Salmos 33-34
Reina-Valera 1995
Alabanzas al Creador y Preservador
33 Alegraos, justos, en Jehová;
en los íntegros es hermosa la alabanza.
2 Aclamad a Jehová con arpa;
cantadle con salterio y decacordio.
3 Cantadle cántico nuevo;
¡hacedlo bien, tañendo con júbilo!,
4 porque recta es la palabra de Jehová
y toda su obra es hecha con fidelidad.
5 Él ama la justicia y el derecho;
de la misericordia de Jehová está llena la tierra.
6 Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos;
y todo el ejército de ellos, por el aliento de su boca.
7 Él junta como montón las aguas del mar;
él pone en depósitos los abismos.
8 ¡Tema a Jehová toda la tierra!
¡Tiemblen delante de él todos los habitantes del mundo!,
9 porque él dijo, y fue hecho;
él mandó, y existió.
10 Jehová hace nulo el plan de las naciones
y frustra las maquinaciones de los pueblos.
11 El plan de Jehová permanecerá para siempre;
los pensamientos de su corazón, por todas las generaciones.
12 Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová,
el pueblo que él escogió como heredad para sí.
13 Desde los cielos miró Jehová;
vio a todos los hijos de los hombres;
14 desde el lugar de su morada miró
sobre todos los habitantes de la tierra.
15 Él formó el corazón de todos ellos;
atento está a todas sus obras.
16 El rey no se salva por la multitud del ejército
ni escapa el valiente por la mucha fuerza.
17 Vano para salvarse es el caballo;
la grandeza de su fuerza a nadie podrá librar.
18 El ojo de Jehová está sobre los que lo temen,
sobre los que esperan en su misericordia,
19 para librar sus almas de la muerte
y para darles vida en tiempo de hambre.
20 Nuestra alma espera a Jehová;
nuestra ayuda y nuestro escudo es él.
21 Por tanto, en él se alegrará nuestro corazón,
porque en su santo nombre hemos confiado.
22 ¡Sea tu misericordia, Jehová, sobre nosotros,
según esperamos en ti!
La protección divina
Salmo de David, cuando mudó su semblante delante de Abimelec, y él lo echó, y se fue.
34 Bendeciré a Jehová en todo tiempo;
su alabanza estará de continuo en mi boca.
2 En Jehová se gloriará mi alma;
lo oirán los mansos y se alegrarán.
3 Engrandeced a Jehová conmigo
y exaltemos a una su nombre.
4 Busqué a Jehová, y él me oyó
y me libró de todos mis temores.
5 Los que miraron a él fueron alumbrados
y sus rostros no fueron avergonzados.
6 Este pobre clamó, y lo oyó Jehová
y lo libró de todas sus angustias.
7 El ángel de Jehová acampa alrededor de los que lo temen
y los defiende.
8 Gustad y ved que es bueno Jehová.
¡Bienaventurado el hombre que confía en él!
9 Temed a Jehová vosotros sus santos,
pues nada falta a los que lo temen.
10 Los leoncillos necesitan, y tienen hambre;
pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien.
11 Venid, hijos, oídme;
el temor de Jehová os enseñaré.
12 ¿Quién es el hombre que desea vida,
que desea muchos días para ver el bien?
13 Guarda tu lengua del mal
y tus labios de hablar engaño.
14 Apártate del mal y haz el bien;
busca la paz y síguela.
15 Los ojos de Jehová están sobre los justos
y atentos sus oídos al clamor de ellos.
16 La ira de Jehová está contra los que hacen mal,
para eliminar de la tierra la memoria de ellos.
17 Claman los justos, y Jehová oye
y los libra de todas sus angustias.
18 Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón
y salva a los contritos de espíritu.
19 Muchas son las aflicciones del justo,
pero de todas ellas lo librará Jehová.
20 Él guarda todos sus huesos;
ni uno de ellos será quebrado.
21 Matará al malo la maldad
y los que aborrecen al justo serán condenados.
22 Jehová redime el alma de sus siervos.
¡No serán condenados cuantos en él confían!
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