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David implora dirección, perdón y protección

Salmo de David.

25 A ti, oh Jehová, levantaré mi alma.

Dios mío, en ti confío;

No sea yo avergonzado,

No se alegren de mí mis enemigos.

Ciertamente ninguno de cuantos esperan en ti será confundido;

Serán avergonzados los que se rebelan sin causa.

Muéstrame, oh Jehová, tus caminos;

Enséñame tus sendas.

Encamíname en tu verdad, y enséñame,

Porque tú eres el Dios de mi salvación;

En ti he esperado todo el día.

Acuérdate, oh Jehová, de tus piedades y de tus misericordias,

Que son perpetuas.

De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes;

Conforme a tu misericordia acuérdate de mí,

Por tu bondad, oh Jehová.

Bueno y recto es Jehová;

Por tanto, él enseñará a los pecadores el camino.

Encaminará a los humildes por el juicio,

Y enseñará a los mansos su carrera.

10 Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad,

Para los que guardan su pacto y sus testimonios.

11 Por amor de tu nombre, oh Jehová,

Perdonarás también mi pecado, que es grande.

12 ¿Quién es el hombre que teme a Jehová?

Él le enseñará el camino que ha de escoger.

13 Gozará él de bienestar,

Y su descendencia heredará la tierra.

14 La comunión íntima de Jehová es con los que le temen,

Y a ellos hará conocer su pacto.

15 Mis ojos están siempre hacia Jehová,

Porque él sacará mis pies de la red.

16 Mírame, y ten misericordia de mí,

Porque estoy solo y afligido.

17 Las angustias de mi corazón se han aumentado;

Sácame de mis congojas.

18 Mira mi aflicción y mi trabajo,

Y perdona todos mis pecados.

19 Mira mis enemigos, cómo se han multiplicado,

Y con odio violento me aborrecen.

20 Guarda mi alma, y líbrame;

No sea yo avergonzado, porque en ti confié.

21 Integridad y rectitud me guarden,

Porque en ti he esperado.

22 Redime, oh Dios, a Israel

De todas sus angustias.

Declaración de integridad

Salmo de David.

26 Júzgame, oh Jehová, porque yo en mi integridad he andado;

He confiado asimismo en Jehová sin titubear.

Escudríñame, oh Jehová, y pruébame;

Examina mis íntimos pensamientos y mi corazón.

Porque tu misericordia está delante de mis ojos,

Y ando en tu verdad.

No me he sentado con hombres hipócritas,

Ni entré con los que andan simuladamente.

Aborrecí la reunión de los malignos,

Y con los impíos nunca me senté.

Lavaré en inocencia mis manos,

Y así andaré alrededor de tu altar, oh Jehová,

Para exclamar con voz de acción de gracias,

Y para contar todas tus maravillas.

Jehová, la habitación de tu casa he amado,

Y el lugar de la morada de tu gloria.

No arrebates con los pecadores mi alma,

Ni mi vida con hombres sanguinarios,

10 En cuyas manos está el mal,

Y su diestra está llena de sobornos.

11 Mas yo andaré en mi integridad;

Redímeme, y ten misericordia de mí.

12 Mi pie ha estado en rectitud;

En las congregaciones bendeciré a Jehová.

Jehová es mi luz y mi salvación

Salmo de David.

27 Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré?

Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?

Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos,

Para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron.

Aunque un ejército acampe contra mí,

No temerá mi corazón;

Aunque contra mí se levante guerra,

Yo estaré confiado.

Una cosa he demandado a Jehová, esta buscaré;

Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida,

Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.

Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal;

Me ocultará en lo reservado de su morada;

Sobre una roca me pondrá en alto.

Luego levantará mi cabeza sobre mis enemigos que me rodean,

Y yo sacrificaré en su tabernáculo sacrificios de júbilo;

Cantaré y entonaré alabanzas a Jehová.

Oye, oh Jehová, mi voz con que a ti clamo;

Ten misericordia de mí, y respóndeme.

Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro.

Tu rostro buscaré, oh Jehová;

No escondas tu rostro de mí.

No apartes con ira a tu siervo;

Mi ayuda has sido.

No me dejes ni me desampares, Dios de mi salvación.

10 Aunque mi padre y mi madre me dejaran,

Con todo, Jehová me recogerá.

11 Enséñame, oh Jehová, tu camino,

Y guíame por senda de rectitud

A causa de mis enemigos.

12 No me entregues a la voluntad de mis enemigos;

Porque se han levantado contra mí testigos falsos, y los que respiran crueldad.

13 Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová

En la tierra de los vivientes.

