Isaías 28-30
Reina-Valera 1995
Condenación de Efraín
28 ¡Ay de la corona de soberbia de los ebrios de Efraín
y de la flor caduca de la hermosura de su gloria,
que está sobre la cabeza del valle fértil
de los aturdidos del vino!
2 He aquí, Jehová tiene a uno que es fuerte y poderoso:
como una tormenta de granizo,
como un torbellino arrasador,
como el ímpetu de recias aguas que inundan.
Con fuerza derriba a tierra,
3 con los pies será pisoteada
la corona de soberbia de los ebrios de Efraín.
4 Y la flor caduca de la hermosura de su gloria
que está sobre la cabeza del valle fértil,
será como la fruta temprana,
la primera del verano, la cual, apenas la ve el que la mira,
se la traga
tan luego como la tiene a la mano.
5 Aquel día, Jehová de los ejércitos
será por corona de gloria
y diadema de hermosura
para el resto de su pueblo.
6 Será espíritu de justicia
para el que se sienta a juzgar,
y dará fuerzas
a los que rechazan el asalto a la puerta.
7 Pero también estos erraron por el vino
y por la sidra se entontecieron;
el sacerdote y el profeta erraron por la sidra,
fueron trastornados por el vino;
se aturdieron con la sidra,
erraron en la visión,
titubearon en el juicio.
8 Porque toda mesa está llena
de vómito y suciedad,
hasta no quedar lugar limpio.
9 ¿A quién se habrá de instruir?
o ¿a quién se hará entender la doctrina?
¿A los destetados?
¿A los recién destetados?
10 Porque mandamiento tras mandamiento,
mandato sobre mandato,
renglón tras renglón,
línea tras línea,
un poquito aquí, un poquito allá,
11 porque en lengua de tartamudos,
en lenguaje extraño,
hablará a este pueblo.
12 A ellos dijo: «Éste es el reposo;
dad reposo al cansado.
Éste es el alivio»,
mas no quisieron escuchar.
13 La palabra, pues, de Jehová les será
mandamiento tras mandamiento,
mandato tras mandato,
renglón tras renglón,
línea tras línea,
un poquito aquí, un poquito allá;
hasta que vayan y caigan de espaldas,
y sean quebrantados, atrapados y aprisionados.
Amonestación a Jerusalén
14 Por tanto, señores burladores
que gobernáis a este pueblo
que está en Jerusalén,
oíd la palabra de Jehová.
15 Vosotros habéis dicho:
«Hemos hecho un pacto con la muerte;
un convenio hicimos con el seol.
Cuando pase el torrente del azote,
no llegará a nosotros,
porque hemos puesto nuestro refugio en la mentira
y en la falsedad nos esconderemos.»
16 Por eso, Jehová, el Señor, dice así:
«He aquí que yo he puesto en Sión
por fundamento una piedra,
piedra probada,
angular, preciosa,
de cimiento estable.
El que crea, no se apresure.
17 Ajustaré el juicio a cordel,
y a nivel la justicia.»
El granizo barrerá el refugio de la mentira
y las aguas inundarán el escondrijo.
18 Y será anulado vuestro pacto con la muerte
y vuestro convenio con el seol no será firme;
cuando pase el torrente del azote,
seréis por él pisoteados.
19 Luego que comience a pasar,
él os arrebatará,
porque de mañana en mañana pasará,
de día y de noche;
y será ciertamente un espanto el entender lo oído.
20 La cama será corta para poder estirarse
y la manta estrecha para poder envolverse.
21 Jehová se levantará como en el monte Perazim,
como en el valle de Gabaón se enojará;
para hacer su obra, su extraña obra,
y para hacer su trabajo, su extraño trabajo.
22 Ahora, pues, no os burléis,
para que no se aprieten más vuestras ataduras;
porque destrucción ya determinada
sobre todo el país
he oído del Señor,
Jehová de los ejércitos.
23 Estad atentos y oíd mi voz;
atended y oíd mi dicho:
24 El que ara para sembrar,
¿arará todo el día?
¿Sólo romperá y quebrará los terrones de la tierra?
25 Cuando ya ha preparado su superficie,
¿no esparce el eneldo, siembra el comino,
pone el trigo en hileras,
la cebada en el lugar señalado
y la avena en su borde apropiado?
26 Porque su Dios lo instruye
y le enseña lo recto:
27 que el eneldo no se trilla con trillo,
ni sobre el comino se pasa rueda de carreta;
sino que con un palo se sacude el eneldo,
y el comino con una vara.
28 El grano se trilla;
pero no lo trillará por siempre,
ni lo aplasta con la rueda de su carreta,
ni lo tritura con los dientes de su trillo.
29 ¡También esto salió de Jehová de los ejércitos,
para hacer maravilloso el consejo
y engrandecer su sabiduría!
Ariel y sus enemigos
29 ¡Ay de Ariel, de Ariel,
la ciudad donde acampó David!
Añadid un año a otro,
y que las fiestas sigan su curso.
2 Mas yo pondré a Ariel en aprietos,
y habrá desconsuelo y tristeza.
