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para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
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De tal manera amó Dios al mundo
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
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El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.
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mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.
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Y el que siega recibe salario, y recoge fruto para vida eterna, para que el que siembra goce juntamente con el que siega.
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De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.
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Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;
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Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a este señaló Dios el Padre.
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Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
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De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna.
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El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
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Palabras de vida eterna
Al oírlas, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír?
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Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.
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y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.
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El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará.
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Y sé que su mandamiento es vida eterna. Así pues, lo que yo hablo, lo hablo como el Padre me lo ha dicho.
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como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste.
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Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.