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Entonces el Señor creará una nube de humo durante el día y un resplandor de fuego llameante durante la noche, sobre toda la extensión del monte Sión y sobre los que allí se reúnan. Por sobre toda la gloria habrá un toldo
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Por eso la muerte ensancha su garganta, y desmesuradamente abre su boca. Allí bajan nobles y plebeyos con sus juergas y diversiones.
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subir contra Judá, provocar el pánico, conquistarla y poner allí como rey al hijo de Tabel.
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En aquel día, allí donde hubo mil viñedos que costaban mil piezas de plata cada uno, no quedarán más que espinos y cardos,
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los cuales cubrirán toda la tierra. Solo se podrá entrar allí con arco y flecha.
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Nunca más volverá a ser habitada ni poblada en los tiempos venideros. No volverá a acampar allí el beduino, ni hará el pastor descansar a su rebaño.
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Allí descansarán las fieras del desierto; sus casas se llenarán de chacales. Allí habitarán los avestruces y brincarán las cabras salvajes.
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¿Qué respuesta se dará a los mensajeros de esa nación? Pues que el Señor ha afirmado a Sión y que allí se refugiarán los afligidos de su pueblo.
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Por eso se llevaron, más allá del arroyo de los Sauces, las muchas riquezas que adquirieron y almacenaron.
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Profecía contra Etiopía
¡Ay de la tierra de zumbantes langostas más allá de los ríos de Cus,
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Te hará rodar como pelota y te lanzará a una tierra inmensa. Allí morirás; allí quedarán tus gloriosos carros de combate. ¡Serás la vergüenza de la casa de tu señor!
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Él dijo: «¡Virgen oprimida, hija de Sidón: no volverás a alegrarte! »Levántate y cruza hasta Chipre; ¡ni siquiera allí encontrarás descanso!».
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Allí extenderán sus manos, como al nadar las extiende un nadador. Pero Dios abatirá su orgullo, junto con la destreza de sus manos.
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La senda del justo es recta; tú, que eres íntegro, allanas su camino.
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En ruinas está la ciudad fortificada; es un sitio sin habitantes, abandonado como el desierto. Allí se echa el ternero, allí pace y deshoja las ramas.
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¿Por qué nos repite todo, línea por línea, palabra por palabra, un poquito aquí, un poquito allá?».
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Por eso el Señor les explicará con detalles, línea por línea, palabra por palabra, un poquito aquí, un poquito allá. Les hablará para que caigan de espaldas, queden heridos, enredados y atrapados.
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Aunque el granizo arrase con el bosque y la ciudad sea completamente allanada,
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Allí el Señor nos mostrará su poder. Será como un lugar de anchos ríos y canales. Ningún barco de remos surcará sus aguas ni barcos poderosos navegarán por ellas.
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Ningún habitante dirá: «Estoy enfermo»; y se perdonará la iniquidad del pueblo que allí habita.
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Se adueñarán de ella el búho del desierto y la lechuza; anidarán allí la lechuza y el cuervo. Dios extenderá sobre Edom el cordel del caos y la plomada de la destrucción.
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Sus nobles no tendrán allí nada que pueda llamarse reino; todos sus príncipes desaparecerán.
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Las fieras del desierto se juntarán con las hienas y las cabras monteses se llamarán unas a otras; allí también reposarán las aves nocturnas y encontrarán un lugar de descanso.
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Allí el búho anidará y pondrá sus huevos; bajo sus alas incubará y cuidará a sus crías. También allí se reunirán los halcones, cada cual con su pareja.
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Él les ha asignado sus lugares; su mano les señaló su territorio. Ellos los poseerán para siempre y morarán allí por todas las generaciones.
