Add parallel Print Page Options

Los diez mandamientos

20 Dios le dijo al pueblo de Israel:

«Yo soy el Señor tu Dios que te sacó de Egipto, donde eras esclavo.

»No tendrás otros dioses además de mí.

»No te harás ídolos ni imágenes de nada que esté en el cielo, en la tierra o en lo profundo del mar. No te inclinarás delante de ninguna imagen ni la adorarás, porque yo, el Señor tu Dios, soy muy celoso, y no compartiré con otros dioses la honra que me pertenece. Cuando castigo a alguien por sus pecados, el castigo alcanza a sus hijos, a sus nietos y a sus bisnietos. Pero derramo mi amor sobre millares de generaciones de los que me aman y obedecen mis mandamientos.

»No usarás el nombre del Señor tu Dios en vano ni en forma irreverente. No dejaré sin castigo a quien se atreva a usar mi nombre sin el debido respeto.

»Acuérdate de observar el día de reposo, es decir, el sábado, como día santo. Seis días de la semana son para los quehaceres cotidianos y el trabajo regular. 10 Pero el séptimo día es día de reposo delante del Señor tu Dios. Ese día no harán trabajo de ninguna clase tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tus esclavos, ni tus huéspedes, ni tus animales, 11 porque en seis días hizo el Señor los cielos, la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay, y reposó el séptimo día. Por eso bendijo el día de reposo y lo santificó.

12 »Honra a tu padre y a tu madre, para que tengas una vida larga y buena en la tierra que el Señor tu Dios te da.

13 »No matarás.

14 »No cometerás adulterio.

15 »No robarás.

16 »No darás un testimonio falso en contra de tu prójimo.

17 »No codiciarás la casa de tu prójimo: no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su buey, ni su burro, ni ninguna otra cosa que le pertenezca».

Reacción temerosa de los israelitas

18 Todos los israelitas vieron los relámpagos y el humo que subía del monte, y oyeron los truenos y el toque de la trompeta, y se quedaron lejos, temblando de miedo. 19 Y le dijeron a Moisés:

―Dinos lo que Dios diga, y nosotros obedeceremos. Pero que no nos hable Dios en forma directa, pues moriremos.

20 ―No teman —les dijo Moisés—, porque Dios se ha presentado de esta manera para probarlos, de modo que de aquí en adelante tengan temor de pecar en su contra.

21 Mientras el pueblo permanecía a una distancia prudente, Moisés volvió a entrar en la nube donde estaba Dios.

El altar de piedra

22 Y el Señor le dijo a Moisés que les comunicara a los israelitas lo siguiente: «Ustedes son testigos de que les he dado a conocer mi voluntad desde el cielo. 23 Recuerden que no deben adorar ídolos, ya sean de plata, de oro o de algún otro material. 24 Los altares que hagan para mí deben ser sencillos altares de tierra. Sobre ellos me ofrecerán sus sacrificios, sus holocaustos y sus ofrendas pacíficas de ovejas y bueyes. Yo iré al lugar donde les pida que invoquen mi nombre, y los bendeciré allí. 25 También pueden edificar altares de piedra, pero solamente con piedras sin tallar. No golpearán las piedras con ningún tipo de herramienta para labrarlas, porque eso las profanaría y no servirían para mi altar. 26 Y no harán gradas para subir a mi altar; para que no se les vea la desnudez.

Esclavos hebreos

21 »Estas son otras leyes que deben obedecer:

»Si alguien adquiere un esclavo hebreo, sólo lo obligará a trabajar para él por seis años. Al séptimo año le dará la libertad, sin que pague nada.

»Si el esclavo era soltero, y luego se casa, solamente él será libre. Pero si estaba casado, su esposa recibirá la libertad al mismo tiempo que él. Si su amo le dio esposa mientras era esclavo, y tuvieron hijos o hijas, la esposa y los hijos pertenecerán todavía al amo. Por eso, el esclavo tendrá que irse solo.

»Pero si el esclavo declara: “Amo a mi dueño, a mi esposa y a mis hijos, y no quiero ser puesto en libertad”, el amo lo llevará delante de los jueces, y en presencia de ellos le perforará la oreja con un punzón, y será su esclavo para siempre.

»Si un hombre vende a su hija como esclava, ella no será libre al final de los seis años, como en el caso del hombre.

»Si el hombre que la compró no desea casarse con ella, porque no le agrada, permitirá que sea rescatada. Pero no podrá venderla a extranjeros, puesto que la despreció al no querer tenerla como esposa. Pero si la ha desposado con su hijo, ya no deberá tratarla como esclava, sino como hija.

10 »Si el que la compró se casa con ella, y luego toma otra esposa, no podrá disminuirle el alimento ni el vestido; ni dejar de dormir con ella. 11 Si falla en alguno de estos compromisos, ella quedará libre, sin necesidad de pago alguno.

Ofensas personales

12 »Cualquiera que mate a otro hombre, deberá morir. 13 Pero si fue accidental, porque así yo lo había determinado, entonces el asesino podrá huir y refugiarse en un lugar que yo te indicaré.

14 »Sin embargo, si lo mata deliberadamente, aun si se refugia en mi altar, de allí lo sacarás y le darás muerte.

15 »Cualquiera que golpee a su padre o a su madre morirá.

16 »El que secuestre a una persona y la venda, o lo sorprendan con ella en su poder, deberá morir.

17 »El que insulte o maldiga a su madre o a su padre, ciertamente debe morir.

18 »Si dos hombres están peleando y uno golpea al otro con una piedra o con su puño, y le causa un daño tal que debe guardar cama, pero no muere, 19 el ofensor será declarado inocente, siempre y cuando el herido pueda levantarse y caminar apoyado sobre un bastón. Sin embargo, el que lo golpeó deberá pagarle por el tiempo que esté sin trabajar, como también los gastos de su curación, hasta que esté completamente sano.

20 »Si un hombre golpea a su esclavo y le da muerte, debe ser castigado. 21 Sin embargo, si el esclavo no muere en un par de días, el ofensor no será castigado, porque el esclavo es propiedad suya.

22 »Si varios hombres pelean, y en medio de la pelea uno de ellos golpea a una mujer que está embarazada, y como consecuencia ella tiene un aborto, pero queda viva, el hombre que la haya herido deberá pagar la multa que exija el marido de la mujer, y que los jueces aprueben. 23 Pero si la mujer muere, entonces el ofensor pagará vida por vida, 24 ojo por ojo, diente por diente; mano por mano, pie por pie; 25 quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe.

26 »Si un hombre golpea a su esclavo o a su esclava en un ojo, y por dicho golpe el esclavo o la esclava pierde su ojo, entonces el ofensor le dará la libertad, como una compensación por el ojo que le dañó. 27 Si le arranca un diente, también deberá darle la libertad.

28 »Si un buey cornea a un hombre o a una mujer y le da muerte, el dueño del animal no será considerado culpable. Pero se matará al buey a pedradas, y no se podrá comer su carne. 29 Pero si el buey es bravo, y el dueño lo sabe y lo deja suelto, el buey será apedreado y el dueño deberá morir, 30 a menos que los parientes del muerto acepten la indemnización que los jueces determinen.

31 »La misma ley se aplica si el buey cornea a un niño o a una niña.

32 »Pero si el buey cornea a un esclavo, hombre o mujer, el dueño pagará treinta monedas de plata al dueño del esclavo o de la esclava, y el buey se matará a pedradas.

33 »Si un hombre cava un pozo y, por no cubrirlo, cae en él un buey o un burro, 34 pagará los daños al propietario del animal, y el animal muerto quedará para él.

35 »Si un buey mata al buey de otra persona, los dos propietarios venderán el buey vivo, se repartirán el dinero, y cada uno se quedará con la mitad del buey muerto. 36 Pero si se sabía que el buey era bravo, su dueño deberá reponer el buey muerto con uno vivo, y se quedará con el buey muerto.

