Add parallel Print Page Options

Que el Señor te bendiga

(1a) Cántico de las subidas.

134 (1b) ¡Vamos, siervos del Señor!
¡Bendigan al Señor todos ustedes,
que están en su templo por las noches!
¡Eleven sus manos al santuario
y bendigan al Señor!
¡Que el Señor, creador del cielo y de la tierra,
te bendiga desde el monte Sión!

Alabanzas a los hechos de Dios

146 ¡Aleluya!

Alabaré al Señor con toda mi alma.
Alabaré al Señor mientras yo viva;
cantaré himnos a mi Dios mientras yo exista.
No pongan su confianza en hombres importantes,
en simples hombres que no pueden salvar,
pues cuando mueren regresan al polvo,
y ese mismo día terminan sus proyectos.

Feliz quien recibe ayuda del Dios de Jacob,
quien pone su esperanza en el Señor su Dios.
Él hizo cielo, tierra y mar,
y todo lo que hay en ellos.
Él siempre mantiene su palabra.
Hace justicia a los oprimidos
y da de comer a los hambrientos.

El Señor da libertad a los presos;
el Señor devuelve la vista a los ciegos;
el Señor levanta a los caídos;
el Señor ama a los hombres honrados;
el Señor protege a los extranjeros
y sostiene a los huérfanos y a las viudas,
pero hace que los malvados pierdan el camino.

10 Oh Sión, el Señor reinará por siempre;
tu Dios reinará por todos los siglos.

¡Aleluya!

No hizo lo mismo con todas las naciones

147 ¡Aleluya!

¡Qué bueno es cantar himnos a nuestro Dios!
¡A él se le deben dulces alabanzas!
El Señor reconstruye a Jerusalén
y reúne a los dispersos de Israel.
Él sana a los que tienen roto el corazón,
y les venda las heridas.
Él determina el número de las estrellas,
y a cada una le pone nombre.
Grande es nuestro Dios, y grande su poder;
su inteligencia es infinita.
El Señor levanta a los humildes,
pero humilla por completo a los malvados.

Canten al Señor con gratitud;
canten himnos a nuestro Dios, al son del arpa.
Él cubre de nubes el cielo,
prepara la lluvia para la tierra,
hace crecer los pastos en los montes,
da de comer a los animales
y a las crías de los cuervos cuando chillan.
10 No es la fuerza del caballo ni los músculos del hombre
lo que más agrada al Señor;
11 a él le agradan los que lo honran,
los que confían en su amor.

12 Jerusalén, alaba al Señor;
Sión, alaba a tu Dios.
13 Pues él reforzó los cerrojos de tus puertas
y bendijo a tus hijos dentro de la ciudad.
14 Él trae la paz a tu territorio
y te satisface con lo mejor del trigo.
15 Él envía su palabra a la tierra,
y su palabra corre a toda prisa.
16 Él produce la nieve como si fuera lana,
y esparce la escarcha como si fuera polvo.
17 Él envía el hielo en forma de granizo;
con el frío que envía, el agua se congela.
18 Pero envía su palabra, y la derrite;
hace soplar el viento, y el agua corre.
19 Él dio a conocer a Jacob, a Israel,
su palabra, sus leyes y decretos.
20 No hizo lo mismo con las otras naciones,
las cuales nunca conocieron sus decretos.

¡Aleluya!

La creación alaba al Señor

148 ¡Aleluya!

¡Alaben al Señor desde el cielo!
¡Alaben al Señor desde lo alto!
¡Alábenlo ustedes, todos sus ángeles!
¡Alábenlo ustedes, ejércitos del cielo!
¡Alábenlo, sol y luna!
¡Alábenlo ustedes, brillantes luceros!
¡Alábalo tú, altísimo cielo,
y tú, agua que estás encima del cielo!

Alaben el nombre del Señor,
pues él dio una orden y todo fue creado;
él lo estableció todo para siempre,
y dictó una ley que no puede ser violada.

¡Alaben al Señor desde la tierra,
monstruos del mar, y mar profundo!
¡El rayo y el granizo, la nieve y la neblina!
¡El viento tempestuoso que cumple sus mandatos!
¡Los montes y las colinas!
¡Todos los cedros y los árboles frutales!
10 ¡Los animales domésticos y los salvajes!
¡Las aves y los reptiles!
11 ¡Los reyes del mundo y todos los pueblos!
¡Todos los jefes y gobernantes del mundo!
12 ¡Hombres y mujeres, jóvenes y viejos!

13 ¡Alaben todos el nombre del Señor,
pues sólo su nombre es altísimo!
¡Su honor está por encima del cielo y de la tierra!
14 ¡Él ha dado poder a su pueblo!

¡Alabanza de todos sus fieles,
de los israelitas, su pueblo cercano!

¡Aleluya!

Dios, Creador y Rey

149 ¡Aleluya!

Canten al Señor un canto nuevo;
alábenlo en la comunidad de los fieles.
Alégrense los israelitas, el pueblo de Sión,
porque Dios es su Creador y Rey.
Alaben su nombre con danzas,
cántenle himnos al son de arpas y panderos.
Porque el Señor se complace en su pueblo;
da a los humildes el honor de la victoria.
Alégrense los fieles con el triunfo,
y aun dormidos canten de alegría.
Haya alabanzas a Dios en sus labios,
y en su mano una espada de dos filos
para vengarse de los paganos,
para castigar a las naciones,
para encadenar a los reyes y gente poderosa
con pesadas cadenas de hierro,
para cumplir en ellos la sentencia escrita.
¡Esto será una honra para todos sus fieles!

¡Aleluya!

Alabanza universal a Dios

150 ¡Aleluya!

¡Alaben a Dios en su santuario!
¡Alábenlo en su majestuosa bóveda celeste!
¡Alábenlo por sus hechos poderosos!
¡Alábenlo por su grandeza infinita!
¡Alábenlo con toques de trompeta!
¡Alábenlo con arpa y salterio!
¡Alábenlo danzando al son de panderos!
¡Alábenlo con flautas e instrumentos de cuerda!
¡Alábenlo con platillos sonoros!
¡Alábenlo con platillos vibrantes!
¡Que todo lo que respira alabe al Señor!

¡Aleluya!