La sabiduría no entra en un alma perversa, ni vive en un cuerpo entregado al pecado.

lo arrebató para que el mal no pervirtiera su mente, para que el error no sedujera su alma,

Como su alma era agradable a Dios, Dios se apresuró a sacarlo de la maldad. La gente ve esto, pero no lo entiende; no comprende

Yo era un niño, bueno por naturaleza, que había recibido un alma buena,

el cuerpo mortal es un peso para el alma; estando hecho de barro, oprime la mente, en la que bullen tantos pensamientos.

Entró en el alma de Moisés, tu siervo, y con milagros y prodigios hizo frente a reyes temibles.

porque no reconoció a Dios, que lo formó a él, le infundió un alma activa y le comunicó aliento de vida.

En cambio el hombre, en su maldad, puede quitar la vida, es cierto, pero no puede devolverla ni hacer regresar el alma que ha sido arrebatada por la muerte.