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Y no le podían replicar á estas cosas.

Y observando cómo escogían los primeros asientos á la mesa, propuso una parábola á los convidados, diciéndoles:

Cuando fueres convidado de alguno á bodas, no te sientes en el primer lugar, no sea que otro más honrado que tú esté por él convidado,

Y viniendo el que te llamó á ti y á él, te diga: Da lugar á éste: y entonces comiences con vergüenza á tener el lugar último.

10 Mas cuando fueres convidado, ve, y siéntate en el postrer lugar; porque cuando viniere el que te llamó, te diga: Amigo, sube arriba: entonces tendrás gloria delante de los que juntamente se asientan á la mesa.

11 Porque cualquiera que se ensalza, será humillado; y el que se humilla, será ensalzado.

12 Y dijo también al que le había convidado: Cuando haces comida ó cena, no llames á tus amigos, ni á tus hermanos, ni á tus parientes, ni á vecinos ricos; porque también ellos no te vuelvan á convidar, y te sea hecha compensación.

13 Mas cuando haces banquete, llama á los pobres, los mancos, los cojos, los ciegos;

14 Y serás bienaventurado; porque no te pueden retribuir; mas te será recompensado en la resurrección de los justos.

15 Y oyendo esto uno de los que juntamente estaban sentados á la mesa, le dijo: Bienaventurado el que comerá pan en el reino de los cielos.

16 El entonces le dijo: Un hombre hizo una grande cena, y convido á muchos.

17 Y á la hora de la cena envió á su siervo á decir á los convidados: Venid, que ya está todo aparejado.

18 Y comenzaron todos á una á excusarse. El primero le dijo: He comprado una hacienda, y necesito salir y verla; te ruego que me des por excusado.

19 Y el otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy á probarlos; ruégote que me des por excusado.

20 Y el otro dijo: Acabo de casarme, y por tanto no puedo ir.

21 Y vuelto el siervo, hizo saber estas cosas á su señor. Entonces enojado el padre de la familia, dijo á su siervo: Ve presto por las plazas y por las calles de la ciudad, y mete acá los pobres, los mancos, y cojos, y ciegos.

22 Y dijo el siervo: Señor, hecho es como mandaste, y aun hay lugar.

23 Y dijo el señor al siervo: Ve por los caminos y por los vallados, y fuérza los á entrar, para que se llene mi casa.

24 Porque os digo que ninguno de aquellos hombres que fueron llamados, gustará mi cena.

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