Salmos 80-85
Reina-Valera 1995
Súplica por la restauración
Al músico principal; sobre «Lirios». Testimonio. Salmo de Asaf
80 Pastor de Israel, escucha;
tú que pastoreas como a ovejas a José,
tú que estás entre querubines, resplandece.
2 ¡Despierta tu poder
delante de Efraín, de Benjamín y de Manasés,
y ven a salvarnos!
3 ¡Dios, restáuranos!
¡Haz resplandecer tu rostro y seremos salvos!
4 Jehová, Dios de los ejércitos,
¿hasta cuándo mostrarás tu indignación contra la oración de tu pueblo?
5 Les diste a comer pan de lágrimas
y a beber lágrimas en abundancia.
6 Nos pusiste por escarnio de nuestros vecinos
y nuestros enemigos se burlan de nosotros.
7 ¡Dios de los ejércitos, restáuranos!
¡Haz resplandecer tu rostro y seremos salvos!
8 Hiciste venir una vid de Egipto;
echaste las naciones y la plantaste.
9 Limpiaste el terreno para ella,
hiciste arraigar sus raíces y llenó la tierra.
10 Los montes fueron cubiertos con su sombra
y con sus sarmientos los cedros de Dios.
11 Extendió sus vástagos hasta el mar
y hasta el río sus renuevos.
12 ¿Por qué rompiste sus cercas
y la vendimian todos los que pasan por el camino?
13 La destroza el puerco montés
y la bestia del campo la devora.
14 Dios de los ejércitos, vuelve ahora;
mira desde el cielo, considera y visita esta viña,
15 la planta que plantó tu diestra
y el renuevo que para ti afirmaste.
16 ¡Quemada a fuego está, asolada!
¡Perezcan por la reprensión de tu rostro!
17 Sea tu mano sobre el varón de tu diestra,
sobre el hijo de hombre que para ti afirmaste.
18 Así no nos apartaremos de ti;
vida nos darás e invocaremos tu nombre.
19 ¡Jehová, Dios de los ejércitos, restáuranos!
¡Haz resplandecer tu rostro y seremos salvos!
Bondad de Dios y perversidad de Israel
Al músico principal; sobre Gitit. Salmo de Asaf
81 ¡Cantad con gozo a Dios, fortaleza nuestra!
¡Al Dios de Jacob aclamad con júbilo!
2 Entonad canción y tocad el pandero,
el arpa que deleita y el salterio.
3 Tocad la trompeta en la nueva luna,
en el día señalado, en el día de nuestra fiesta solemne,
4 porque estatuto es de Israel,
ordenanza del Dios de Jacob.
5 Lo constituyó como testimonio en José
cuando salió por la tierra de Egipto.
Oí un lenguaje que no entendía:
6 «Aparté su hombro de debajo de la carga;
sus manos fueron descargadas de los cestos.
7 En la calamidad clamaste y yo te libré;
te respondí en lo secreto del trueno;
te probé junto a las aguas de Meriba. Selah
8 »Oye, pueblo mío, y te amonestaré.
¡Si me oyeras, Israel!
9 No habrá en ti dios ajeno
ni te inclinarás a dios extraño.
10 Yo soy Jehová tu Dios,
que te hice subir de la tierra de Egipto;
abre tu boca y yo la llenaré.
11 »Pero mi pueblo no oyó mi voz;
Israel no me quiso a mí.
12 Los dejé, por tanto, a la dureza de su corazón;
caminaron en sus propios consejos.
13 ¡Si me hubiera oído mi pueblo!
¡Si en mis caminos hubiera andado Israel!
14 En un momento habría yo derribado a sus enemigos
y habría vuelto mi mano contra sus adversarios.»
15 Los que aborrecen a Jehová se le habrían sometido
y el tiempo de ellos sería para siempre.
16 Los sustentaría Dios con lo mejor del trigo,
y con miel de la peña los saciaría.
Amonestación contra los juicios injustos
Salmo de Asaf
82 Dios se levanta en la reunión de los dioses;
en medio de los dioses juzga.
2 ¿Hasta cuándo juzgaréis injustamente
y haréis acepción de personas con los impíos? Selah
3 Defended al débil y al huérfano;
haced justicia al afligido y al menesteroso,
4 librad al afligido y al necesitado;
¡libradlo de manos de los impíos!
5 No saben, no entienden,
andan en tinieblas;
tiemblan todos los cimientos de la tierra.
6 Yo dije: «Vosotros sois dioses
y todos vosotros hijos del Altísimo;
7 pero como hombres moriréis,
y como cualquiera de los príncipes caeréis.»
