Ahora bien, el hombre y su esposa estaban desnudos, pero no sentían vergüenza.

En ese momento, se les abrieron los ojos, y de pronto sintieron vergüenza por su desnudez. Entonces cosieron hojas de higuera para cubrirse.

Les dijeron: —De ninguna manera podemos permitirlo, porque tú no has sido circuncidado. ¡Sería una vergüenza para nuestra hermana casarse con un hombre como tú!

»No permitas que ninguno de tus hijos sea ofrecido como sacrificio a Moloc, pues no debes traer vergüenza al nombre de tu Dios. Yo soy el Señor.

»No traigas vergüenza al nombre de tu Dios al usarlo para jurar en falso. Yo soy el Señor.

Luego el Señor le dijo a Josué: «Hoy he hecho que la vergüenza de su esclavitud en Egipto salga rodando como una piedra». Por eso, ese lugar se llama Gilgal hasta el día de hoy.

Miren, llévense a mi hija virgen y a la concubina de este hombre. Yo se las sacaré, y ustedes podrán abusar de ellas y hacerles lo que quieran. Pero no cometan semejante vergüenza contra este hombre.

Entonces Saúl se puso muy furioso con Jonatán. —¡Tú, estúpido hijo de prostituta!—lo maldijo—. ¿Acaso piensas que no sé que tú quieres que él sea rey en lugar de ti, para vergüenza tuya y de tu madre?

¿Adónde podría ir con mi vergüenza? Y a ti te dirán que eres uno de los necios más grandes de Israel. Por favor, simplemente habla con el rey, y él te permitirá casarte conmigo.

Pues me dio vergüenza pedirle al rey soldados y jinetes que nos acompañaran y nos protegieran de los enemigos durante el viaje. Después de todo, ya le habíamos dicho al rey que «la mano protectora de nuestro Dios está sobre todos los que lo adoran, pero su enojo feroz se desata contra quienes lo abandonan».

Hice la siguiente oración: «Oh Dios mío, estoy totalmente avergonzado; me da vergüenza elevar mi rostro a ti. Pues nuestros pecados se han amontonado tanto que son más altos que nosotros, y nuestra culpa llega a los cielos.

Los que te odian se vestirán de vergüenza, y el hogar de los malvados será destruido».

Si soy culpable, mala suerte para mí; aun si soy inocente, no puedo mantener mi cabeza en alto porque estoy lleno de vergüenza y sufrimiento.

¿Debo quedarme en silencio mientras tú sigues parloteando? Cuando te burlas de Dios, ¿no debería alguien hacerte sentir vergüenza?

No permitas que me avergüencen, oh Señor, pues a ti clamo por ayuda. Que los malvados pasen vergüenza, que queden callados en la tumba.

Los que buscan su ayuda estarán radiantes de alegría; ninguna sombra de vergüenza les oscurecerá el rostro.

Que sean humillados y avergonzados los que se alegran de mis dificultades; que sean cubiertos de vergüenza y de deshonra los que triunfan sobre mí.

que su vergüenza los horrorice, porque dijeron: «¡Ajá! ¡Ahora sí lo atrapamos!».

No podemos escapar de la constante humillación; tenemos la vergüenza dibujada en el rostro.

Tú conoces mi vergüenza, mi desprecio y mi deshonra; ves todo lo que hacen mis enemigos.

Que los que tratan de matarme sean humillados y pasen vergüenza. Que los que se deleitan en mis dificultades retrocedan con deshonra.

Que su vergüenza los horrorice, porque dijeron: «¡Ajá! ¡Ahora sí lo atrapamos!».

Derrotó a sus enemigos en forma aplastante y los mandó a la vergüenza eterna.

Envíame una señal de tu favor. Entonces, los que me odian pasarán vergüenza, porque tú, oh Señor, me ayudas y me consuelas.

¡Considera, Señor, cómo pasan vergüenza tus siervos! Llevo en mi corazón los insultos de mucha gente.