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El incomparable Dios de Israel

12 ¿Quién midió las aguas con el hueco de su mano
y los cielos con su palmo,
con tres dedos juntó el polvo de la tierra,
y pesó los montes con balanza
y con pesas los collados?
13 ¿Quién examinó al espíritu de Jehová
o le aconsejó y enseñó?
14 ¿A quién pidió consejo para poder discernir?
¿Quién le enseñó el camino del juicio
o le dio conocimiento
o le mostró la senda de la prudencia?
15 He aquí que las naciones son para él
como la gota de agua que cae del cubo,
y como polvo menudo en las balanzas
le son estimadas.
He aquí que las islas le son como polvo
que se desvanece.
16 Ni el Líbano bastará para el fuego,
ni todos sus animales para el sacrificio.
17 Como nada son todas las naciones delante de él;
para él cuentan menos que nada,
menos que lo que no es.
18 ¿A qué, pues, haréis semejante a Dios
o qué imagen le compondréis?
19 El artífice prepara la imagen de talla,
el platero le extiende el oro
y le funde cadenas de plata.
20 El pobre escoge,
para ofrecerle,
madera que no se apolille;
se busca un maestro sabio,
que le haga una imagen de talla que no se mueva.

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