14 Aguarda a Jehová;

Esfuérzate, y aliéntese tu corazón;

Sí, espera a Jehová.

Plegaria pidiendo ayuda, y alabanza por la respuesta

Salmo de David.

28 A ti clamaré, oh Jehová.

Roca mía, no te desentiendas de mí,

Para que no sea yo, dejándome tú,

Semejante a los que descienden al sepulcro.

Oye la voz de mis ruegos cuando clamo a ti,

Cuando alzo mis manos hacia tu santo templo.

No me arrebates juntamente con los malos,

Y con los que hacen iniquidad,

Los cuales hablan paz con sus prójimos,

Pero la maldad está en su corazón.

Dales conforme a su obra,(A) y conforme a la perversidad de sus hechos;

Dales su merecido conforme a la obra de sus manos.

Por cuanto no atendieron a los hechos de Jehová,

Ni a la obra de sus manos,

Él los derribará, y no los edificará.

Bendito sea Jehová,

Que oyó la voz de mis ruegos.

Jehová es mi fortaleza y mi escudo;

En él confió mi corazón, y fui ayudado,

Por lo que se gozó mi corazón,

Y con mi cántico le alabaré.

Jehová es la fortaleza de su pueblo,

Y el refugio salvador de su ungido.

Salva a tu pueblo, y bendice a tu heredad;

Y pastoréales y susténtales para siempre.

Poder y gloria de Jehová

Salmo de David.

29 Tributad a Jehová, oh hijos de los poderosos,

Dad a Jehová la gloria y el poder.

Dad a Jehová la gloria debida a su nombre;

Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad.(B)

Voz de Jehová sobre las aguas;

Truena el Dios de gloria,

Jehová sobre las muchas aguas.

Voz de Jehová con potencia;

Voz de Jehová con gloria.

Voz de Jehová que quebranta los cedros;

Quebrantó Jehová los cedros del Líbano.

Los hizo saltar como becerros;

Al Líbano y al Sirión como hijos de búfalos.

Voz de Jehová que derrama llamas de fuego;

Voz de Jehová que hace temblar el desierto;

Hace temblar Jehová el desierto de Cades.

Voz de Jehová que desgaja las encinas,

Y desnuda los bosques;

En su templo todo proclama su gloria.

10 Jehová preside en el diluvio,

Y se sienta Jehová como rey para siempre.

11 Jehová dará poder a su pueblo;

Jehová bendecirá a su pueblo con paz.

Acción de gracias por haber sido librado de la muerte

Salmo cantado en la dedicación de la Casa.

Salmo de David.

30 Te glorificaré, oh Jehová, porque me has exaltado,

Y no permitiste que mis enemigos se alegraran de mí.

Jehová Dios mío,

A ti clamé, y me sanaste.

Oh Jehová, hiciste subir mi alma del Seol;

Me diste vida, para que no descendiese a la sepultura.

Cantad a Jehová, vosotros sus santos,

Y celebrad la memoria de su santidad.

Porque un momento será su ira,

Pero su favor dura toda la vida.

Por la noche durará el lloro,

Y a la mañana vendrá la alegría.

En mi prosperidad dije yo:

No seré jamás conmovido,

Porque tú, Jehová, con tu favor me afirmaste como monte fuerte.

Escondiste tu rostro, fui turbado.

A ti, oh Jehová, clamaré,

Y al Señor suplicaré.

¿Qué provecho hay en mi muerte cuando descienda a la sepultura?

¿Te alabará el polvo? ¿Anunciará tu verdad?

10 Oye, oh Jehová, y ten misericordia de mí;

Jehová, sé tú mi ayudador.

11 Has cambiado mi lamento en baile;

Desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría.

12 Por tanto, a ti cantaré, gloria mía, y no estaré callado.

Jehová Dios mío, te alabaré para siempre.

Salmo de David.

Álef

25 A ti, Señor, elevo mi alma;

Bet

    mi Dios, en ti confío;
no permitas que sea yo humillado,
    no dejes que mis enemigos se burlen de mí.

Guímel

Quien en ti pone su esperanza
    jamás será avergonzado;
pero quedarán en vergüenza
    los que traicionan sin razón.

Dálet

Señor, hazme conocer tus caminos;
    y enséñame tus sendas.

He

Encamíname en tu verdad.

Vav

Y enséñame,
    porque tú eres mi Dios y mi salvación.
    ¡En ti pongo mi esperanza todo el día!

Zayin

Acuérdate, Señor, de tu misericordia y gran amor,
    que siempre me has mostrado.

Jet

Olvida los pecados y las transgresiones
    que cometí en mi juventud.
Acuérdate de mí según tu gran amor,
    porque tú, Señor, eres bueno.

