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El rollo que volaba

Levanté otra vez la mirada y vi un rollo volando en el aire.

—¿Qué ves?—preguntó el ángel.

—Veo un rollo que vuela—contesté—. Parece tener diez metros de largo y cinco metros de ancho.[a]

Entonces él me dijo:

—Este rollo contiene la maldición que cubrirá toda la tierra. Un lado del rollo dice que los que roban serán desterrados; el otro lado dice que los que juran en falso serán desterrados. El Señor de los Ejércitos Celestiales dice: “Envío esta maldición a la casa de cada ladrón y a la casa de todos los que juran en falso usando mi nombre. Mi maldición se quedará en esa casa y la destruirá por completo, hasta las maderas y las piedras”.

La mujer en una canasta

Entonces el ángel que hablaba conmigo se adelantó y dijo:

—Mira hacia arriba y fíjate en lo que viene.

—¿Qué es?—pregunté.

—Es una canasta para medir grano[b]—respondió—, y está llena con los pecados[c] de los habitantes de todo el país.

Entonces fue levantada la pesada tapa de plomo de la canasta y adentro había una mujer sentada. El ángel dijo: «La mujer se llama Perversidad», y la empujó adentro de la canasta otra vez y cerró la pesada tapa.

Entonces miré hacia arriba y vi a dos mujeres que volaban hacia nosotros, planeando con el viento. Tenían alas como de cigüeña, y recogieron la canasta y levantaron el vuelo.

10 —¿Adónde llevan la canasta?—le pregunté al ángel.

11 —A la tierra de Babilonia[d]—me respondió—, donde construirán un templo para la canasta. Luego, cuando el templo esté listo, colocarán la canasta allí sobre un pedestal.

Notas al pie

  1. 5:2 En hebreo 20 codos [30 pies] de largo y 10 codos [15 pies] de ancho.
  2. 5:6a En hebreo un efa [22 litros o 20 cuartos]; también en 5:7, 8, 9, 10, 11.
  3. 5:6b Igual que en la versión griega; en hebreo dice con la apariencia.
  4. 5:11 En hebreo la tierra de Sinar.

Los cuatro carros de guerra

Entonces levanté la mirada otra vez y vi cuatro carros de guerra que salían de entre dos montañas de bronce. El primer carro era tirado por caballos rojos, el segundo por caballos negros, el tercero por caballos blancos y el cuarto por poderosos caballos tordos.

—¿Y qué son estos, mi señor?—le pregunté al ángel que hablaba conmigo.

—Son los cuatro espíritus[a] del cielo que están delante del Señor de toda la tierra—el ángel contestó—. Ellos salen a hacer su trabajo. El carro con caballos negros va al norte, el carro con caballos blancos va al occidente[b] y el carro con caballos tordos va al sur.

Los poderosos caballos estaban ansiosos por salir a vigilar la tierra. Así que el Señor dijo: «¡Vayan y vigilen la tierra!». Entonces salieron de inmediato a hacer el recorrido.

Luego el Señor me llamó y me dijo: «Mira, los que fueron al norte han desahogado el enojo de mi Espíritu[c] allí en la tierra del norte».

Coronación de Jesúa

Entonces recibí otro mensaje del Señor: 10 «Heldai, Tobías, y Jedaías traerán obsequios de plata y oro de los judíos desterrados en Babilonia. En cuanto lleguen, encuéntrate con ellos en la casa de Josías, hijo de Sofonías. 11 Acepta sus obsequios y, con la plata y el oro, haz una corona. Entonces coloca la corona en la cabeza de Jesúa[d] hijo de Jehosadac, el sumo sacerdote. 12 Dile: “El Señor de los Ejércitos Celestiales declara: ‘Este es el hombre llamado el Retoño. Él echará ramas desde donde está y construirá el templo del Señor’”. 13 Así es, él construirá el templo del Señor. Entonces recibirá el honor real y desde su trono gobernará como rey; también desde su trono servirá como sacerdote[e] y habrá armonía perfecta entre sus dos oficios.

