-
Para el director del coro: salmo de David; cántese con la melodía de «Muerte del hijo».
Te alabaré, Señor, con todo mi corazón; contaré de las cosas maravillosas que has hecho.
-
Señor, ten misericordia de mí. Mira cómo me atormentan mis enemigos; arrebátame de las garras de la muerte.
-
Me enredaron las cuerdas de la muerte; me arrasó una inundación devastadora.
-
La tumba me envolvió con sus cuerdas; la muerte me tendió una trampa en el camino.
-
Los herí de muerte para que no pudieran levantarse; cayeron debajo de mis pies.
-
Me levantaste de la tumba, oh Señor; me libraste de caer en la fosa de la muerte.
-
Los rescata de la muerte y los mantiene con vida en tiempos de hambre.
-
Sin embargo, nos aplastaste en el desierto, donde vive el chacal; nos cubriste de oscuridad y muerte.
-
Pues así es Dios. Él es nuestro Dios por siempre y para siempre, y nos guiará hasta el día de nuestra muerte.
-
Sin embargo, no pueden redimirse de la muerte pagándole un rescate a Dios.
-
Como ovejas, son llevados a la tumba, donde la muerte será su pastor. Por la mañana, los justos gobernarán sobre ellos. Sus cuerpos se pudrirán en la tumba, lejos de sus grandiosas propiedades.
-
Pero Dios te herirá de muerte de una vez por todas; te sacará de tu casa y te desarraigará de la tierra de los vivientes. Interludio
-
Mi corazón late en el pecho con fuerza; me asalta el terror de la muerte.
-
Que la muerte aceche a mis enemigos; que la tumba se los trague vivos, porque la maldad habita en ellos.
-
Pues me rescataste de la muerte; no dejaste que mis pies resbalaran. Así que ahora puedo caminar en tu presencia, oh Dios, en tu luz que da vida.
-
¡Nuestro Dios es un Dios que salva! El Señor Soberano nos rescata de la muerte.
-
No permitas que el torrente me cubra, ni que las aguas profundas me traguen, ni que el foso de la muerte me devore.
-
Nuestros enemigos más audaces fueron saqueados y yacen ante nosotros en el sueño de la muerte. No hay guerrero que pueda levantarse contra nosotros.
-
la ira de Dios aumentó contra ellos, e hirió de muerte a sus hombres más fuertes; derribó a los mejores jóvenes de Israel.
-
Masacraron a los sacerdotes, y sus viudas no pudieron llorar su muerte.
-
Escucha el lamento de los prisioneros. Demuestra tu gran poder al salvar a los condenados a muerte.
-
porque muy grande es tu amor por mí. Me has rescatado de las profundidades de la muerte.
-
Mi vida está llena de dificultades, y la muerte se acerca.
-
Desde mi juventud, estoy enfermo y al borde de la muerte. Me encuentro indefenso y desesperado ante tus terrores.
-
Se unen contra los justos y condenan a muerte a los inocentes.