8 ¡Levántate, Dios, juzga la tierra,
porque tú heredarás todas las naciones!
Plegaria pidiendo la destrucción de los enemigos de Israel
Cántico. Salmo de Asaf
83 ¡Dios, no guardes silencio!
¡No calles, Dios, ni te estés quieto!,
2 porque rugen tus enemigos
y los que te aborrecen alzan la cabeza.
3 Contra tu pueblo han consultado astuta y secretamente,
y han entrado en consejo contra tus protegidos.
4 Han dicho: «Venid y destruyámoslos, para que no sean nación
y no haya más memoria del nombre de Israel.»
5 A una se confabulan de corazón.
Contra ti han hecho alianza
6 las tiendas de los edomitas y de los ismaelitas,
Moab y los agarenos,
7 Gebal, Amón y Amalec,
los filisteos y los habitantes de Tiro.
8 También el asirio se ha juntado con ellos;
sirven de brazo a los hijos de Lot. Selah
9 Hazles como a Madián,
como a Sísara, como a Jabín en el arroyo Cisón,
10 que perecieron en Endor:
fueron convertidos en estiércol para la tierra.
11 Pon a sus capitanes como a Oreb y a Zeeb;
como a Zeba y a Zalmuna a todos sus príncipes,
12 que han dicho: «¡Hagamos nuestras
las moradas de Dios!»
13 Dios mío, ponlos como torbellinos,
como hojarascas delante del viento,
14 como fuego que quema el monte,
como llama que abrasa el bosque.
15 Persíguelos así con tu tempestad
y atérralos con tu huracán.
16 Llena sus rostros de vergüenza,
y busquen tu nombre, Jehová.
17 Sean confundidos y turbados para siempre;
sean deshonrados y perezcan.
18 Y conozcan que tu nombre es Jehová;
¡sólo tú, el Altísimo sobre toda la tierra!
Anhelo por la casa de Dios
Al músico principal; sobre «Gitit». Salmo para los hijos de Coré
84 ¡Cuán amables son tus moradas,
Jehová de los ejércitos!
2 ¡Anhela mi alma y aun ardientemente
desea los atrios de Jehová!
¡Mi corazón y mi carne cantan
al Dios vivo!
3 Aun el gorrión halla casa,
y la golondrina nido para sí,
donde poner sus polluelos,
cerca de tus altares, Jehová de los ejércitos,
Rey mío y Dios mío.
4 ¡Bienaventurados los que habitan en tu Casa;
perpetuamente te alabarán! Selah
5 ¡Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas,
en cuyo corazón están tus caminos!
6 Atravesando el valle de lágrimas, lo cambian en fuente
cuando la lluvia llena los estanques.
7 Irán de poder en poder;
verán a Dios en Sión.
8 Jehová, Dios de los ejércitos, oye mi oración;
¡escucha, Dios de Jacob! Selah
9 Mira, Dios, escudo nuestro,
y pon los ojos en el rostro de tu elegido.
10 Mejor es un día en tus atrios
que mil fuera de ellos.
Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios
que habitar donde reside la maldad,
11 porque sol y escudo es Jehová Dios;
gracia y gloria dará Jehová.
No quitará el bien
a los que andan en integridad.
12 ¡Jehová de los ejércitos,
bienaventurado el hombre que en ti confía!
Súplica por la misericordia de Dios sobre Israel
Al músico principal. Salmo para los hijos de Coré
85 Fuiste propicio a tu tierra, Jehová;
volviste la cautividad de Jacob.
2 Perdonaste la maldad de tu pueblo;
todos los pecados de ellos cubriste. Selah
3 Reprimiste todo tu enojo;
te apartaste del ardor de tu ira.
4 Restáuranos, Dios de nuestra salvación,
y haz cesar tu ira contra nosotros.
5 ¿Estarás enojado contra nosotros para siempre?
¿Extenderás tu ira de generación en generación?
6 ¿No volverás a darnos vida,
para que tu pueblo se regocije en ti?
7 ¡Muéstranos, Jehová, tu misericordia
y danos tu salvación!
8 Escucharé lo que hablará Jehová Dios,
porque hablará paz a su pueblo y a sus santos,
para que no se vuelvan a la locura.
9 Ciertamente cercana está su salvación a los que lo temen,
para que habite la gloria en nuestra tierra.
10 La misericordia y la verdad se encontraron;
la justicia y la paz se besaron.
11 La verdad brotará de la tierra
y la justicia mirará desde los cielos.
12 Jehová dará también el bien
y nuestra tierra dará su fruto.
13 La justicia irá delante de él
y sus pasos nos pondrá por camino.
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