Protección de la propiedad

22 »Si alguien roba un buey y lo mata o lo vende, pagará cinco por uno: cinco bueyes serán devueltos por un buey robado. Si se trata de una oveja, serán cuatro por una: cuatro ovejas serán devueltas por una robada.

»Si el ladrón es sorprendido en el acto de entrar en una casa y lo matan, el que lo mató no es culpable. Pero si ocurre a la luz del día, se presume que es homicidio, y el que lo mató es culpable. Si se captura a un ladrón, debe hacer completa restitución de lo robado. Si no puede, debe ser vendido como esclavo para cancelar su deuda. Si es sorprendido robando un buey, un burro, una oveja o cualquier otra cosa, pagará el doble de su valor como multa.

»Si alguien deliberadamente deja suelto un animal, y este se introduce en la viña de un vecino o entra a pastar en su campo, con lo mejor de su propia cosecha esa persona deberá pagar todos los daños.

»Si se prende fuego para quemar la maleza, y el fuego pasa a la propiedad de un vecino y destruye su cosecha, sea que esté amontonada o que aún no haya sido cortada, el autor del fuego deberá pagar todos los daños.

»Si alguien entrega dinero o cosas de valor a otra persona para que se las guarde, y estos le son robados, el ladrón pagará el doble, en caso de que lo atrapen. Pero si no se descubre al ladrón, entonces el hombre que recibió las cosas en depósito será llevado a los jueces, para que determinen si dispuso de los bienes o si participó en el robo.

»En todo caso en que un buey, un burro, una oveja, ropa o cualquier otra cosa se haya perdido, y el propietario piense que lo ha encontrado en poder de otro que lo niega, los dos se presentarán ante los jueces; y el que sea declarado culpable pagará el doble al otro.

10 »Si un hombre le pide a su vecino que le guarde un burro, una oveja o cualquier otro animal, y este muere, se hace daño, o se pierde, y no hay testigos que puedan dar cuenta de lo que ocurrió, 11 el vecino deberá jurar ante el Señor que no lo ha robado; y el propietario deberá aceptar su palabra, y no se hará restitución por ello. 12 Pero si el animal o la posesión del otro han sido robados, el que lo tenía en custodia deberá hacer restitución al propietario. 13 Si fue atacado por algún animal salvaje, traerá los despojos para confirmar el hecho, y no tendrá que hacer restitución.

14 »Si un hombre pide prestado un animal o cualquier otra cosa a un vecino, y lo prestado sufre daño o muere cuando el propietario no se encontraba presente, el hombre que lo tomó prestado deberá pagarlo. 15 Pero si el propietario estaba presente, no necesita pagar, y si era alquilado, solo tendrá que pagar el alquiler.

Responsabilidades sociales

16 »Si un hombre seduce a una mujer que aún no está comprometida, deberá pagar la dote usual y aceptarla por esposa. 17 Pero si el padre se niega a que se case con ella, pagará de todos modos la dote.

18 »Las hechiceras deberán ser condenadas a muerte.

19 »Cualquiera que tenga relaciones sexuales con animales deberá ser condenado a muerte.

20 »Cualquiera que ofrezca sacrificios a otros dioses, en vez de ofrecérselos sólo al Señor, será condenado a muerte.

21 »No maltraten ni opriman al extranjero. Recuerden que ustedes fueron extranjeros en Egipto.

22 »No hagan daño alguno a la viuda o al huérfano. 23 Si lo hacen, y ellos claman a mí pidiendo ayuda, ciertamente los ayudaré. 24 Entonces desataré mi ira contra ustedes y haré que mueran a filo de espada. ¡De este modo las que se quedarán viudas serán sus esposas, y los que se quedarán huérfanos serán sus hijos!

25 »Si prestan dinero a un israelita necesitado, no le cobrarán interés en la forma acostumbrada. 26 Si toman su túnica como prenda, deberán devolvérsela en la noche. 27 Es probable que sea su único abrigo, de modo que no tendrá con qué cobijarse en la noche. Si no le devuelven su túnica, y él clama a mí, entonces yo lo atenderé, porque soy muy compasivo.

28 »No ofenderán ni maldecirán a las autoridades, ni a los jueces ni a los gobernantes.

29 »Deberán dar el diezmo de sus cosechas y de sus vinos, y el pago de rescate de sus hijos primogénitos.

30 »En cuanto al primero de sus ganados y de sus rebaños, deberán entregármelos en el octavo día, después de dejarlo estar con su madre siete días.

31 »Y por cuanto ustedes son mi pueblo especial, no comerán la carne de ningún animal que haya sido atacado y muerto por una bestia salvaje. Esa carne se la echarán a los perros.

Leyes de justicia y de misericordia

23 »No acepten falsos rumores.

»No cooperen con el malvado apoyando su testimonio, cuando sepan que es falso.

2-3 »No sigan a las mayorías que intenten hacer mal. Cuando estén en el estrado de los testigos, no inclinen sus testimonios a favor de la mayoría presente ni hacia el pobre, por el simple hecho de ser pobre.

»Si encuentran el buey o el burro extraviado de su enemigo, llévenselo a su dueño. Si ven que su enemigo trata de levantar su burro que ha caído bajo una pesada carga, deberán detenerse a ayudarle.

»La pobreza del hombre no es razón para torcer la justicia en su contra.

»Aléjense de todo intento de acusar a alguien falsamente. No permitan que un inocente sea condenado a muerte. Esto yo no lo toleraré.

»No acepten soborno, porque los inclina hacia la parcialidad y daña la causa del inocente.

»No oprimirán al extranjero, porque ustedes saben lo que es ser extranjero. Recuerden su experiencia en Egipto.

Leyes sabáticas

10 »Sembrarán y cosecharán durante seis años, 11 pero la tierra descansará durante el séptimo año, y los pobres del pueblo podrán espigar lo que salga espontáneamente; el resto lo dejarán para que coman los animales. Esta misma regla se aplica a sus viñedos y olivares.

12 »Trabajarán seis días solamente y descansarán el séptimo. Esto es para dar descanso a su buey y su asno, a sus esclavos y al extranjero que viva con ustedes.

13 »Obedezcan todas estas cosas, y recuerden que no deben ni siquiera mencionar el nombre de otro dios.

Las tres fiestas anuales

14 »Deberán celebrar tres fiestas religiosas en el año. 15 La primera es la de los Panes sin levadura. Durante siete días no comerán pan con levadura, conforme a lo que les he ordenado. Esta celebración será anual. La celebrarán en el mes de aviv, que fue el mes en que salieron de Egipto. Cada uno deberá ofrecerme algún sacrificio en esa fecha.

16 »También celebrarán la fiesta de las Primicias, en la que me ofrecerán las primicias de la cosecha. Y finalmente, la fiesta de la Cosecha, cuando termine el trabajo de recolección de la cosecha.

17 »Cada año, en estas tres fiestas, todo varón de Israel se presentará delante del Señor.

18 »Ningún sacrificio de sangre será ofrecido con panes con levadura; no se dejará la grasa del animal sacrificado para ofrecerla al día siguiente.

19 »Llevarán a la casa del Señor los primeros y mejores frutos de sus campos.

»No cocerán el cabrito en la leche de su madre.

El ángel del Señor

20 »Miren, estoy enviando un ángel delante de ustedes, para que lleguen con seguridad a la tierra que les he preparado. 21 Muéstrenle reverencia y obedezcan todas sus órdenes. No se rebelen contra él, porque él actúa en mi nombre, y no les perdonará sus faltas. 22 Si le obedecen cuidadosamente y siguen todas sus instrucciones, yo seré enemigo de sus enemigos. 23 Y mi ángel irá delante de ustedes y los conducirá a la tierra de los amorreos, de los ferezeos, de los hititas, de los cananeos, de los heveos y de los jebuseos, para que vivan en ella. Yo destruiré estos pueblos delante de ustedes.