Tet

Bueno y justo es el Señor;
    por eso les muestra a los pecadores el camino.

Yod

Él dirige en la justicia a los humildes,
    y les enseña su camino.

Caf

10 Todas las sendas del Señor son amor y verdad
    para quienes cumplen los mandatos de su pacto.

Lámed

11 Por amor a tu nombre, Señor,
    perdona mi gran iniquidad.

Mem

12 ¿Quién es el hombre que teme al Señor?
    Será instruido en el mejor de los caminos.

Nun

13 Tendrá una vida próspera
    y sus descendientes heredarán la tierra.

Sámej

14 El Señor brinda su amistad a quienes le temen
    y les da a conocer su pacto.

Ayin

15 Mis ojos están puestos siempre en el Señor,
    pues solo él puede sacarme de la trampa.

Pe

16 Vuelve a mí tu rostro y tenme compasión,
    pues me encuentro solo y afligido.

Tsade

17 Crecen las angustias de mi corazón;
    líbrame de mis aflicciones.
18 Fíjate en mi aflicción y en mis penurias
    y borra todos mis pecados.

Resh

19 ¡Mira cómo se han multiplicado mis enemigos,
    y cuán violento es el odio que me tienen!

Shin

20 Protege mi vida, rescátame;
    no permitas que sea avergonzado,
    porque en ti busco refugio.

Tav

21 Sean mi protección la integridad y la rectitud,
    porque en ti he puesto mi esperanza.

22 ¡Libra, oh Dios, a Israel
    de todas sus angustias!

Salmo de David.

26 Hazme justicia, Señor,
    pues he vivido en integridad;
    ¡en el Señor confío sin titubear!
Examíname, Señor, ¡ponme a prueba!,
    purifica mi corazón y mi mente.
Tu gran amor lo tengo presente
    y siempre ando en tu verdad.

Yo no convivo con los mentirosos
    ni me junto con los hipócritas;
aborrezco la compañía de los malvados;
    no cultivo la amistad de los perversos.
Con manos limpias e inocentes
    camino, Señor, en torno a tu altar,
proclamando en voz alta tu alabanza
    y contando todas tus maravillas.

Señor, yo amo la casa donde vives,
    el lugar donde reside tu gloria.
No me quites la vida junto a los pecadores
    ni me hagas correr la suerte de los asesinos,
10 entre gente que tiene las manos
    llenas de artimañas y sobornos.
11 Yo, en cambio, vivo en integridad;
    líbrame y compadécete de mí.

12 Tengo los pies en terreno firme
    y en la gran asamblea bendeciré al Señor.

Salmo de David.

27 El Señor es mi luz y mi salvación;
    ¿a quién temeré?
El Señor es el baluarte de mi vida;
    ¿quién me asustará?

Cuando los malvados avanzan contra mí
    para devorar mis carnes,
cuando mis enemigos y adversarios me atacan,
    son ellos los que tropiezan y caen.
Aun cuando un ejército me asedie,
    no temerá mi corazón;
aun cuando una guerra estalle contra mí,
    yo mantendré la confianza.

Una sola cosa pido al Señor
    y es lo único que persigo:
habitar en la casa del Señor
    todos los días de mi vida,
para contemplar la hermosura del Señor
    y buscar orientación en su Templo.
Porque en el día de la aflicción
    él me resguardará en su morada;
al amparo de su santuario me protegerá
    y me pondrá en alto sobre una roca.

Me hará prevalecer
    frente a los enemigos que me rodean;
en su santuario ofreceré sacrificios de alabanza
    y cantaré y entonaré salmos al Señor.

Oye, Señor, mi voz cuando a ti clamo;
    compadécete de mí y respóndeme.
El corazón me dice: «¡Busca su rostro!».[a]
    Y yo, Señor, tu rostro busco.
No escondas de mí tu rostro;
    no rechaces, en tu enojo, a este siervo tuyo,
    porque tú has sido mi ayuda.
No me desampares ni me abandones,
    Dios de mi salvación.
10 Aunque mi padre y mi madre me abandonen,
    el Señor me acogerá.
11 Guíame, Señor, por tu camino;
    dirígeme por la senda de rectitud,
    por causa de mis enemigos.
12 No me entregues al capricho de mis adversarios,
    pues contra mí se levantan testigos falsos
    que respiran violencia.

13 Pero de una cosa estoy seguro:
    he de ver la bondad del Señor
    en esta tierra de los vivientes.
14 Pon tu esperanza en el Señor;
    cobra ánimo y ármate de valor,
    ¡pon tu esperanza en el Señor!

