Add parallel Print Page Options

Plegaria pidiendo ser librado de los perseguidores

(Sal. 108.1-5)

Al músico principal; sobre No destruyas. Mictam de David, cuando huyó de delante de Saúl a la cueva.(A)

57 Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí;

Porque en ti ha confiado mi alma,

Y en la sombra de tus alas me ampararé

Hasta que pasen los quebrantos.

Clamaré al Dios Altísimo,

Al Dios que me favorece.

Él enviará desde los cielos, y me salvará

De la infamia del que me acosa; Selah

Dios enviará su misericordia y su verdad.

Mi vida está entre leones;

Estoy echado entre hijos de hombres que vomitan llamas;

Sus dientes son lanzas y saetas,

Y su lengua espada aguda.

Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios;

Sobre toda la tierra sea tu gloria.

Red han armado a mis pasos;

Se ha abatido mi alma;

Hoyo han cavado delante de mí;

En medio de él han caído ellos mismos. Selah

Pronto está mi corazón, oh Dios, mi corazón está dispuesto;

Cantaré, y trovaré salmos.

Despierta, alma mía; despierta, salterio y arpa;

Me levantaré de mañana.

Te alabaré entre los pueblos, oh Señor;

Cantaré de ti entre las naciones.

10 Porque grande es hasta los cielos tu misericordia,

Y hasta las nubes tu verdad.

11 Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios;

Sobre toda la tierra sea tu gloria.

Plegaria pidiendo el castigo de los malos

Al músico principal; sobre No destruyas. Mictam de David.

58 Oh congregación, ¿pronunciáis en verdad justicia?

¿Juzgáis rectamente, hijos de los hombres?

Antes en el corazón maquináis iniquidades;

Hacéis pesar la violencia de vuestras manos en la tierra.

Se apartaron los impíos desde la matriz;

Se descarriaron hablando mentira desde que nacieron.

Veneno tienen como veneno de serpiente;

Son como el áspid sordo que cierra su oído,

Que no oye la voz de los que encantan,

Por más hábil que el encantador sea.

Oh Dios, quiebra sus dientes en sus bocas;

Quiebra, oh Jehová, las muelas de los leoncillos.

Sean disipados como aguas que corren;

Cuando disparen sus saetas, sean hechas pedazos.

Pasen ellos como el caracol que se deslíe;

Como el que nace muerto, no vean el sol.

Antes que vuestras ollas sientan la llama de los espinos,

Así vivos, así airados, los arrebatará él con tempestad.

10 Se alegrará el justo cuando viere la venganza;

Sus pies lavará en la sangre del impío.

11 Entonces dirá el hombre: Ciertamente hay galardón para el justo;

Ciertamente hay Dios que juzga en la tierra.

Oración pidiendo ser librado de los enemigos

Al músico principal; sobre No destruyas. Mictam de David, cuando Saúl ordenó que vigilaran la casa de David para matarlo.(B)

59 Líbrame de mis enemigos, oh Dios mío;

Ponme a salvo de los que se levantan contra mí.

Líbrame de los que cometen iniquidad,

Y sálvame de hombres sanguinarios.

Porque he aquí están acechando mi vida;

Se han juntado contra mí poderosos.

No por falta mía, ni pecado mío, oh Jehová;

Sin delito mío corren y se aperciben.

Despierta para venir a mi encuentro, y mira.

Y tú, Jehová Dios de los ejércitos, Dios de Israel,

Despierta para castigar a todas las naciones;

No tengas misericordia de todos los que se rebelan con iniquidad. Selah

Volverán a la tarde, ladrarán como perros,

Y rodearán la ciudad.

He aquí proferirán con su boca;

Espadas hay en sus labios,

Porque dicen: ¿Quién oye?

Mas tú, Jehová, te reirás de ellos;

Te burlarás de todas las naciones.

A causa del poder del enemigo esperaré en ti,

Porque Dios es mi defensa.

10 El Dios de mi misericordia irá delante de mí;

Dios hará que vea en mis enemigos mi deseo.

11 No los mates, para que mi pueblo no olvide;

Dispérsalos con tu poder, y abátelos,

Oh Jehová, escudo nuestro.

12 Por el pecado de su boca, por la palabra de sus labios,

Sean ellos presos en su soberbia,

Y por la maldición y mentira que profieren.

13 Acábalos con furor, acábalos, para que no sean;

Y sépase que Dios gobierna en Jacob

Hasta los fines de la tierra. Selah

14 Vuelvan, pues, a la tarde, y ladren como perros,

Y rodeen la ciudad.

15 Anden ellos errantes para hallar qué comer;

Y si no se sacian, pasen la noche quejándose.

16 Pero yo cantaré de tu poder,

Y alabaré de mañana tu misericordia;

Porque has sido mi amparo

Y refugio en el día de mi angustia.

17 Fortaleza mía, a ti cantaré;

Porque eres, oh Dios, mi refugio, el Dios de mi misericordia.

(A)Al director musical. Sígase la tonada de «No destruyas». Mictam de David, cuando David había huido de Saúl y estaba en una cueva.

57 Ten piedad de mí, oh Dios;
    ten piedad de mí, pues en ti me refugio.
A la sombra de tus alas me refugiaré,
    hasta que haya pasado el peligro.

Clamo al Dios Altísimo,
    al Dios que me brinda su apoyo.
Desde el cielo me envía la salvación
    y reprende a mis perseguidores. Selah
    ¡Dios me envía su gran amor y su verdad!

Me encuentro en medio de leones,
    rodeado de gente rapaz.
Sus dientes son lanzas y flechas;
    su lengua, una espada afilada.

¡Sé exaltado, oh Dios, sobre los cielos!
    ¡Alza tu gloria sobre toda la tierra!

Tendieron una red en mi camino
    y mi ánimo quedó por los suelos.
En mi senda cavaron una fosa,
    pero ellos mismos cayeron en ella. Selah

Firme está, oh Dios, mi corazón;
    firme está mi corazón.
    ¡Voy a cantarte y entonarte salmos!
¡Despierta, alma mía!
    ¡Despierten, lira y arpa!
    ¡Haré despertar al nuevo día!

Te alabaré, Señor, entre los pueblos;
    te cantaré salmos entre las naciones.
10 Pues tu gran amor se eleva hasta los cielos
    y tu verdad llega hasta las nubes.

11 ¡Sé exaltado, oh Dios, sobre los cielos!
    ¡Alza tu gloria sobre toda la tierra!

Al director musical. Sígase la tonada de «No destruyas». Mictam de David.

58 ¿Acaso ustedes, gobernantes, proclaman la justicia
    y juzgan con rectitud a los seres humanos?
¡No! Ustedes a plena conciencia cometen injusticias,
    y la violencia de sus manos se esparce en el país.

Los malvados se descarrían desde que nacen;
    desde el vientre materno se desvían los mentirosos.
Su veneno es como el de las serpientes,
    como el de una cobra que cierra su oído
para no escuchar la música de los encantadores,
    del diestro en hechizos.

Rómpeles, oh Dios, los dientes;
    ¡arráncales, Señor, los colmillos a esos leones!
Que desaparezcan, como el agua que se derrama;
    que se rompan sus flechas al tensar el arco.
Que se disuelvan, como babosa rastrera;
    que no vean la luz del sol, cual si fueran abortivos.

Que sin darse cuenta, ardan como espinos;
    que el vendaval los arrastre, estén verdes o secos.
10 Se alegrará el justo al ver la venganza,
    al empapar sus pies en la sangre del malvado.
11 Dirá entonces la gente:
    «Ciertamente los justos son recompensados;
    ciertamente hay un Dios que juzga en la tierra».

Al director musical. Sígase la tonada de «No destruyas». Mictam de David, cuando Saúl había ordenado que vigilaran la casa de David con el propósito de matarlo.

59 Líbrame de mis enemigos, oh Dios;
    protégeme de los que me atacan.
Líbrame de los malhechores;
    sálvame de los asesinos.

¡Mira cómo me acechan!
    Hombres crueles conspiran contra mí
    sin que yo, Señor, haya delinquido ni pecado.
Presurosos se disponen a atacarme
    sin que yo haya cometido mal alguno.
¡Levántate y ven en mi ayuda!
    ¡Mira mi condición!
Tú, Señor, eres el Dios de los Ejércitos,
    eres el Dios de Israel.
¡Despiértate y castiga a todas las naciones;
    no tengas compasión de esos malvados traidores! Selah

Porque ellos vuelven al atardecer,
    aúllan como perros
    y merodean la ciudad.
Echan espuma por la boca,
    lanzan espadas por sus fauces
    y dicen: «¿Quién va a oírnos?».
Pero tú, Señor, te ríes de ellos;
    te burlas de todas las naciones.

A ti, fortaleza mía, vuelvo los ojos,
    pues tú, oh Dios, eres mi refugio.
10     Tú eres el Dios en quien puedo confiar.

Tú irás delante de mí
    para hacerme ver la derrota de mis enemigos.
11 Pero no los mates,
    para que mi pueblo no lo olvide.
Zarandéalos con tu poder; ¡humíllalos!
    ¡Tú, Señor, eres nuestro escudo!
12 Por los pecados de su boca,
    por las palabras de sus labios,
    que caigan en la trampa de su orgullo.
Por las maldiciones y mentiras que profieren,
13     consúmelos en tu enojo;
    ¡consúmelos hasta que dejen de existir!
Así todos sabrán que Dios gobierna en Jacob
    y hasta los confines de la tierra. Selah

14 Porque ellos vuelven al atardecer,
    aúllan como perros
    y merodean la ciudad.
15 Van de un lado a otro buscando comida,
    y aúllan si no quedan satisfechos.
16 Pero yo cantaré a tu poder
    y por la mañana alabaré tu amor;
porque tú eres mi protector,
    mi refugio en momentos de angustia.

17 A ti, fortaleza mía, te cantaré salmos,
    pues tú, oh Dios, eres mi refugio.
    Tú eres el Dios en quien puedo confiar.

El ejemplo de Abraham

¿Qué, pues, diremos que halló Abraham, nuestro padre según la carne? Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué gloriarse, pero no para con Dios. Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia.(A) Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda; mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia. Como también David habla de la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye justicia sin obras, diciendo:

Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas,

Y cuyos pecados son cubiertos.

Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de pecado.(B)

¿Es, pues, esta bienaventuranza solamente para los de la circuncisión, o también para los de la incircuncisión? Porque decimos que a Abraham le fue contada la fe por justicia. 10 ¿Cómo, pues, le fue contada? ¿Estando en la circuncisión, o en la incircuncisión? No en la circuncisión, sino en la incircuncisión. 11 Y recibió la circuncisión(C) como señal, como sello de la justicia de la fe que tuvo estando aún incircunciso; para que fuese padre de todos los creyentes no circuncidados, a fin de que también a ellos la fe les sea contada por justicia; 12 y padre de la circuncisión, para los que no solamente son de la circuncisión, sino que también siguen las pisadas de la fe que tuvo nuestro padre Abraham antes de ser circuncidado.

La promesa realizada mediante la fe

13 Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su descendencia la promesa de que sería heredero del mundo,(D) sino por la justicia de la fe. 14 Porque si los que son de la ley son los herederos, vana resulta la fe, y anulada la promesa.(E) 15 Pues la ley produce ira; pero donde no hay ley, tampoco hay transgresión.

16 Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros(F) 17 (como está escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes(G)) delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen. 18 Él creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia.(H) 19 Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años(I)), o la esterilidad de la matriz de Sara. 20 Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, 21 plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido; 22 por lo cual también su fe le fue contada por justicia. 23 Y no solamente con respecto a él se escribió que le fue contada, 24 sino también con respecto a nosotros a quienes ha de ser contada, esto es, a los que creemos en el que levantó de los muertos a Jesús, Señor nuestro, 25 el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación.

Abraham, justificado por la fe

Entonces, ¿qué diremos en el caso de nuestro antepasado Abraham?[a] En realidad, si Abraham hubiera sido justificado por las obras, habría tenido de qué jactarse, pero no delante de Dios. Pues, ¿qué dice la Escritura? «Creyó Abraham a Dios y esto se le tomó en cuenta como justicia».[b]

Ahora bien, cuando alguien trabaja, no se le toma en cuenta el salario como un favor, sino como una deuda. Sin embargo, al que no trabaja, sino que cree en el que justifica al impío, se le toma en cuenta la fe como justicia. David dice lo mismo cuando habla de la dicha de aquel a quien Dios le atribuye justicia sin la mediación de las obras:

«¡Dichosos aquellos
    a quienes se les perdonan las transgresiones,
    cuyos pecados son cubiertos!
¡Dichoso aquel
    cuyo pecado el Señor no tomará en cuenta!».[c]

¿Acaso se ha reservado esta dicha solo para los que están circuncidados? ¿Acaso no es también para los no judíos?[d] Hemos dicho que a Abraham se le tomó en cuenta su fe como justicia. 10 ¿Bajo qué circunstancias sucedió esto? ¿Fue antes o después de ser circuncidado? ¡Antes y no después! 11 Es más, cuando todavía no estaba circuncidado, recibió la señal de la circuncisión como sello de la justicia que se le había tomado en cuenta por la fe. Por tanto, Abraham es padre de todos los que creen, aunque no hayan sido circuncidados, y a estos se les toma en cuenta su fe como justicia. 12 Y también es padre de aquellos que, además de haber sido circuncidados, siguen los pasos de nuestro padre Abraham, quien creyó cuando todavía era incircunciso.

13 En efecto, no fue mediante la Ley como Abraham y su descendencia recibieron la promesa de que él sería heredero del mundo, sino mediante la fe, la cual se le tomó en cuenta como justicia. 14 Porque, si los que viven por la Ley fueran los herederos, entonces la fe no tendría ya ningún valor y la promesa no serviría de nada. 15 La Ley, en efecto, trae castigo. Pero donde no hay Ley, tampoco hay transgresión.

16 Por eso la promesa viene por la fe, a fin de que por la gracia quede garantizada para toda la descendencia de Abraham; esta promesa no es solo para los que son de la Ley, sino para los que son también de la fe de Abraham, quien es el padre que tenemos en común 17 delante de Dios, tal como está escrito: «Te he confirmado como padre de muchas naciones».[e] Así que Abraham creyó en el Dios que da vida a los muertos y que llama las cosas que no son como si ya existieran.

18 Contra toda esperanza, Abraham creyó y esperó, y de este modo llegó a ser padre de muchas naciones, tal como se le había dicho: «¡Así de numerosa será tu descendencia!».[f] 19 Su fe no se debilitó, aunque reconocía que su cuerpo estaba como muerto, pues ya tenía unos cien años, y que también estaba muerta la matriz de Sara. 20 Ante la promesa de Dios no dudó como un incrédulo, sino que se reafirmó en su fe y dio gloria a Dios, 21 plenamente convencido de que Dios tenía poder para cumplir lo que había prometido. 22 Por eso se le tomó en cuenta su fe como justicia. 23 Y esto de que «se le tomó en cuenta» no se escribió solo para Abraham, 24 sino también para nosotros. Dios tomará en cuenta nuestra fe como justicia, pues creemos en aquel que levantó de entre los muertos a Jesús nuestro Señor. 25 Él fue entregado a la muerte por nuestros pecados y resucitó para nuestra justificación.

Footnotes

  1. 4:1 ¿qué … Abraham? Lit. ¿qué diremos que descubrió Abraham, nuestro antepasado según la carne?
  2. 4:3 Gn 15:6; vv. 22 y 23.
  3. 4:8 Sal 32:1,2.
  4. 4:9 los no judíos. Lit. la incircuncisión.
  5. 4:17 Gn 17:5.
  6. 4:18 Gn 15:5.