24 »No adorarán dioses de otras naciones ni les ofrecerán sacrificios; no deben imitar el ejemplo de esos pueblos paganos. Deben vencerlos completamente y destrozar todos sus ídolos vergonzosos.

25 »Servirán al Señor su Dios solamente, y yo los bendeciré con alimentos y agua, y apartaré toda enfermedad de entre ustedes. 26 No habrá abortos ni esterilidad en su tierra, y vivirán a plenitud todos los días de su vida.

27 »El pánico del Señor caerá sobre las naciones que ustedes invadan, de modo que sus habitantes huirán delante de ustedes.

28 »Enviaré delante de ustedes avispas que expulsen a los heveos, cananeos e hititas. 29 No lo haré todo en un solo año, porque la tierra se convertiría en un desierto y los animales salvajes se multiplicarían, de manera que no se podrían dominar. 30 Los expulsaré poco a poco, hasta que la población de ustedes haya crecido lo suficiente como para llenar la tierra. 31 Los límites que les pondré serán desde el Mar Rojo hasta la costa de los filisteos, y desde el desierto hasta el río Éufrates. Haré que ustedes venzan a los pueblos que hoy viven en esa tierra, y los expulsen de la región.

32 »No deberán hacer pacto con ellos, ni tendrán parte alguna con sus dioses. 33 No dejen que vivan entre ustedes, porque yo sé que ellos los contaminarán con su pecado de adorar a dioses falsos, y eso sería la ruina de ustedes».

Ratificación del pacto

24 El Señor le dijo a Moisés: «Sube con Aarón, Nadab, Abiú y setenta de los ancianos de Israel. Pero ellos no podrán acercarse, sino que se arrodillarán a cierta distancia. Sólo tú podrás llegar junto a mí. Recuerda que nadie del pueblo podrá subir al monte».

Moisés anunció al pueblo todas las leyes y reglamentos que el Señor le había dado, y el pueblo respondió al unísono: «Obedeceremos todo lo que el Señor ha dicho». Moisés escribió todo lo que el Señor le dijo.

Al día siguiente, Moisés se levantó muy temprano y construyó un altar al pie del monte, con doce columnas alrededor, pues doce eran las tribus de Israel. Entonces envió a algunos de los jóvenes a hacer holocaustos y a sacrificar ofrendas de paz al Señor. Moisés tomó la mitad de la sangre de estos animales y la echó en grandes vasijas. La otra mitad la roció sobre el altar. Después leyó al pueblo el libro que había escrito, el Libro del Pacto, que contenía todas las órdenes y leyes de Dios. Y el pueblo dijo nuevamente:

―Solemnemente prometemos obedecer todas las leyes del Señor.

Moisés tomó la sangre que estaba en las vasijas, roció con ella al pueblo, y dijo:

―Esta sangre confirma y sella el pacto que el Señor ha hecho con ustedes, al darles estas leyes.

Moisés, Aarón, Nadab, Abiú y los setenta ancianos de Israel subieron al monte 10 y vieron al Dios de Israel parado sobre una especie de pavimento hecho con piedras de zafiro, tan puro como el cielo. 11 Y aunque los ancianos pudieron contemplar a Dios, y comer y beber con él, no murieron, pues él no usó su poder para destruirlos.

12 El Señor le dijo a Moisés: «Sube al monte, donde estoy, y quédate hasta que yo te dé las leyes y los mandamientos que he grabado en tablas de piedra, para que puedas enseñárselos al pueblo».

13 Moisés y Josué, su ayudante, subieron al monte de Dios. 14 Antes de subir, Moisés les dijo a los ancianos: «Quédense aquí y espérennos hasta que regresemos. Si hay problemas mientras estamos ausentes, consulten con Aarón y Jur».

15 Cuando Moisés subió, una nube cubrió el monte. 16 La gloria del Señor reposó sobre el monte Sinaí. La nube cubrió el monte por seis días, y al séptimo día Dios llamó a Moisés desde la nube. 17 Los que estaban al pie del monte tuvieron una visión sobrecogedora. La gloria del Señor sobre la cumbre del monte parecía un fuego abrasador. 18 Y Moisés desapareció en la nube que cubría el monte, y estuvo allí cuarenta días y cuarenta noches.

Las ofrendas para el santuario

25 El Señor le dijo a Moisés: «Dile al pueblo de Israel que el que quiera hacerme una ofrenda, puede traerme cualquiera de las siguientes cosas: oro, plata, bronce, tela azul, morada o escarlata, lino fino, pelo de cabra, pieles de carnero teñidas de rojo, pieles de cabra, madera de acacia, aceite de oliva para las lámparas, especias para el aceite de la unción y para el incienso perfumado, piedras de ónice y piedras finas para colocarlas en el efod y el pectoral. Quiero que el pueblo de Israel me haga un santuario donde pueda habitar en medio de ellos. Mi santuario será una tienda, un tabernáculo. Yo te daré el diseño de la construcción y los detalles de todos los utensilios.

El cofre

10 »Harás un cofre de madera de acacia, de un metro y diez centímetros de largo, por setenta centímetros de ancho y setenta de alto. 11 Lo recubrirás por dentro y por fuera con oro puro, y le pondrás una moldura de oro. 12 Harás cuatro argollas de oro y se las pondrás en las cuatro esquinas inferiores, dos por cada costado. 13-14 También harás unas varas de madera de acacia cubiertas de oro, y las pasarás por las argollas de los costados, para transportarlo. 15 Estas varas nunca serán sacadas de las argollas. 16 Cuando el cofre esté terminado, colocarás dentro de él las tablas que yo te daré con los Diez Mandamientos grabados en ellas.

17 »También le harás al cofre una cubierta de oro puro de un metro y diez centímetros de largo, por setenta centímetros de ancho. 18 Harás también dos querubines de oro, trabajados a martillo, y los colocarás a los dos extremos de la cubierta del cofre. 19 Tanto la tapa del cofre como los dos querubines serán hechos de una sola pieza. 20 Los querubines estarán uno frente al otro, mirando hacia el centro de la tapa del cofre, y tendrán sus alas extendidas sobre la cubierta de oro. 21 Pondrás la cubierta sobre el cofre y dentro pondrás las tablas de piedra que yo te daré. 22 Y me encontraré contigo allí, y conversaré contigo exactamente entre los dos querubines; y el cofre contendrá las leyes de mi pacto. Allí te diré los mandamientos que he promulgado para el pueblo de Israel.

La mesa

23 »Luego harás una mesa de madera de acacia, de noventa centímetros de largo, cuarenta y cinco de ancho y setenta de alto. 24 La cubrirás con oro puro y le harás una moldura de oro alrededor. 25 Le harás un borde de siete centímetros y medio de ancho. Alrededor del borde le pondrás una moldura de oro. 26-27 Harás cuatro argollas de oro y las pondrás en los costados, junto a las cuatro patas, cerca de la parte superior. Por ellas pasarán las varas que servirán para transportar la mesa. 28 Las varas las harás de madera de acacia, recubiertas de oro. 29 También harás tazones de oro, platos, cucharas, jarros y tazas para las ofrendas de líquidos. 30 Sobre la mesa pondrás el pan de la Presencia, el cual deberá permanecer continuamente delante de mí.

El candelabro

31 »Harás un candelabro de oro puro, fundido y martillado. Todo el candelabro y sus decorados estarán hechos de una sola pieza: la base, el tallo, los cálices, las copas y las flores. 32 De cada lado del candelabro central saldrán tres brazos, 33 cada uno de los cuales estará decorado con cálices en forma de flor de almendro. 34-35 El candelabro central también estará decorado con cuatro cálices en forma de flor de almendro, con sus capullos y flores. Cada uno será colocado debajo de cada juego de brazos. 36 Estos adornos, los brazos y el candelabro central, serán de una pieza de oro martillado.

