Cuidarán allí de todos los utensilios de la Tienda de reunión y desempeñarán sus funciones en lugar de los israelitas, encargándose del servicio del santuario.

»Sobre la mesa de la Presencia extenderán un paño color azul y colocarán los platos, las bandejas, los tazones y las jarras para las ofrendas líquidas. También estará allí el pan de la ofrenda permanente.

y allí ofrecerá como holocausto al Señor un cordero de un año, sin defecto; como sacrificio por el perdón, una oveja de un año, sin defecto; y como sacrificio de comunión, un carnero sin defecto.

Después de esto los levitas fueron a la Tienda de reunión, para ministrar allí bajo la supervisión de Aarón y de sus hijos. Así se cumplió todo lo que el Señor había mandado a Moisés en cuanto a los levitas.

Cada vez que la nube se levantaba y se apartaba de la tienda, los israelitas se ponían en marcha; y donde la nube se detenía, allí acampaban.

Dependiendo de lo que el Señor indicara, los israelitas se ponían en marcha o acampaban; y todo el tiempo que la nube reposaba sobre el santuario, se quedaban allí.

El Señor responde a Moisés

El Señor respondió a Moisés: —Tráeme a setenta ancianos de Israel y asegúrate de que sean ancianos y oficiales del pueblo. Llévalos a la Tienda de reunión y haz que esperen allí contigo.

Por eso llamaron a ese lugar Quibrot Hatavá, porque allí fue sepultado el pueblo glotón.

Desde Quibrot Hatavá el pueblo partió rumbo a Jazerot y allí se quedó.

Este fue el informe: —Fuimos al país al que nos enviaste, ¡y por cierto que allí abundan la leche y la miel! Aquí pueden ver sus frutos.

Pero el pueblo que allí habita es poderoso, sus ciudades son enormes y están fortificadas. Hasta vimos anaquitas allí.

Y comenzaron a esparcir entre los israelitas falsos rumores acerca de la tierra que habían explorado. Decían: —La tierra que hemos explorado se traga a sus habitantes, y los hombres que allí vimos son enormes.

Allí estaban también Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Jefone, los cuales habían participado en la exploración de la tierra. Ambos se rasgaron las vestiduras en señal de duelo

El pueblo se alejó de las tiendas de Coré, Datán y Abirán. Los dos últimos habían salido a la entrada de sus tiendas y estaban allí, de pie, con sus esposas y todos sus hijos.

Al oírlos gritar, todos los israelitas huyeron de allí exclamando: —¡Corramos, no sea que la tierra nos trague también a nosotros!

Las láminas quedaron allí, como advertencia a los israelitas, para que ninguno que no fuera descendiente de Aarón ni estuviera autorizado se atreviera a ofrecer incienso ante el Señor; de lo contrario, le sucedería lo mismo que a Coré y su gente, tal como el Señor se lo había advertido por medio de Moisés.

»Un hombre ritualmente puro recogerá las cenizas de la vaca y las llevará a un lugar puro fuera del campamento. Allí se depositarán las cenizas para que la comunidad israelita las use como sacrificio por el perdón, junto con el agua de purificación.

Después de eso, alguien ritualmente puro tomará una rama de hisopo, lo mojará en el agua, y rociará la tienda y todos sus utensilios, y a todos los que estén allí. También se rociará al que haya tocado los huesos humanos, el cadáver de alguien que haya sido asesinado o que haya muerto de muerte natural, o el sepulcro.

El agua de la roca

Toda la comunidad israelita llegó al desierto de Zin el mes primero y acampó en Cades. Fue allí donde Miriam murió y fue sepultada.

A estas aguas se les conoce como la fuente de Meribá, porque fue allí donde los israelitas discutieron con el Señor, y donde él manifestó su santidad.

cerca de la frontera de Edom. Allí el Señor dijo a Moisés y a Aarón:

Allí quitarás a Aarón sus vestiduras sacerdotales y se las pondrás a su hijo Eleazar, pues allí Aarón morirá y se reunirá con sus antepasados».

Moisés le quitó a Aarón las vestiduras sacerdotales y se las puso a Eleazar. Allí, en la cumbre del monte, murió Aarón. Luego Moisés y Eleazar descendieron del monte.

De allí partieron y acamparon en Iyé Abarín, que está en el desierto, al este de Moab.

De allí partieron y acamparon en el valle de Zéred.