Salmo de David, cuando huía de su hijo Absalón.

Muchos son, Señor, mis enemigos;
    muchos son los que se me oponen,
y muchos los que de mí aseguran:
    «Dios no lo salvará». Selah

Pero tú, Señor, eres el escudo que me protege;
    tú eres mi gloria;
    tú mantienes en alto mi cabeza.
Clamo al Señor a voz en cuello
    y desde su monte santo él me responde. Selah

Yo me acuesto, me duermo y vuelvo a despertar,
    porque el Señor me sostiene.
No me asustan los miles de escuadrones
    que me acosan por doquier.

¡Levántate, Señor!
    ¡Ponme a salvo, Dios mío!
¡Rómpeles la quijada a mis enemigos!
    ¡Rómpeles los dientes a los malvados!

Tuya es, Señor, la salvación;
    ¡envía tu bendición sobre tu pueblo! Selah

Oración para la hora de levantarse

Salmo de David compuesto cuando huía de su hijo Absalón.

¡Oh SEÑOR, cuánto se han multiplicado mis enemigos! Muchos son los que se levantan contra mí.
Muchos dicen acerca de mí:
“¡Dios no lo librará!”. Selah[a]
Pero tú, oh SEÑOR,
eres escudo alrededor de mí; eres mi gloria y el que levanta mi cabeza.
4 Con mi voz clamé al SEÑOR,
y él me respondió desde su
santo monte. Selah[b]
Yo me acosté y dormí.
Desperté, porque el SEÑOR me sostuvo.
No temeré a las decenas de millares del pueblo que han puesto sitio contra mí.
¡Levántate, oh SEÑOR!
¡Sálvame, Dios mío!
Porque a todos mis enemigos has golpeado en la mejilla,
y has quebrantado los dientes de los impíos.
Del SEÑOR viene la salvación. ¡Sobre tu pueblo sea tu bendición! Selah[c]

Footnotes

  1. Salmos 3:2 Posiblemente tiene que ver con el acompañamiento musical.
  2. Salmos 3:3 Posiblemente tiene que ver con el acompañamiento musical.
  3. Salmos 3:8 Posiblemente tiene que ver con el acompañamiento musical.