Salmos 10-12
Reina-Valera 1995
Plegaria pidiendo la destrucción de los malvados
10 ¿Por qué estás lejos, Jehová,
y te escondes en el tiempo de la tribulación?
2 Con arrogancia, el malo persigue al pobre;
será atrapado en las trampas que ha preparado.
3 El malo se jacta del deseo de su alma,
bendice al codicioso y desprecia a Jehová;
4 el malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios;
no hay Dios en ninguno de sus pensamientos.
5 Sus caminos son torcidos en todo tiempo;
tus juicios los tiene muy lejos de su vista;
a todos sus adversarios desprecia.
6 Dice en su corazón: «No caeré jamás;
nunca me alcanzará la desgracia.»
7 Llena está su boca de maldición y de engaños y fraude;
debajo de su lengua hay insulto y maldad.
8 Se sienta al acecho cerca de las aldeas;
en escondrijos mata al inocente.
Sus ojos están acechando al desvalido,
9 acecha en oculto, como el león desde su cueva;
acecha para atrapar al pobre;
atrapa al pobre trayéndolo a su red.
10 Se encoge, se agacha,
y en sus fuertes garras caen muchos desdichados.
11 Dice en su corazón: «Dios lo olvida;
cubre su rostro, nunca ve nada.»
12 ¡Levántate, Jehová Dios, alza tu mano!
¡No te olvides de los pobres!
13 ¿Por qué desprecia el malo a Dios?
En su corazón ha dicho: «Tú no habrás de pedir cuentas.»
14 Tú lo has visto, porque miras el trabajo y la vejación,
para dar la recompensa con tu mano;
a ti se acoge el desvalido;
tú eres el amparo del huérfano.
15 ¡Rompe el brazo del inicuo
y castiga la maldad del malo hasta que no halles ninguna!
16 Jehová es Rey eternamente y para siempre;
de su tierra desaparecerán las naciones.
17 El deseo de los humildes oíste, Jehová;
tú los animas y les prestas atención.
18 Tú haces justicia al huérfano y al oprimido,
a fin de que no vuelva más a hacer violencia el hombre de la tierra.
El refugio del justo
Al músico principal. Salmo de David
11 En Jehová he confiado;
¿cómo decís a mi alma
que escape al monte cual ave?,
2 porque los malos tienden el arco,
disponen sus saetas sobre la cuerda,
para lanzarlas en oculto
a los rectos de corazón.
3 Si son destruidos los fundamentos,
¿qué puede hacer el justo?
4 Jehová está en su santo Templo;
Jehová tiene en el cielo su trono;
sus ojos observan,
sus párpados examinan a los hijos de los hombres.
5 Jehová prueba al justo;
pero al malo y al que ama la violencia
los repudia su alma.
6 Sobre los malos hará llover calamidades;
fuego, azufre y viento abrasador serán la porción de su copa.
7 Porque Jehová es justo y ama la justicia,
el hombre recto verá su rostro.
Oración pidiendo ayuda contra los malos
Al músico principal; sobre Seminit. Salmo de David
12 Salva, Jehová, porque se acabaron los piadosos,
porque han desaparecido los fieles de entre los hijos de los hombres.
2 Habla mentira cada cual con su prójimo;
adulan con los labios, pero con doblez de corazón.
3 Jehová destruirá todos los labios aduladores,
y la lengua que habla con jactancia;
4 a los que han dicho: «Por nuestra lengua prevaleceremos,
nuestros labios son nuestros, ¿quién es señor de nosotros?»
5 «Por la opresión de los pobres, por el gemido de los necesitados,
ahora me levantaré —dice Jehová—,
pondré a salvo al que por ello suspira.»
6 Las palabras de Jehová son palabras limpias,
como plata refinada en horno de barro,
purificada siete veces.
7 Tú, Jehová, los guardarás;
los preservarás para siempre de esta generación.
8 Rondando andan los malos
cuando la infamia es enaltecida entre los hijos de los hombres.
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