Será para mí un «ariel».
3 Porque acamparé contra ti,
a tu alrededor;
te sitiaré con máquinas de asedio
y levantaré contra ti baluartes.
4 Entonces serás derribada
y hablarás desde la tierra.
Tu habla saldrá del polvo;
tu voz, desde la tierra, será como la de un fantasma,
y tu habla susurrará desde el polvo.
5 La muchedumbre de tus enemigos
será como polvo menudo
y la multitud de los fuertes
como tamo que pasa.
Acontecerá repentinamente,
en un momento.
6 Por Jehová de los ejércitos serás visitada
con truenos, con terremotos y con gran ruido,
con torbellino y tempestad, y con llama de fuego consumidor.
7 Y será como un sueño de visión nocturna
la multitud de todas las naciones
que pelean contra Ariel,
y todos los que pelean contra ella y su fortaleza,
y los que la ponen en aprietos.
8 Les sucederá como al que tiene hambre y sueña:
le parece que come,
pero cuando despierta su estómago está vacío;
o como al que tiene sed y sueña:
le parece que bebe,
pero cuando despierta se halla cansado y sediento.
Así será la multitud de todas las naciones
que pelean contra el monte Sión.
Ceguera e hipocresía de Israel
9 ¡Deteneos y maravillaos;
ofuscaos y cegaos!
¡Embriagaos, pero no de vino;
tambaleaos, pero no por sidra!
10 Porque Jehová derramó sobre vosotros
un espíritu de sopor,
cerró los ojos de vuestros profetas
y puso un velo sobre las cabezas de vuestros videntes.
11 Y os será toda visión
como las palabras de un libro sellado,
el cual, si lo dan al que sabe leer,
y le dicen: «Lee ahora esto»,
él dirá: «No puedo,
porque está sellado.»
12 Y si se da el libro al que no sabe leer,
diciéndole: «Lee ahora esto»,
él dirá: «No sé leer.»
13 Dice, pues, el Señor:
«Porque este pueblo se acerca a mí con su boca
y con sus labios me honra,
pero su corazón está lejos de mí
y su temor de mí
no es más que un mandamiento de hombres
que les ha sido enseñado;
14 por eso, he aquí que nuevamente
excitaré yo la admiración de este pueblo
con un prodigio grande y espantoso,
porque perecerá la sabiduría de sus sabios
y se desvanecerá la inteligencia de sus entendidos.»
15 ¡Ay de los que se esconden de Jehová
encubriendo sus planes,
y sus obras las hacen en tinieblas,
y dicen: «¿Quién nos ve, y quién nos conoce?»
16 Vuestra perversidad ciertamente
será reputada como barro de alfarero.
¿Acaso la obra dirá de su hacedor:
«No me hizo»?
¿Dirá la vasija de aquel que la ha formado:
«No entiende»?
Redención de Israel
17 ¿No se convertirá, de aquí a muy poco tiempo,
el Líbano en un campo fértil,
y el campo fértil parecerá un bosque?
18 En aquel tiempo los sordos oirán
las palabras del libro
y los ojos de los ciegos verán
en medio de la oscuridad y de las tinieblas.
19 Entonces los humildes
volverán a alegrarse en Jehová,
y aun los más pobres de los hombres
se gozarán en el Santo de Israel.
20 El violento se habrá acabado
y el escarnecedor será exterminado.
Serán destruidos todos los que se desvelan
por hacer iniquidad,
21 los que hacen pecar al hombre en palabra,
los que arman trampa al que reprende en la puerta
y pervierten la causa del justo con falsedad.
22 Por tanto, Jehová,
que redimió a Abraham,
dice así a la casa de Jacob:
«No será ahora avergonzado Jacob
ni su rostro palidecerá,
23 porque verá a sus hijos,
que al considerar la obra de mis manos en medio de ellos,
santificarán mi nombre.
Santificarán al Santo de Jacob
y temerán al Dios de Israel.
24 Y los extraviados de espíritu aprenderán inteligencia
y los murmuradores aprenderán la lección.»
Inutilidad de confiar en Egipto
30 ¡Ay de los hijos que se apartan,
dice Jehová,
para tomar consejo, y no de mí;
para cobijarse con cubierta,
y no de mi espíritu,
añadiendo pecado a pecado!
2 Se apartan para descender a Egipto
pero no me han consultado.
Quieren fortalecerse con la fuerza del faraón,
y ponen su esperanza en el amparo de Egipto.
3 Pero la fuerza del faraón se os cambiará en vergüenza
y la protección a la sombra de Egipto, en confusión.
4 Cuando estén sus jefes en Zoán
y sus embajadores lleguen a Hanes,
5 todos se avergonzarán
de un pueblo que no les sirve de nada,
ni los socorre ni les trae provecho alguno;
antes les será para vergüenza y aun para deshonra.
6 Profecía sobre las bestias del Neguev:
Por tierra de tribulación y angustia,
de donde salen la leona y el león,
la víbora y la serpiente que vuela,
llevan sobre lomos de asnos sus riquezas
y sus tesoros sobre jorobas de camellos.
