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Los judíos y la ley
He aquí, tú tienes el sobrenombre de judío, y te apoyas en la ley, y te glorías en Dios,
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Tú que te jactas de la ley, ¿con infracción de la ley deshonras a Dios?
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Porque como está escrito, el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros.
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sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios.
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Mucho, en todas maneras. Primero, ciertamente, que les ha sido confiada la palabra de Dios.
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¿Pues qué, si algunos de ellos han sido incrédulos? ¿Su incredulidad habrá hecho nula la fidelidad de Dios?
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De ninguna manera; antes bien sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso; como está escrito: Para que seas justificado en tus palabras, Y venzas cuando fueres juzgado.
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Y si nuestra injusticia hace resaltar la justicia de Dios, ¿qué diremos? ¿Será injusto Dios que da castigo? (Hablo como hombre.)
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En ninguna manera; de otro modo, ¿cómo juzgaría Dios al mundo?
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Pero si por mi mentira la verdad de Dios abundó para su gloria, ¿por qué aún soy juzgado como pecador?
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No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios.
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No hay temor de Dios delante de sus ojos.
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Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios;
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La justicia es por medio de la fe
Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas;
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la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia,
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por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
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a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,
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¿Es Dios solamente Dios de los judíos? ¿No es también Dios de los gentiles? Ciertamente, también de los gentiles.
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Porque Dios es uno, y él justificará por la fe a los de la circuncisión, y por medio de la fe a los de la incircuncisión.
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Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué gloriarse, pero no para con Dios.
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Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia.
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Como también David habla de la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye justicia sin obras,
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(como está escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes) delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen.
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Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios,
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Resultados de la justificación
Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;