37 »Harás siete lámparas para el candelabro, y las pondrás de modo que alumbren hacia adelante. 38 Sus despabiladeras y sus platillos serán también de oro puro. 39 Necesitarás unos treinta y tres kilos de oro fino para el candelabro y todos sus accesorios.

40 »Ten cuidado de hacer todo siguiendo el modelo que te he mostrado aquí en el monte.

El santuario

26 »Harás el santuario con diez cortinas de lino fino retorcido, teñidas de azul, morado y escarlata; en ellas bordarás figuras de querubines. Las medidas serán de doce metros y medio de largo y un metro con ochenta de ancho. Todas las cortinas tendrán las mismas medidas. Las unirás por sus extremos, de cinco en cinco, para formar dos cortinas largas, una para cada lado. 4-5 Estarán unidas por medio de ojales de color morado, cincuenta a cada lado. Harás cincuenta corchetes de oro para unir los ojales de los dos conjuntos de cortinas, de modo que el santuario, que es la morada de Dios, sea un todo.

7-8 »El techo del santuario estará hecho de lonas de pelo de cabra. Harás once de estas lonas, cada una de trece metros y medio de largo y un metro ochenta de ancho. Unirás cinco lonas para una parte y seis para la otra. La sexta lona colgará al frente de la tienda. 10-11 Usarás cincuenta ojales en los bordes de cada una de estas piezas, para unirlas con cincuenta corchetes de bronce. De esta manera las dos piezas formarán una sola. 12 Sobrará medio metro de estas lonas, el cual colgará en la parte posterior del santuario, 13 y medio metro por la parte frontal. 14 Sobre estas lonas colocarás una cubierta de cueros de carnero, teñida de rojo, y sobre esta cubierta colocarás otra de pieles de cabras. Esto completará el techo.

15-16 »El armazón del santuario estará hecho de madera de acacia. Cada pieza será de cuatro metros y medio de largo por setenta centímetros de ancho. Irán en posición vertical 17 y se unirán con espigas por los costados. 18-19 Con veinte de estas tablas formarás el costado sur del santuario, sobre cuarenta bases de plata, dos bases para cada tabla. 20 En el costado norte también habrá veinte de estas tablas 21 con sus cuarenta bases de plata, dos bases por cada tabla, una debajo de cada esquina. 22 En el costado occidental habrá seis tablas, 23 y dos más en cada esquina. 24 Estas tablas estarán unidas de las esquinas mediante ganchos, abajo y arriba. 25 De modo que serán ocho tablas en ese extremo, con dieciséis bases de plata para las tablas, dos bases por cada tabla.

26-27 »Harás cinco travesaños de madera de acacia para cada costado del santuario, y cinco para las tablas de la parte occidental. 28 Uno de los travesaños centrales pasará por el centro de las tablas a todo lo largo del santuario. 29 Cubrirás las tablas de oro, y harás argollas de oro por donde pasen los travesaños. También cubrirás los travesaños con oro. 30 Construirás el santuario como yo te he mostrado en el monte.

31 »Dentro del santuario harás una cortina de tela azul, morada y escarlata, de lino fino torcido, con querubines bordados en ella. 32 La colgarás de cuatro postes de acacia cubiertos de oro, cada una con un gancho de oro. Los postes estarán asentados en cuatro bases de plata. 33 Colgarás la cortina de los ganchos. Detrás de esta cortina pondrás el cofre que contiene las tablas de piedra donde están grabadas las leyes de Dios. La cortina separará el Lugar Santo del Lugar Santísimo. 34 Sobre el cofre, que estará en el Lugar Santísimo, pondrás el propiciatorio, es decir, la cubierta de oro del cofre. 35 La mesa y el candelabro los pondrás frente a frente en la parte exterior de la cortina. El candelabro estará en la parte sur del Lugar Santo, y la mesa en el costado norte.

36 »Para la entrada del santuario harás otra cortina de lino fino torcido de color azul, morado y escarlata, bordada artísticamente. 37 Colgarás esta cortina de cinco postes de madera de acacia cubiertos de oro, con un gancho de oro y base de bronce para cada columna.

El altar de los holocaustos

27 »Con madera de acacia harás un altar cuadrado, de dos metros y medio por lado, y de un metro y medio de alto. En cada esquina del altar pondrás un cuerno firmemente unido; y todo estará cubierto de bronce. Los recipientes para las cenizas, las palas, las vasijas y los braseros serán de bronce. Harás un enrejado de bronce, con una argolla de metal en cada esquina, y lo colocarás debajo de la cubierta del altar, de modo que llegue a la mitad de la altura. Para mover el altar harás varas de madera de acacia, cubiertas de bronce. Para transportar el altar pondrás las varas en las argollas que tiene a cada costado. El altar será hueco, hecho de tablas, como te fue mostrado en el monte.

El atrio

9-10 »Luego harás un atrio para el santuario, el cual estará encerrado con cortinas hechas de lino fino torcido. En el costado sur, las cortinas se extenderán a lo largo de cuarenta y cinco metros y estarán suspendidas de veinte postes, asentados sobre veinte bases de bronce. Las cortinas estarán sujetas por medio de ganchos y varillas de plata, unidos a los postes. 11 El costado norte será igual: cortinas a lo largo de cuarenta y cinco metros, colgadas de veinte postes asentados sobre bases de bronce y sujetas con ganchos y varillas de plata. 12 El costado occidental del atrio será de veintidós metros y medio, con diez postes y diez bases. 13 El lado oriental también será de veintidós metros y medio. 14-15 A cada costado de la entrada habrá siete metros de cortinas, con tres postes y tres bases en cada lado.

16 »La entrada del atrio tendrá una cortina de nueve metros de largo, hecha de lino fino torcido, teñido de azul, morado y escarlata, y bordada en forma artística. Estará colgada de cuatro postes asentados sobre cuatro bases. 17 Todos los postes alrededor del atrio estarán unidos por medio de barras de plata, montadas en ganchos de plata. Los postes estarán asentados sobre bases de bronce. 18 Todo el atrio será de cuarenta y cinco metros de largo y veintidós y medio de ancho, y las cortinas serán de dos metros y medio de alto, hechas de lino fino torcido.

19 »Todos los utensilios que se necesiten en el santuario, incluyendo todas las estacas y los clavos, serán de bronce.

El aceite para el candelabro

20 »Pide al pueblo de Israel que te traiga aceite puro de oliva, para usarlo en las lámparas del santuario, de modo que se mantengan siempre encendidas. 21 Aarón y sus hijos colocarán las lámparas en el Lugar Santo, y las mantendrán encendidas delante del Señor día y noche. Esta será una norma permanente para el pueblo de Israel.

Las vestiduras sacerdotales

28 »Consagra a tu hermano Aarón y a sus hijos Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar, para que me sirvan como sacerdotes y ministros. Hazle vestiduras especiales a Aarón, para indicar que está separado para el servicio de Dios, vestiduras hermosas que señalen la dignidad de su oficio. Ordena a quienes he dotado de capacidad para ello, que le hagan vestiduras que lo distingan de los demás, para que pueda desempeñar el oficio de sacerdote. Estas son las vestiduras que harán: un pectoral, un efod, un manto, una túnica bordada, una mitra y un cinturón. También harán vestiduras especiales para los hijos de Aarón.

El efod

5-6 »El efod será una gran obra de arte, en la que usarán hilos de oro e hilos de lino fino de color azul, morado y escarlata. Consistirá de dos piezas que se unirán sobre los hombros. El cinto estará hecho del mismo material, hilos de oro e hilos de lino fino torcido de color azul, morado y escarlata. Tomarán dos piedras de ónice y grabarán en ellas los nombres de las tribus de Israel. 10 Habrá seis nombres en cada piedra, dispuestos según el orden de su nacimiento. 11 Cuando graben estos nombres, deberán usar la misma técnica que se usa para hacer un sello, y montarán las piedras en oro. 12 Deberán montar las dos piedras sobre las hombreras del efod, como piedras de recuerdo para Israel: Aarón llevará sus piedras delante del Señor, como un recuerdo constante. 13-14 Harán dos cadenas de oro puro, trenzadas en forma de cordón, la cuales se unirán con enlaces de oro, sobre las hombreras del efod.

El pectoral

15 »Luego, con gran esmero harán el pectoral, para que sea usado para impartir justicia. Usa hilos de oro y de lino fino torcido de color azul, morado y escarlata, como en el efod. 16 Será cuadrado, y estará hecho de dos pedazos de tela que formarán una bolsa de veinte centímetros de lado. 17 Pondrás cuatro hileras de piedras. En la primera hilera habrá un rubí, un topacio y una esmeralda. 18 En la segunda hilera, una turquesa, un zafiro y un diamante. 19 En la tercera, un jacinto, un ágata y una amatista. 20 En la cuarta, un berilo, un ónice y un jaspe. Todas estarán engastadas en oro. 21 Cada piedra representará una tribu de Israel, y el nombre de cada tribu será grabado en cada piedra como un sello.

22-24 »Unirás la parte superior del pectoral al efod por medio de dos cordones trenzados de oro puro. Un cabo de cada cordón estará atado a un anillo de oro colocado en la parte superior del pectoral. 25 Los otros extremos de los dos cordones serán atados a la parte delantera de los engastes de las piedras de ónice, que estarán sobre las hombreras del efod. 26 Harás dos anillos de oro y los colocarás en las partes interiores e inferiores del pectoral. 27 Además, harás dos anillos de oro para fijarlos en la parte delantera de las dos hombreras del efod, a la altura del cinto. 28 Fijarás la parte inferior del pectoral a los anillos del efod por medio de cintas azules. Esto evitará que el pectoral se separe del efod. 29 De esta manera, Aarón llevará los nombres de las tribus de Israel en el pectoral, sobre su corazón, cuando entre al Lugar Santo. Así el Señor los recordará continuamente. 30 Dentro del pectoral pondrás el urim y el tumim,[a] para que Aarón los lleve junto a su corazón cuando entre en la presencia del Señor. De esta manera llevará siempre, junto a su corazón, el urim y el tumim que le servirán para impartir justicia.

Otras vestiduras sacerdotales

31 »El manto del efod será hecho con tela de color morado, 32 con una abertura para la cabeza. Tendrá un borde tejido alrededor de la abertura, como refuerzo. Será como el que se hace en el cuello de un chaleco, para que no se rompa fácilmente. 33-34 El borde inferior del efod estará bordado con granadas de color azul, morado y escarlata, que se alternarán con campanillas de oro. 35 Aarón usará el efod siempre que entre a servir delante del Señor. Las campanillas sonarán cada vez que él entre y salga de la presencia del Señor en el Lugar Santo, para que no muera.

36 »Además, harás una lámina de oro puro y grabarás en ella: dedicado al Señor, como se hace con un sello. 37-38 Esta lámina estará atada con una cinta morada a la parte delantera de la mitra. Aarón la llevará siempre sobre la frente, para que el Señor acepte las ofrendas de los israelitas, pues él cargará con los pecados que el pueblo cometa al presentar sus ofrendas. Así el Señor les perdonará y aceptará sus ofrendas.

39 »Tejerás la túnica de Aarón de lino fino, y también del mismo lino harás la mitra y un cinto bordado.

40 »Para los hijos de Aarón harás túnicas, cintos y mitras que les den un aspecto honorable y respetable. 41 Les pondrás a Aarón y a sus hijos estas vestiduras y luego los dedicarás al ministerio, ungiéndolos en la cabeza con aceite de oliva y santificándolos como sacerdotes y ministros míos. 42 También les harás calzoncillos de lino, que usarán debajo de la túnica, pegados a su cuerpo, que les lleguen desde la cadera hasta las rodillas. 43 Aarón y sus hijos los usarán cada vez que entren en el santuario, al altar del Lugar Santo, para que no incurran en falta y, por esto, mueran. Esta es una ordenanza permanente para Aarón y sus hijos.

Consagración de los sacerdotes

29 »Esta es la ceremonia para la dedicación de Aarón y sus hijos como sacerdotes: Tomarás un becerro y dos carneros sin defectos, pan y tortas sin levadura, pasados por aceite, y hojaldres sin levadura, sobre los que se haya rociado aceite. Los diversos tipos de pan estarán hechos de harina fina. 3-4 Colocarás el pan en un canasto y lo llevarás a la entrada del santuario, junto con el becerro y los dos carneros.

»Bañarás a Aarón y a sus hijos allí a la entrada. Luego vestirás a Aarón con su túnica, el efod, el pectoral y el cinto, y le pondrás en la cabeza la mitra con la lámina de oro. Tomarás el aceite de la unción y lo derramarás sobre su cabeza. Después vestirás a sus hijos con sus túnicas y sus cintos tejidos, y les pondrás las mitras. Serán sacerdotes para siempre. De esa manera consagrarás a Aarón y a sus hijos.

10 »Traerás el becerro al santuario, y Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre la cabeza del animal. 11 Lo matarás delante del Señor, a la entrada del santuario. 12 Pondrás su sangre sobre los cuernos del altar, mojándolos con el dedo, y derramarás el resto en la base del altar. 13 Tomarás toda la grasa que cubre los intestinos y el hígado, así como los dos riñones y la grasa que hay sobre ellos, y los quemarás sobre el altar. 14 Después tomarás el cuerpo, incluyendo la piel y el excremento, los llevarás fuera del campamento y los quemarás como una ofrenda por el pecado.

15-16 »Luego Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre la cabeza de uno de los carneros que va a ser sacrificado. Su sangre será recogida para ser rociada sobre el altar. 17 Cortarás el carnero en pedazos, y lavarás los intestinos y las piernas; lo pondrás con la cabeza y las demás partes del cuerpo 18 y lo quemarás sobre el altar. Este es un holocausto de muy grato olor para el Señor.

19-20 »Luego tomarás el otro carnero, y Aarón y sus hijos le pondrán las manos sobre la cabeza mientras lo sacrifican. Tomarás un poco de la sangre y la untarás en el lóbulo de la oreja derecha y en los pulgares de la mano derecha y del pie derecho de Aarón y de sus hijos; con el resto rociarás el altar. 21 También tomarás sangre del altar, la mezclarás con aceite de la unción, y rociarás esto sobre Aarón, sus hijos y sus vestiduras. En esta forma ellos serán consagrados al Señor, junto con sus vestiduras.

22 »Luego, toma del carnero la grasa, la cola, la grasa que cubre los intestinos y el hígado, los dos riñones y la grasa que los rodea, y la espaldilla derecha, porque este es el carnero para la ordenación de Aarón y sus hijos. 23 Toma también un pan, una torta de pan de aceite y un hojaldre del canastillo de panes sin levadura, que fue puesto delante del Señor, 24 y ponlos en las manos de Aarón y de sus hijos, quienes los ofrecerán meciéndolos ante el Señor. 25 Luego ellos te entregarán todos estos productos, para que tú los quemes sobre el altar, como holocausto de olor delante del Señor. 26 Después tomarás el pecho del carnero de la ordenación de Aarón y lo ofrecerás, meciéndolo delante del Señor. Esta parte del animal será para ti.

27 »Les darás el pecho y la espadilla del carnero de la consagración 28 a Aarón y a sus hijos. El pueblo de Israel siempre debe dar esta porción de sus sacrificios de paz a Aarón y a sus hijos, como contribución.

29 »Las vestiduras sagradas de Aarón serán preservadas para los hijos que le sucedan de generación en generación, en la ceremonia en que sean consagrados como sacerdotes. 30 Cualquiera que sea el sumo sacerdote que suceda a Aarón, deberá usar estas vestiduras durante siete días, al entrar al santuario para ministrar en el Lugar Santo.

31 »Tomarás el carnero de la consagración, el carnero usado en la ceremonia ordinaria, y cocerás su carne en un lugar santificado. 32 Aarón y sus hijos comerán la carne y el pan del canasto en la puerta del santuario. 33 Sólo ellos comerán estas cosas usadas en su expiación, es decir, en la ceremonia de su consagración. El hombre común no comerá de ello, porque estas cosas son sagradas. 34 Deberás quemar el pan o la carne que sobre. Lo que sobre no podrá ser comido al día siguiente, porque es sagrado.

35 »Este, pues, es el modo de ordenar a Aarón y a sus hijos para el desempeño de sus funciones. Esta ordenación durará siete días. 36 Cada día sacrificarás un becerro como ofrenda expiatoria por el pecado. Después purificarás el altar, haciendo expiación por él y derramando aceite de oliva sobre él para consagrarlo. 37 Harás expiación por el altar y lo consagrarás a Dios cada uno de los siete días. Después de esto, el altar será muy santo, y cualquiera que lo toque será apartado para el Señor.

38 »Cada día ofrecerás dos corderos de un año sobre el altar, 39 uno en la mañana y otro en la tarde. 40 Con uno de ellos ofrecerás dos kilos de harina fina, mezclada con un litro de aceite de oliva y un litro de vino, para la libación. 41 Ofrecerás el otro cordero en la tarde, junto con la harina y el vino para la libación, como se hizo en la mañana, como ofrenda de olor fragante al Señor.

42 »Esta será una ofrenda diaria que me ofrecerán todos los israelitas, a través de todas sus generaciones. Me la ofrecerán a la entrada del santuario, que es el lugar donde me encontraré contigo y te hablaré. 43 Allí me reuniré con el pueblo de Israel, y el santuario será santificado por mi gloria. 44 Yo santificaré el santuario y el altar, y a Aarón y a sus hijos, que son mis ministros, mis sacerdotes. 45 Viviré en medio del pueblo de Israel y seré su Dios, 46 y ellos sabrán que yo soy el Señor su Dios. Yo los saqué de Egipto para vivir entre ellos. Yo soy el Señor su Dios.

El altar del incienso

30 »Harás luego un pequeño altar para quemar incienso. Lo harás de madera de acacia. Tendrá cuarenta y cinco centímetros de ancho, cuarenta y cinco centímetros de largo y noventa centímetros de alto. Tallarás sus cuernos de la misma pieza, para que sean parte del altar. Cubrirás la parte superior, los costados y los cuernos del altar con oro puro, y en todo su contorno pondrás una moldura de oro. Bajo la moldura, a ambos costados, harás dos argollas de oro para poner las varas que servirán para transportarlo. Las varas serán de madera de acacia, cubiertas de oro. Pondrás el altar junto a la cortina, por el lado exterior, cerca de la tapa que cubre el cofre que contiene los Diez Mandamientos. Allí es donde me encontraré contigo.

»Cada mañana, cuando Aarón prepare las lámparas, quemará incienso aromático sobre el altar, y cada tarde cuando encienda las lámparas, quemará el incienso delante del Señor. Esto se hará de generación en generación. No ofrecerás incienso, holocaustos, ofrendas ni libaciones que no hayan sido autorizados por el Señor.

10 »Una vez al año, Aarón deberá consagrar el altar, poniendo sobre los cuernos la sangre de la ofrenda de expiación por el pecado. Esta será una ceremonia que se hará sin falta cada año, de generación en generación, porque este es el altar que ha sido consagrado por completo al Señor».

Dinero para la expiación

11-12 El Señor le dijo a Moisés: «Siempre que hagas un censo del pueblo de Israel, cada hombre que sea contado dará un rescate al Señor por su persona, para que no haya plaga en el pueblo cuando tú lo cuentes. 13 Este pago equivaldrá a medio siclo del santuario, es decir, seis gramos de plata. 14 Todos los que hayan cumplido veinte años darán esta ofrenda. 15 El rico no dará más, ni el pobre dará menos, porque es una ofrenda para el Señor, para hacer expiación por ustedes mismos. 16 Usarás este dinero para el cuidado del Santuario. Esto servirá para que el Señor recuerde que los israelitas pagaron el dinero del rescate, y para hacer expiación por ellos».

El lavamanos

17-18 El Señor le dijo a Moisés: «Harás un lavamanos de bronce, con una base de bronce. Lo pondrás entre el Santuario y el altar, y lo llenarás de agua. 19 Aarón y sus hijos se lavarán las manos y los pies allí 20 cuando entren al Santuario a presentarse delante del Señor, o cuando se acerquen al altar para presentar holocausto delante del Señor. Siempre deberán lavarse antes de hacer esto, o morirán. 21 Estas son instrucciones para Aarón y sus hijos, de generación en generación».

El aceite de la unción

22-23 Entonces el Señor le dijo a Moisés: «Toma las siguientes especias: seis kilos de mirra pura, tres kilos de canela, tres kilos de cálamo aromático, 24 seis kilos de casia y cuatro litros de aceite de oliva. Para esto, deberás usar la medida que se usa en el santuario. 25 Con estos ingredientes prepararás el aceite, tal como lo hacen los expertos en preparar perfumes. Este será el aceite santo de la unción.

26-27 »Usarás este aceite para ungir el santuario, la mesa y todos sus instrumentos, el candelabro y todos sus utensilios, el altar del incienso, 28 el altar del holocausto con todos sus instrumentos, y el lavamanos con su base. 29 Conságralos para que sean sagrados. Cualquier cosa que los toque será sagrada. 30 También lo usarás para ungir a Aarón y a sus hijos, consagrándolos para que puedan servir delante de mí como sacerdotes. 31 Y dile al pueblo de Israel: “Este será siempre mi aceite de unción. 32 No debe ser derramado sobre personas comunes, y no harás jamás este aceite por tu cuenta, porque es sagrado y será tratado por ti como algo sagrado. 33 Cualquiera que prepare un aceite semejante a este o lo ponga sobre alguien que no sea un sacerdote, será expulsado de la comunidad”».

El incienso

34 Estas fueron las instrucciones que el Señor le dio a Moisés acerca del incienso: «Tomarás cantidades iguales de aromas: resina, uña aromática, gálbano e incienso puro, 35 y, según las técnicas del perfumista, harás un perfume sazonado con sal. Será un incienso puro y santo. 36 Molerás una parte y la pondrás frente al cofre, donde yo me reúno contigo en el santuario. Este incienso es muy sagrado. 37 No lo hagan jamás para ustedes mismos, porque está reservado para el Señor, y deben tratarlo como cosa sagrada. 38 Cualquiera que lo haga será expulsado de la comunidad».

Bezalel y Aholiab

31 También el Señor le dijo a Moisés: «Yo he designado a Bezalel hijo de Uri y nieto de Jur, de la tribu de Judá. Lo he llenado con mi Espíritu y le he dado sabiduría, capacidad y habilidad para la construcción del santuario y todo lo que contiene. Está altamente capacitado como diseñador artístico de objetos de oro, de plata y de bronce. También ha sido dotado como joyero y tallador de madera.

»Igualmente, he designado a Aholiab hijo de Ajisamac, de la tribu de Dan, para que sea su ayudante. Además, he dado habilidad especial a todos los que son conocidos como expertos, para que puedan hacer todas las cosas que he ordenado, esto es, el santuario, el cofre con el propiciatorio sobre ella, todos los utensilios del templo, la mesa y sus utensilios, el candelabro de oro y sus utensilios, el altar del incienso, el altar del holocausto con sus utensilios, el lavamanos y su base, 10 las hermosas y sagradas vestiduras sacerdotales de Aarón y de sus hijos, 11 el aceite de la unción y el incienso perfumado para el Lugar Santo. Ellos seguirán exactamente las instrucciones que yo te he dado».

El sábado

12-13 El Señor le dio estas instrucciones a Moisés: «Dile al pueblo de Israel que observe mi día de descanso, porque el descanso es un recordatorio del pacto que hice con ustedes para siempre. Es para que recuerden que yo soy el Señor que los santifico. 14-15 Descansarán en ese día, porque es santo. Cualquiera que no obedezca este mandamiento, morirá. Cualquiera que haga alguna clase de trabajo en ese día, será ejecutado. 16 Solamente trabajarán seis días, porque el día séptimo es el día de descanso solemne, santo para el Señor. Esta ley es un pacto perpetuo y una obligación para el pueblo de Israel. 17 Es un símbolo eterno del pacto que he hecho con el pueblo de Israel, porque en seis días yo, el Señor, hice el cielo y la tierra, y el séptimo día descansé».

18 Cuando terminó de hablar con Moisés sobre el monte Sinaí, Dios le entregó dos tablas de piedra con los Diez Mandamientos, escritos con su propio dedo.

El becerro de oro

32 Como Moisés se demoraba en descender del monte, el pueblo se presentó ante Aarón:

―Mira —le dijeron—, haznos dioses que nos dirijan, porque este Moisés que nos sacó de Egipto no aparece; algo debe de haberle ocurrido.

2-3 ―Tráiganme los aretes de oro que tengan sus esposas, hijos e hijas —respondió Aarón.

Así que todos los que tenían aretes se los quitaron y se los entregaron a Aarón. Entonces él fundió el oro, y con un cincel hizo un becerro. Al ver el becerro, el pueblo exclamó: «¡Israel, este es tu dios que te sacó de Egipto!».

Cuando Aarón vio lo feliz que estaba el pueblo con el becerro, edificó un altar delante del becerro, y anunció:

―Mañana habrá fiesta en honor del Señor.

A la mañana siguiente madrugaron y comenzaron a presentar holocaustos y ofrendas de paz. Luego de comer y beber, se entregaron a la diversión. Por eso, el Señor le dijo a Moisés:

―Date prisa, desciende, porque el pueblo que sacaste de Egipto se ha contaminado, y pronto han abandonado mis leyes. Han hecho un becerro y lo han adorado; le han ofrecido sacrificios y han dicho: “¡Israel, este es tu dios que te sacó de Egipto!”.

El Señor añadió:

―He visto que este pueblo es rebelde y testarudo. 10 Deja que desate contra ellos mi ira y los destruya; y de ti, Moisés, haré otra nación grande.

11 Pero Moisés le rogó al Señor que no lo hiciera.

Señor —suplicó—, ¿por qué se ha encendido tanto tu ira contra este tu pueblo, al que sacaste de Egipto con tu gran poder y tan grandes milagros? 12 ¿Quieres que los egipcios digan: “Dios los engañó y los hizo ir a las montañas para matarlos y borrarlos de la tierra”? Aparta tu ira y no le hagas eso a tu pueblo. 13 Recuerda lo que le prometiste a tus siervos Abraham, Isaac e Israel cuando juraste por ti mismo: “Yo multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y les daré toda la tierra que he prometido a tus descendientes, y la heredarán para siempre”.

14 Entonces el Señor tuvo compasión de ellos y no los destruyó. 15 Luego Moisés descendió del monte, llevando en sus manos las dos tablas de piedra, en las que estaban escritos los mandamientos por ambos lados. 16 Dios mismo preparó las tablas y escribió en ellas.

17 Cuando Josué oyó el bullicio del pueblo que gritaba, le dijo a Moisés:

―Suena como si estuvieran preparándose para la guerra.

18 Pero Moisés le respondió:

―No es grito de victoria ni de derrota lo que yo oigo; lo que escucho son canciones.

19 Cuando llegaron cerca del campamento, Moisés vio el becerro y las danzas, y con terrible ira arrojó las tablas al suelo, al pie del monte, y se rompieron. 20 Luego tomó el becerro, lo fundió en fuego, y cuando se enfrió el metal, lo molió hasta hacerlo polvo. Mezcló ese polvo con agua, para que el pueblo bebiera. 21 Después se dirigió a Aarón, y le preguntó:

―¿Qué te ha hecho este pueblo, para que le hagas cometer este terrible pecado?

22 ―No te enojes tanto —dijo Aarón—. Tú bien sabes que este pueblo es inclinado a la maldad. 23 Ellos me dijeron. “Haznos un dios que nos dirija, porque algo le habrá ocurrido a Moisés, el que nos sacó de Egipto”. 24 Entonces les dije: “Tráiganme sus aretes”. Ellos me los trajeron, los eché al fuego… y ¡salió este becerro!

25 Cuando Moisés vio que Aarón no había podido guiar bien a los israelitas, y que por eso se habían vuelto locos, de tal modo que la gente de otros pueblos se estaban burlando de ellos, 26 se paró a la entrada del campamento y gritó: «¡Todos los que estén de parte del Señor, vengan aquí y únanse a mí!». Entonces todos los levitas se acercaron.

27 Moisés les dijo: «El Señor, Dios de Israel, les ordena que tomen sus espadas y recorran el campamento, de uno a otro extremo, y maten a sus hermanos, parientes y vecinos». 28 Los levitas lo hicieron, y aquel día mataron a unos tres mil hombres.

29 Moisés, entonces, les dijo: «Hoy se han santificado para el servicio del Señor, porque han obedecido, aun cuando tuvieron que dar muerte a sus hijos y hermanos. Ahora el Señor les dará una gran bendición».

30 Al día siguiente, Moisés le dijo al pueblo: «Ustedes han cometido un gran pecado, pero yo regresaré a la montaña, y me presentaré delante del Señor, para interceder por ustedes. Quizá él quiera otorgarles el perdón».

31 Moisés regresó a la presencia del Señor, y le dijo:

―Desgraciadamente este pueblo ha pecado en gran manera y ha hecho ídolos de oro. 32 Sólo te ruego que perdones su pecado. Si no lo haces, te pido que borres mi nombre del libro que has escrito.

33 ―Cualquiera que haya pecado contra mí —dijo el Señor— será borrado. 34 Ahora vé y conduce al pueblo al lugar que yo te indiqué, y diles que mi ángel irá delante de ellos. Sin embargo, cuando yo visite a este pueblo, lo castigaré por sus pecados.

35 Luego el Señor envió una gran plaga al pueblo, porque habían adorado al becerro que Aarón les hizo.

Hacia la Tierra prometida

33 El Señor le dijo a Moisés: «Lleva a este pueblo que sacaste de Egipto a la tierra que prometí a Abraham, a Isaac y a Jacob, porque yo les prometí que les daría esta tierra a sus descendientes. Enviaré un ángel delante de ti para que expulse a los cananeos, a los amorreos, a los hititas, a los ferezeos, a los heveos y a los jebuseos. Es una tierra de la que fluye leche y miel. Pero yo no iré con ustedes, porque son un pueblo rebelde y soberbio, y no resistiré el deseo de destruirlos en el camino».

Cuando los israelitas oyeron estas duras palabras, se pusieron a llorar, y se despojaron de sus joyas y ornamentos, porque el Señor le había ordenado a Moisés que les dijera: «Ustedes son un pueblo rebelde y soberbio. Si estuviera con ustedes un momento, los exterminaría. Quítense las joyas y ornamentos hasta que decida lo que haré con ustedes». Después de esto, ellos dejaron de usar joyas.

La Tienda de reunión

Moisés siempre levantaba, a cierta distancia del campamento, el santuario o Tienda de reunión con Dios. Todo el que quería consultar al Señor, iba allí. Siempre que Moisés salía hacia la Tienda de reunión, el pueblo se levantaba y se paraba a la entrada de sus tiendas, y se quedaban mirando hasta que él entraba en la Tienda. Cuando él entraba, la columna de nube descendía y cubría la entrada, mientras el Señor le hablaba. 10 Entonces todo el pueblo adoraba delante de sus tiendas, y se inclinaba ante la columna de nube. 11 En la Tienda de reunión, el Señor le hablaba a Moisés cara a cara, como un hombre habla con su amigo. Después Moisés regresaba al campamento, pero el joven que le ayudaba, Josué hijo de Nun, nunca se alejaba de la Tienda de reunión.

La gloria del Señor

12 Moisés un día habló allí con el Señor, y le dijo:

―Me has pedido que lleve a este pueblo a la Tierra prometida, pero no me has dicho a quién enviarás conmigo. Dices que eres mi amigo y que he hallado gracia delante de ti. 13 Si es así, te ruego que me indiques qué quieres que haga, para que pueda comprenderte claramente y saber que cuento con tu ayuda. No olvides que esta nación es tu pueblo.

14 Y el Señor respondió:

―Yo iré contigo y te daré descanso.

15 Moisés le dijo:

―Si no vas a ir con nosotros, no dejes que nos movamos ni un paso de este lugar. 16 Si no vas con nosotros, ¿quién sabrá que mi pueblo y yo contamos con tu ayuda, y que somos diferentes a los demás pueblos que habitan la tierra?

17 Entonces el Señor le respondió:

―Haré lo que tú has pedido, porque ciertamente cuentas con mi ayuda, y eres mi amigo.

18 Moisés, entonces, le dijo:

―¡Permíteme contemplar tu gloria!

19 Y el Señor le respondió:

―Haré que pase delante de ti mi gloria, y pronunciaré mi nombre, pues soy bondadoso y compasivo con quien quiero. 20 Pero no podrás ver mi rostro, porque ningún hombre podrá verme y seguir viviendo. 21 Sin embargo, quédate en esta roca que está junto a mí, 22 y cuando pase mi gloria, yo te pondré en una hendidura de la roca y te cubriré con mi mano hasta que haya pasado. 23 Luego quitaré mi mano, y podrás verme la espalda, pero no el rostro.

Las nuevas tablas de piedra

34 El Señor le dijo a Moisés:

―Prepara dos tablas de piedra como las primeras, y yo escribiré en ellas los mismos mandamientos que estaban en las tablas que quebraste. Prepárate para subir a la cumbre del monte Sinaí, para presentarte ante mí. Nadie vendrá contigo y nadie deberá estar en ningún lugar del monte. Ni dejes que los animales pasten junto al monte.

Moisés tomó dos tablas de piedra similares a las primeras, se levantó de madrugada y subió al monte Sinaí, tal como el Señor le había dicho, llevando las dos tablas de piedra en las manos.

5-6 El Señor descendió en la forma de una columna de nube y estuvo allí con él, y pasó delante de él y anunció el significado de su nombre:

―Yo soy el Señor, Dios de misericordia y de gracia —dijo—. Soy lento para la ira y grande en misericordia y verdad. Yo, el Señor, muestro este amor firme a millares que reciben el perdón de sus pecados; pero no doy por inocente al culpable, y exijo que el pecado del padre sea castigado en los hijos, en los nietos y aun en generaciones posteriores.

Moisés se postró delante del Señor, lo adoró y le dijo:

Señor, si es cierto que cuento con tu favor, te ruego que vayas con nosotros a la Tierra prometida. Sí, el pueblo es rebelde y soberbio, pero perdona nuestros pecados y acéptanos como pueblo tuyo.

10 El Señor le respondió:

―Bien, este es el pacto que voy a hacer contigo. Haré milagros como nunca han sido hechos en toda la tierra, y todo el pueblo de Israel verá mi poder, el terrible poder que mostraré por medio de ti. 11 Tu parte en este pacto es obedecer todos mis mandamientos. Entonces yo expulsaré de delante de ti a los amorreos, a los cananeos, a los hititas, a los ferezeos, a los heveos, y a los jebuseos.

12 »Cuídate de hacer alianza con el pueblo que habita la tierra a donde vas, porque si lo haces, pronto andarás en sus malos caminos. 13 En cambio, destruirás sus altares paganos, derribarás las piedras que adoran y destrozarás las imágenes de la diosa Aserá. 14 No deben adorar otros dioses sino solamente a mí, porque yo, el Señor, soy un Dios celoso, que exige lealtad absoluta y devoción exclusiva.

15 »No harás tratados de paz con los pueblos que viven en esa tierra, porque son idólatras que me han rechazado para ofrecer sacrificios a sus dioses. Si haces amistad con ellos, entonces, cuando presenten los sacrificios a sus dioses, te invitarán a participar, y te sentirás obligado a ir. 16 Y aceptarás para tus hijos a sus hijas, que adoran a otros dioses, y tus hijos me abandonarán, y adorarán a los dioses de sus esposas. 17 No tendrás nada que ver con los ídolos.

18 »Celebrarás la fiesta de los Panes sin levadura durante siete días, en la forma que te ordené, en la fecha señalada del mes de aviv. Este fue el mes en que saliste de Egipto.

19 »Todo primer macho es mío: vacuno, lanar y cabrío. 20 El primer burro podrá ser redimido, dando un cordero en su lugar. Pero si decides no redimirlo, deberás quebrarle el cuello. Todos tus hijos serán redimidos; ninguno se presentará delante de mí sin una ofrenda.

21 »Aun durante el tiempo de la siembra y el de la cosecha, solamente trabajarás durante seis días y descansarás el séptimo.

22 »Te acordarás de celebrar la fiesta de las Semanas, al comenzar la cosecha del trigo, y la fiesta de la Cosecha, al fin del año.

23 »Todos los varones de Israel deberán presentarse ante mí tres veces al año. Yo soy el Señor, Dios de Israel. 24 Nadie atacará ni conquistará tu tierra mientras estés delante del Señor tu Dios, porque expulsaré a las naciones delante de ti y agrandaré tus fronteras.

25 »No usarás panes con levadura en tus sacrificios, y no dejarás hasta el día siguiente la carne del cordero pascual.

26 »Cada año deberás ofrecerme los mejores frutos de las primeras cosechas, y lo traerás a la casa del Señor tu Dios.

»No cocinarás el cabrito en la leche de su madre».

27 También el Señor le dijo a Moisés:

―Escribe estas leyes que te doy, porque son las condiciones del pacto que hice contigo y con Israel.

28 Moisés estuvo con el Señor en el monte durante cuarenta días y cuarenta noches; y en todo ese tiempo no comió ni bebió. Durante ese tiempo, Dios grabó el pacto, los Diez Mandamientos, sobre tablas de piedra.

El rostro radiante de Moisés

29 Cuando Moisés descendió del monte con las tablas en la mano, no se dio cuenta de que su rostro resplandecía por haber estado en la presencia de Dios. 30 Debido al resplandor de su rostro, Aarón y el pueblo de Israel tuvieron miedo de acercarse. 31 Pero Moisés los llamó, y Aarón y todos los dirigentes de la congregación fueron y hablaron con él. 32 Después todo el pueblo se acercó, y él les dio los mandamientos que el Señor le había entregado en el monte. 33 Cuando Moisés acabó de hablar con ellos, se puso un velo en el rostro. 34 Pero cuando entraba en el santuario a hablar con el Señor, se quitaba el velo hasta que volvía a salir. Entonces comunicaba al pueblo toda instrucción que el Señor le hubiera dado, 35 y el pueblo veía su rostro resplandeciente. Entonces Moisés se ponía de nuevo el velo, hasta que volvía al santuario a hablar con Dios.

Footnotes

  1. 28.30 Aparentemente una forma de suerte sagrada para conocer la voluntad de Dios mediante respuestas simples de «sí» o «no».