Las llevan a un pueblo que no les será de provecho alguno.
7 Ciertamente, la ayuda de Egipto será vana e inútil.
Por eso yo le he dado voces,
que su fortaleza sería estarse quietos.
8 Ve, pues, ahora, y escribe esta visión
en una tabla en presencia de ellos,
y regístrala en un libro,
para que quede hasta el día postrero,
eternamente y para siempre.
9 Porque este pueblo es rebelde,
son hijos mentirosos,
hijos que no quisieron oír
la ley de Jehová;
10 que dicen a los videntes:
«No tengáis visiones»,
y a los profetas:
«No nos profeticéis la verdad,
sino decidnos cosas halagüeñas,
profetizad mentiras;
11 dejad el camino,
apartaos de la senda,
quitad de nuestra presencia
al Santo de Israel.»
12 Por tanto, el Santo de Israel dice así:
«Porque desechasteis esta palabra
y confiasteis en la violencia y en la iniquidad,
y en ellas os habéis apoyado,
13 por eso, este pecado os será
como grieta que amenaza ruina,
extendiéndose en una pared elevada,
cuya caída viene de pronto,
repentinamente.
14 Y se quebrará como se quiebra un vaso de alfarero,
que sin misericordia lo hacen pedazos;
tanto, que entre los pedazos no se halla un cascote
que sirva para traer fuego del hogar
o para sacar agua del pozo.»
15 Porque así dijo Jehová, el Señor, el Santo de Israel:
«En la conversión y en el reposo
seréis salvos;
en la quietud y en confianza
estará vuestra fortaleza.»
Pero no quisisteis,
16 sino que dijisteis: «No, antes huiremos en caballos»;
por tanto, vosotros huiréis.
«Sobre corceles veloces cabalgaremos»;
por tanto, serán veloces vuestros perseguidores.
17 Un millar huirá ante la amenaza de uno;
ante la amenaza de cinco, huiréis vosotros todos,
hasta que quedéis como un mástil
en la cumbre de un monte
y como una bandera sobre una colina.
Promesa de la gracia de Dios a Israel
18 Sin embargo, Jehová esperará para tener piedad de vosotros. A pesar de todo, será exaltado y tendrá de vosotros misericordia, porque Jehová es Dios justo. ¡Bienaventurados todos los que confían en él!
19 Ciertamente, pueblo de Sión, que moras en Jerusalén, nunca más llorarás, pues el que tiene misericordia se apiadará de ti y te responderá al oír la voz de tu clamor. 20 Aunque el Señor os dará pan de congoja y agua de angustia, con todo, tus maestros nunca más te serán quitados, sino que tus ojos verán a tus maestros. 21 Entonces tus oídos oirán detrás de ti la palabra que diga: «Éste es el camino, andad por él y no echéis a la mano derecha, ni tampoco os desviéis a la mano izquierda.» 22 Tendrás por impura la plata que recubre tus esculturas, y el oro que reviste tus imágenes fundidas. Los apartarás como a un trapo asqueroso y les dirás: «¡Salid de aquí!» 23 Y dará el Señor lluvia a tu sementera, cuando siembres la tierra, y dará pan abundante y sustancioso como fruto de la tierra. Tus ganados en aquel tiempo serán apacentados en extensos pastizales. 24 Tus bueyes y tus asnos que labran la tierra comerán grano limpio, aventado con pala y criba. 25 Y sobre todo monte alto y sobre todo collado elevado habrá ríos y corrientes de aguas el día de la gran matanza, cuando caerán las torres. 26 La luz de la luna será como la luz del sol, y la luz del sol será siete veces mayor, como la luz de siete días, el día cuando vende Jehová la herida de su pueblo y cure la llaga que le causó.
El juicio de Jehová sobre Asiria
27 ¡He aquí que el nombre de Jehová viene de lejos!
Su rostro viene encendido con llamas de fuego devorador;
sus labios, llenos de ira y su lengua como fuego que consume.
28 Su aliento, cual torrente que inunda,
llegará hasta el cuello,
para zarandear a las naciones con criba de destrucción;
y el freno estará en las quijadas de los pueblos,
haciéndolos errar.
29 Vuestros cánticos resonarán
como en la noche en que se celebra la Pascua,
y tendréis alegría de corazón,
como la del que al son de flauta
viene al monte de Jehová,
al Fuerte de Israel.
30 Y Jehová hará oír su potente voz
y hará ver cómo descarga su brazo,
con furor en su rostro y llama de fuego consumidor,
con torbellino, tempestad y piedras de granizo.
31 Porque Asiria, que hirió con vara,
con la voz de Jehová será quebrantada.
32 Cada golpe de la vara justiciera
que descargue Jehová sobre él,
será con panderos y con arpas;
y en batalla tumultuosa peleará contra ellos.
33 Porque el Tofet
ya de tiempo está dispuesto
y preparado para el rey.
Foso profundo y ancho,
con pira de fuego y mucha leña.
El soplo de Jehová,
como torrente de azufre,
lo encenderá.
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