Entonces el Señor Dios le preguntó a la mujer: —¿Qué has hecho? —La serpiente me engañó—contestó ella—. Por eso comí.

Pero Isaac le dijo: —Tu hermano estuvo aquí y me engañó. Él se ha llevado tu bendición.

Pero como Siquem había deshonrado a la hermana de ellos, Dina, los hijos de Jacob respondieron con engaño a Siquem y a Hamor, su padre.

»Pero ellos se comportaron de manera corrupta con él; cuando actúan con tanta perversión, ¿son realmente sus hijos? Son una generación engañosa y torcida.

recurrieron al engaño para salvarse la vida. Enviaron a unos representantes ante Josué y, sobre sus asnos, cargaron alforjas desgastadas y odres viejos y remendados.

Pero cuando Eliab, el hermano mayor de David, lo oyó hablar con los hombres, se enojó. —¿Qué estás haciendo aquí?—le reclamó—. ¿Qué pasó con esas pocas ovejas que se supone que deberías estar cuidando? Conozco tu orgullo y tu engaño. ¡Solo quieres ver la batalla!

Cuando la mujer vio a Samuel, gritó: —¡Me engañó! ¡Usted es Saúl!

Mefiboset contestó: —Mi señor el rey, mi siervo Siba me engañó. Le dije: “Ensilla mi burro para que pueda ir con el rey”. Pues como usted sabe, soy lisiado.

»¿Acaso defienden a Dios con mentiras? ¿Presentan argumentos engañosos en su nombre?

Tus pecados le dicen a tu boca qué decir, y tus palabras se basan en el astuto engaño.

Conciben desgracia y dan a luz maldad; su vientre produce engaño».

Todo lo que dicen es retorcido y engañoso; se niegan a actuar con sabiduría o a hacer el bien.

Todo se viene abajo; las amenazas y el engaño abundan por las calles.

Que la abundante mesa servida ante ellos se convierta en una trampa, y que su prosperidad se vuelva un engaño.

¡Ay, lengua engañosa! ¿Qué hará Dios contigo? ¿Cómo aumentará tu castigo?

Líbrame de las trampas que me han tendido y de los engaños de los que hacen el mal.

demuestran su engaño al guiñar con los ojos, al dar golpes suaves con los pies o hacer gestos con los dedos.

pues hablo la verdad y detesto toda clase de engaño.

La boca del justo da sabios consejos, pero la lengua engañosa será cortada.

El corazón que trama el mal está lleno de engaño; ¡el corazón que procura la paz rebosa de alegría!

Las palabras suaves son un árbol de vida; la lengua engañosa destruye el espíritu.

Pesas falsas y medidas desiguales, el Señor detesta cualquier tipo de engaño.

El Señor detesta el engaño; no le agradan las balanzas adulteradas.

Aunque su odio esté encubierto por engaños, sus fechorías serán expuestas en público.

El encanto es engañoso, y la belleza no perdura, pero la mujer que teme al Señor será sumamente alabada.