Salmos 58-60
Reina-Valera 1995
Plegaria pidiendo el castigo de los malos
Al músico principal; sobre «No destruyas». Mictam de David
58 Poderosos, ¿pronunciáis en verdad justicia?
¿Juzgáis rectamente, hijos de los hombres?
2 Antes bien, en el corazón maquináis la maldad;
hacéis pesar la violencia de vuestras manos en la tierra.
3 Se apartaron los impíos desde la matriz;
se descarriaron hablando mentira desde que nacieron.
4 Veneno tienen, como veneno de serpiente;
son como la víbora sorda que cierra su oído,
5 que no oye la voz de los que encantan,
por más hábil que sea el encantador.
6 Quiebra, Dios, sus dientes en sus bocas;
quiebra, Jehová, las muelas de los leoncillos.
7 Sean disipados como aguas que corren;
cuando disparen sus saetas, que se rompan en pedazos.
8 Pasen ellos como con el caracol que se deshace;
como el que nace muerto, no vean el sol.
9 Antes que sus ollas sientan la llama de los espinos,
así vivos, así airados, los arrebatará él con tempestad.
10 Se alegrará el justo cuando vea la venganza;
sus pies lavará en la sangre del impío.
11 Entonces dirá el hombre:
«Ciertamente hay galardón para el justo;
ciertamente hay Dios que juzga en la tierra.»
Oración pidiendo ser librado de los enemigos
Al músico principal; sobre «No destruyas». Mictam de David, cuando envió Saúl, y vigilaron la casa para matarlo.
59 Líbrame de mis enemigos, Dios mío;
ponme a salvo de los que se levantan contra mí.
2 Líbrame de los que cometen maldad
y sálvame de hombres sanguinarios,
3 porque están acechando mi vida;
se han juntado contra mí poderosos,
no por falta mía, ni pecado mío, Jehová;
4 sin delito mío corren y se preparan.
Despierta para venir a mi encuentro, y mira.
5 Y tú, Jehová, Dios de los ejércitos, Dios de Israel,
despierta y castiga a todas las naciones;
no tengas misericordia de todos los que se rebelan con maldad. Selah
6 Volverán a la tarde,
ladrarán como perros
y rodearán la ciudad.
7 Declaran con su boca;
espadas hay en sus labios,
pues dicen: «¿Quién oye?»
8 Mas tú, Jehová, te reirás de ellos;
te burlarás de todas las naciones.
9 A causa del poder del enemigo esperaré en ti,
porque Dios es mi defensa.
10 El Dios de mi misericordia irá delante de mí;
Dios hará que vea en mis enemigos mi deseo.
11 No los mates, para que mi pueblo no olvide;
dispérsalos con tu poder y abátelos,
Jehová, escudo nuestro.
12 Por el pecado de su boca, por la palabra de sus labios,
sean ellos presos en su soberbia,
y por la maldición y mentira que profieren.
13 ¡Acábalos con furor,
acábalos, para que no existan más!
¡Sépase que Dios gobierna en Jacob
hasta los confines de la tierra! Selah
14 Vuelvan, pues, a la tarde, y ladren como perros
y rodeen la ciudad.
15 Anden ellos errantes para hallar qué comer;
y al no saciarse, que pasen la noche quejándose.
16 Pero yo cantaré de tu poder,
alabaré de mañana tu misericordia,
porque has sido mi amparo
y refugio en el día de mi angustia.
17 Fortaleza mía, a ti cantaré,
porque eres, Dios, mi refugio,
el Dios de mi misericordia.
Plegaria pidiendo ayuda contra el enemigo(A)
Al músico principal; sobre «Lirios». Testimonio. Mictam de David, para enseñar, cuando tuvo guerra contra Aram-Naharaim y contra Aram de Soba, y volvió Joab y destrozó a doce mil de Edom en el valle de la Sal.
60 Tú, Dios, tú nos has desechado, nos quebrantaste;
te has airado. ¡Vuélvete a nosotros!
2 Hiciste temblar la tierra, la has hendido;
¡sana sus fracturas, porque titubea!
3 Has hecho ver a tu pueblo cosas duras;
nos hiciste beber vino de aturdimiento.
4 Has dado a los que te temen bandera
que alcen por causa de la verdad. Selah
5 ¡Para que se libren tus amados,
salva con tu diestra y óyeme!
6 Dios ha dicho en su santuario:
«Yo me alegraré; repartiré a Siquem
y mediré el valle de Sucot.
7 Mío es Galaad y mío es Manasés;
Efraín es la fortaleza de mi cabeza;
Judá es mi legislador.
8 Moab, vasija para lavarme;
sobre Edom echaré mi calzado;
me regocijaré sobre Filistea.»
9 ¿Quién me llevará a la ciudad fortificada?
¿Quién me llevará hasta Edom?
10 ¿No serás tú, Dios, que nos habías desechado
y no salías, Dios, con nuestros ejércitos?
11 Danos socorro contra el enemigo,
porque vana es la ayuda de los hombres.
12 Con Dios haremos proezas,
y él aplastará a nuestros enemigos.
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