Salmo de David.

28 A ti clamo, Señor, Roca mía;
    no te desentiendas de mí,
porque si guardas silencio,
    seré como los que bajan a la fosa.
Oye mi voz suplicante
    cuando a ti acudo en busca de ayuda,
    cuando tiendo los brazos hacia tu Lugar Santísimo.

No me arrastres con los malvados,
    con los que hacen iniquidad,
con los que hablan de paz con su prójimo,
    pero en sus corazones[b] planean maldad.
Págales conforme a sus obras,
    conforme a sus malas acciones.
Págales conforme a las obras de sus manos;
    ¡dales su merecido!

Ya que no toman en cuenta las obras del Señor
    y lo que él ha hecho con sus manos,
él los derribará
    y nunca más volverá a levantarlos.

Bendito sea el Señor,
    que ha oído mi voz suplicante.
El Señor es mi fuerza y mi escudo;
    mi corazón en él confía;
    de él recibo ayuda.
Mi corazón salta de alegría,
    y con cánticos le daré gracias.

El Señor es la fortaleza de su pueblo
    y un baluarte de salvación para su ungido.
Salva a tu pueblo, bendice a tu heredad
    y, cual pastor, guíalos por siempre.

Salmo de David.

29 Tributen al Señor, seres celestiales;[c]
    tributen al Señor la gloria y el poder.
Tributen al Señor la gloria que merece su nombre;
    adoren al Señor en la hermosura de su santidad.

La voz del Señor está sobre las aguas;
    resuena el trueno del Dios de la gloria;
    el Señor está sobre las aguas impetuosas.
La voz del Señor resuena potente;
    la voz del Señor resuena majestuosa.
La voz del Señor desgaja los cedros;
    desgaja el Señor los cedros del Líbano;
hace que el Líbano salte como becerro
    y que el Sirión[d] salte cual toro salvaje.
La voz del Señor destruye
    con rayos de fuego;
la voz del Señor sacude el desierto;
    el Señor sacude el desierto de Cades.
La voz del Señor retuerce los robles[e]
    y deja desnudos los bosques;
    en su Templo todos gritan: «¡Gloria!».

10 El Señor tiene su trono sobre el diluvio;
    el Señor reina por siempre.
11 El Señor fortalece a su pueblo;
    el Señor bendice a su pueblo con la paz.

Cántico para la dedicación de la Casa.[f] Salmo de David.

30 Te exaltaré, Señor, porque me levantaste,
    porque no dejaste que mis enemigos se burlaran de mí.
Señor mi Dios, te pedí ayuda
    y me sanaste.
Tú, Señor, me libraste de los dominios de la muerte;[g]
    me hiciste revivir de entre los muertos.

Canten al Señor, ustedes sus fieles;
    alaben su santo nombre.
Porque solo un instante dura su enojo,
    pero su buena voluntad, toda una vida.
Si por la noche hay llanto,
    por la mañana habrá gritos de alegría.

Cuando me sentí seguro, exclamé:
    «Jamás caeré».
Tú, Señor, en tu buena voluntad,
    me exaltaste como monte poderoso;[h]
pero cuando escondiste tu rostro,
    yo quedé angustiado.

A ti clamo, Señor Soberano;
    a ti me vuelvo suplicante.
¿Qué ganas tú con que yo muera,[i]
    con que descienda yo al sepulcro?
¿Acaso el polvo te alabará
    o proclamará tu verdad?
10 Oye, Señor; compadécete de mí.
    ¡Sé tú, Señor, mi ayuda!

11 Convertiste mi lamento en danza;
    me quitaste la ropa de luto
    y me vestiste de alegría,
12 para que te cante y te glorifique
    y no me quede callado.
¡Señor mi Dios, siempre te daré gracias!

Footnotes

  1. 27:8 El corazón … su rostro! (lectura probable); A ti dice mi corazón: «Busquen mi rostro» (TM).
  2. 28:3 corazones. En la Biblia, corazón se usa para designar el asiento de las emociones, pensamientos y voluntad, es decir, el proceso de toma de decisiones del ser humano.
  3. 29:1 seres celestiales. Lit. hijos de los dioses.
  4. 29:6 Sirión nombre que los fenicios le daban al monte Hermón; véase Dt 3:8-9.
  5. 29:9 retuerce los robles. Alt. hace parir a la cierva.
  6. 30 Título. Casa. Alt. palacio, o Templo.
  7. 30:3 de los dominios de la muerte. Lit. del Seol.
  8. 30:7 Es decir, el Monte Sión.
  9. 30:9 con que yo muera. Lit. con mi sangre.