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Nacimiento de Jesucristo
(Lc. 2.1-7)
El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo.
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Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.
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Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.
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Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él.
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Tentación de Jesús
(Mr. 1.12-13; Lc. 4.1-13)
Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo.
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Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
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Elección de los doce apóstoles
(Mr. 3.13-19; Lc. 6.12-16)
Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia.
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Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros.
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He aquí mi siervo, a quien he escogido; Mi Amado, en quien se agrada mi alma; Pondré mi Espíritu sobre él, Y a los gentiles anunciará juicio.
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La blasfemia contra el Espíritu Santo
(Mr. 3.20-30; Lc. 11.14-23)
Entonces fue traído a él un endemoniado, ciego y mudo; y le sanó, de tal manera que el ciego y mudo veía y hablaba.
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Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios.
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Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada.
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A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero.
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El espíritu inmundo que vuelve
(Lc. 11.24-26)
Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo halla.
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Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero. Así también acontecerá a esta mala generación.
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Él les dijo: ¿Pues cómo David en el Espíritu le llama Señor, diciendo:
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Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.
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Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu.
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Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;