí. Y luego, repentinamente, vendrá a su templo el Señor a quien buscan, el ángel del pacto a quien ustedes desean. ¡He aquí que viene!, ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos. ¿Quién podrá resistir el día de su venida? o ¿quién podrá mantenerse en pie cuando él se manifieste? Porque él es como fuego purificador y como lejía de lavanderos. Él se sentará para afinar y purificar la plata porque purificará a los hijos de Leví. Los afinará como a oro y como a plata, y ofrecerán al SEÑOR ofrenda en justicia. Así será grata al SEÑOR la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en los días de antaño y como en los tiempos antiguos.

“Entonces me acercaré a ustedes para juicio y seré veloz testigo contra los hechiceros y adúlteros, contra los que juran para engañar, contra los que oprimen al jornalero, a la viuda y al huérfano, y contra los que hacen agravio al forastero sin ningún temor de mí”, ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos.

Juan 3:22-30

Otro testimonio de Juan el Bautista

22 Después de esto, Jesús fue con sus discípulos a la tierra de Judea; y pasó allí un tiempo con ellos y bautizaba. 23 Juan también estaba bautizando en Enón, junto a Salim, porque allí había mucha agua; y muchos venían y eran bautizados 24 ya que Juan todavía no había sido puesto en la cárcel.

25 Entonces surgió una discusión entre los discípulos de Juan y un judío[a] acerca de la purificación. 26 Fueron a Juan y le dijeron:

—Rabí, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien tú has dado testimonio, ¡he aquí él está bautizando, y todos van a él!

27 Respondió Juan y dijo:

—Ningún hombre puede recibir nada a menos que le haya sido dado del cielo. 28 Ustedes mismos son testigos de que dije: “Yo no soy el Cristo sino que he sido enviado delante de él”. 29 El que tiene a la novia es el novio; pero el amigo del novio, que ha estado de pie y lo escucha, se alegra mucho a causa de la voz del novio. Así, pues, este mi gozo ha sido cumplido. 30 A él le es preciso crecer, pero a mí menguar.

Salmos 80

Súplica por la restauración

80 Al músico principal. Sobre Sosanim[a]. Testimonio. Salmo de Asaf.

¡Oh Pastor de Israel, escucha,
tú que conduces a José como
a un rebaño!
¡Tú, que estás entre los querubines, resplandece delante de Efraín,
de Benjamín y de Manasés!
Despierta tu poderío y ven
para salvarnos.
Oh Dios, ¡restáuranos!
Haz resplandecer tu rostro,
y seremos salvos.
SEÑOR Dios de los Ejércitos, ¿hasta cuándo has de mostrar
tu indignación
contra la oración de tu pueblo?
Nos[b] has dado a comer pan
de lágrimas.
Nos[c] has dado a beber lágrimas en abundancia.
Nos has puesto por escarnio
a nuestros vecinos;
nuestros enemigos se mofan
de nosotros.
Oh Dios de los Ejércitos, ¡restáuranos! Haz resplandecer tu rostro,
y seremos salvos.
Trajiste una vid de Egipto;
echaste a las naciones y la plantaste.
Limpiaste el lugar delante de ella. Hiciste que echara raíz, y llenó
la tierra.
10 Los montes fueron cubiertos por
su sombra,
y sus ramas llegaron a ser como cedros de Dios.
11 Extendió sus ramas hasta el mar,
y hasta el Río sus renuevos.
12 ¿Por qué has roto sus cercas
de modo que la vendimien todos los que pasan por el camino?
13 El jabalí salvaje la devasta;
las criaturas del campo se alimentan de ella.
14 Oh Dios de los Ejércitos, vuelve, por favor;
mira desde el cielo, considera
y visita esta viña,
15 la cepa que plantó tu diestra;
el hijo que fortaleciste para ti.
16 Está quemada con fuego;
la han cortado.
Perecen por la reprensión de tu rostro.
17 Sea tu mano sobre el hombre
de tu diestra,
sobre el hijo del hombre que
fortaleciste para ti mismo.
18 Así no nos apartaremos de ti; nos darás vida e invocaremos
tu nombre.
19 Oh SEÑOR Dios de los Ejércitos, ¡restáuranos!
Haz resplandecer tu rostro
y seremos salvos.

Mateo 11:2-19

Ahora bien, cuando oyó Juan en la cárcel de los hechos de Cristo, envió a él por medio de[a] sus discípulos, y le dijo:

—¿Eres tú aquel que ha de venir, o esperaremos a otro?

Y respondiendo Jesús les dijo:

—Vayan y hagan saber a Juan las cosas que oyen y ven: Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son hechos limpios, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres se les anuncia el evangelio. Bienaventurado es el que no toma ofensa en mí.

Jesús testifica de Juan el Bautista

Mientras ellos se iban, Jesús comenzó a hablar de Juan a las multitudes: “¿Qué salieron a ver en el desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? Entonces, ¿qué salieron a ver? ¿Un hombre vestido de ropa delicada? He aquí, los que se visten con ropa delicada están en los palacios de los reyes. Entonces, ¿qué salieron a ver? ¿Un profeta? ¡Sí, les digo, y más que profeta! 10 Este es aquel de quien está escrito:

He aquí yo envío mi mensajero

delante de tu rostro,

quien preparará tu camino

delante de ti[b].

11 De cierto les digo que no se ha levantado entre los nacidos de mujer ningún otro mayor que Juan el Bautista. Sin embargo, el más pequeño en el reino de los cielos es mayor que él. 12 Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia[c], y los violentos se apoderan de él. 13 Porque todos los Profetas y la Ley profetizaron hasta Juan. 14 Y si lo quieren recibir, él es el Elías que debía venir. 15 El que tiene oídos, oiga.

16 “Pero, ¿a qué compararé esta generación? Es semejante a los muchachos que se sientan en las plazas y dan voces a sus compañeros, 17 diciendo:

Les tocamos la flauta,

y no bailaron;

entonamos canciones de duelo

y no se lamentaron’.

18 Porque vino Juan, que no comía ni bebía, y dicen: ‘¡Demonio tiene!’. 19 Y vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: ‘¡He aquí un hombre comilón y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores!’. Pero la sabiduría es justificada por sus hechos[d]”.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano