Añadir traducción en paralelo Imprimir Opciones de la página

Al ver la multitud, Jesús subió al monte y se sentó. Sus discípulos se le acercaron, y él tomó la palabra y comenzó a enseñarles, diciendo:

Lo que realmente cuenta ante Dios(A)

«Dichosos los que tienen espíritu de pobres,
porque de ellos es el reino de los cielos.
»Dichosos los que sufren,
porque serán consolados.
»Dichosos los humildes,
porque heredarán la tierra prometida.
»Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia,
porque serán satisfechos.
»Dichosos los compasivos,
porque Dios tendrá compasión de ellos.
»Dichosos los de corazón limpio,
porque verán a Dios.
»Dichosos los que trabajan por la paz,
porque Dios los llamará hijos suyos.
10 »Dichosos los perseguidos por hacer lo que es justo,
porque de ellos es el reino de los cielos.

11 »Dichosos ustedes, cuando la gente los insulte y los maltrate, y cuando por causa mía los ataquen con toda clase de mentiras. 12 Alégrense, estén contentos, porque van a recibir un gran premio en el cielo; pues así también persiguieron a los profetas que vivieron antes que ustedes.

Sal y luz del mundo(B)

13 »Ustedes son la sal de este mundo. Pero si la sal deja de estar salada, ¿cómo podrá recobrar su sabor? Ya no sirve para nada, así que se la tira a la calle y la gente la pisotea.

14 »Ustedes son la luz de este mundo. Una ciudad en lo alto de un cerro no puede esconderse. 15 Ni se enciende una lámpara para ponerla bajo un cajón; antes bien, se la pone en alto para que alumbre a todos los que están en la casa. 16 Del mismo modo, procuren ustedes que su luz brille delante de la gente, para que, viendo el bien que ustedes hacen, todos alaben a su Padre que está en el cielo.

Read full chapter

El Sermón del monte: Las bienaventuranzas

(Lc. 6.20-23)

Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos. Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo:

Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

Bienaventurados los que lloran,(A) porque ellos recibirán consolación.

Bienaventurados los mansos,(B) porque ellos recibirán la tierra por heredad.

Bienaventurados los que tienen hambre y sed(C) de justicia, porque ellos serán saciados.

Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.

Bienaventurados los de limpio corazón,(D) porque ellos verán a Dios.

Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.

10 Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia,(E) porque de ellos es el reino de los cielos.

11 Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.(F) 12 Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas(G) que fueron antes de vosotros.

La sal de la tierra

13 Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.(H)

La luz del mundo

14 Vosotros sois la luz del mundo;(I) una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. 15 Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero,(J) y alumbra a todos los que están en casa. 16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.(K)

Read full chapter

Las bienaventuranzas(A)

Cuando vio a las multitudes, subió a la ladera de una montaña y se sentó. Sus discípulos se le acercaron, tomó él la palabra y comenzó a enseñarles diciendo:

«Dichosos los pobres en espíritu,
    porque el reino de los cielos les pertenece.
Dichosos los que sufren,
    porque serán consolados.
Dichosos los humildes,
    porque recibirán la tierra como herencia.
Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia,
    porque serán saciados.
Dichosos los compasivos,
    porque serán tratados con compasión.
Dichosos los de corazón limpio,
    porque ellos verán a Dios.
Dichosos los que trabajan por la paz,
    porque serán llamados hijos de Dios.
10 Dichosos los perseguidos por causa de la justicia,
    porque el reino de los cielos les pertenece.

11 »Dichosos serán ustedes cuando por mi causa la gente los insulte, los persiga y levante contra ustedes toda clase de calumnias. 12 Alégrense y llénense de júbilo, porque les espera una gran recompensa en el cielo. Así también persiguieron a los profetas que los precedieron a ustedes.

La sal y la luz

13 »Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿cómo lo recobrará? Ya no sirve para nada, sino para que la gente la deseche y la pisotee.

14 »Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una montaña no puede esconderse. 15 Tampoco se enciende una lámpara para cubrirla con una vasija. Por el contrario, se pone en el candelero para que alumbre a todos los que están en la casa. 16 Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben a su Padre que está en los cielos.

Read full chapter

El Sermón del monte

(A)Y cuando vio las multitudes, subió al monte(B); y después de sentarse, sus discípulos se acercaron a Él. Y abriendo su boca(C), les enseñaba, diciendo:

Las bienaventuranzas

Bienaventurados[a](D) los pobres en espíritu, pues de ellos es el reino de los cielos(E).

Bienaventurados los que lloran(F), pues ellos serán consolados.

Bienaventurados los humildes[b](G), pues ellos heredarán la tierra.

Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia(H), pues ellos serán saciados.

Bienaventurados los misericordiosos, pues ellos recibirán misericordia(I).

Bienaventurados los de limpio corazón(J), pues ellos verán a Dios(K).

Bienaventurados los que procuran la paz, pues ellos serán llamados hijos de Dios(L).

10 Bienaventurados aquellos que han sido perseguidos por causa de la justicia(M), pues de ellos es el reino de los cielos(N). 11 Bienaventurados seréis[c] cuando os insulten(O) y persigan, y digan todo género de mal contra vosotros falsamente, por causa de mí. 12 Regocijaos y alegraos, porque vuestra recompensa en los cielos es grande, porque así persiguieron a los profetas(P) que fueron antes que vosotros.

13 Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se ha vuelto insípida(Q), ¿con qué se hará salada otra vez? Ya para nada sirve, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres.

14 Vosotros sois la luz del mundo(R). Una ciudad situada sobre un monte no se puede ocultar; 15 ni se enciende una lámpara y se pone debajo de un almud[d], sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en la casa(S). 16 Así brille vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas acciones(T) y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos(U).

Read full chapter

Notas al pie

  1. Mateo 5:3 O, Felices
  2. Mateo 5:5 O, mansos
  3. Mateo 5:11 Lit., sois
  4. Mateo 5:15 Medida de capacidad de 8.75 litros