14 »La corona servirá de recordatorio en el templo del Señor en reconocimiento a quienes la obsequiaron: Heldai,[f] Tobías, Jedaías y Josías,[g] hijo de Sofonías».

15 Vendrá gente desde tierras lejanas a reedificar el templo del Señor. Cuando esto ocurra, ustedes sabrán que mis mensajes vinieron del Señor de los Ejércitos Celestiales. Todo esto sucederá si ustedes se aseguran de obedecer lo que dice el Señor su Dios.

Notas al pie

  1. 6:5 O los cuatro vientos.
  2. 6:6 En hebreo va tras ellos.
  3. 6:8 En hebreo han dado descanso a mi Espíritu.
  4. 6:11 En hebreo Josué, una variante de Jesúa.
  5. 6:13 O también habrá un sacerdote al lado de su trono.
  6. 6:14a Igual que en la versión siríaca (comparar 6:10); en hebreo dice Helem.
  7. 6:14b Igual que en la versión siríaca (comparar 6:10); en hebreo dice Hen.

Un llamado a la justicia y a la compasión

El 7 de diciembre[a] del cuarto año del reinado del rey Darío, el Señor le dio otro mensaje a Zacarías. El pueblo de Betel había enviado a Sarezer y a Regem-melec,[b] junto con sus asistentes, para buscar el favor del Señor. Les encargaron hacer la siguiente pregunta a los profetas y a los sacerdotes del templo del Señor de los Ejércitos Celestiales: «¿Debemos continuar de luto y ayuno cada verano en el aniversario de la destrucción del templo,[c] como lo hemos estado haciendo durante muchos años?».

En respuesta, el Señor de los Ejércitos Celestiales me envió este mensaje: «Diles a tu pueblo y a tus sacerdotes: “Durante estos setenta años de destierro, cuando ayunaban y se vestían de luto en el verano y a comienzos del otoño,[d] ¿hacían los ayunos realmente para mí? Incluso ahora, cuando comen y beben en sus festivales santos, ¿no lo hacen para complacerse a sí mismos? ¿No es este el mismo mensaje del Señor que los profetas proclamaron en años anteriores cuando Jerusalén y los pueblos de Judá estaban llenos de gente y el Neguev y las colinas de Judá[e] estaban bien poblados?”».

Luego Zacarías recibió este mensaje del Señor: «El Señor de los Ejércitos Celestiales dice: juzguen con imparcialidad y muestren compasión y bondad el uno por el otro. 10 No opriman a las viudas ni a los huérfanos ni a los extranjeros ni a los pobres. Tampoco tramen el mal unos contra otros.

11 »Sus antepasados se negaron a escuchar este mensaje. Volvieron la espalda tercamente y se taparon los oídos para no oír. 12 Endurecieron su corazón como la piedra para no oír las instrucciones ni los mensajes que el Señor de los Ejércitos Celestiales les había enviado por su Espíritu por medio de los antiguos profetas. Por eso el Señor de los Ejércitos Celestiales se enojó tanto con ellos.

13 »Así como ellos se negaron a escuchar cuando los llamé, tampoco yo los escuché cuando clamaron a mí, dice el Señor de los Ejércitos Celestiales. 14 Como con un torbellino, los dispersé entre las naciones lejanas, donde vivieron como extranjeros. La tierra quedó tan desolada que nadie pasaba por allí. ¡Convirtieron su hermosa tierra en un desierto!».

Notas al pie

  1. 7:1 En hebreo El cuarto día del noveno mes, el mes de quisleu, del antiguo calendario lunar hebreo. Ese suceso ocurrió el 7 de diciembre del 518 a. C.; ver también la nota en 1:1.
  2. 7:2 O Betel-sarezer había enviado a Regem-melec.
  3. 7:3 En hebreo continuar de luto y ayuno en el quinto mes. El templo había sido destruido en el quinto mes del antiguo calendario lunar hebreo (agosto del 586 a. C.); ver 2 Re 25:8.
  4. 7:5 En hebreo ayunaban y se vestían de luto en el quinto y séptimo mes. El quinto mes del antiguo calendario lunar hebreo por lo general cae en el mes de julio o en agosto. El séptimo mes por lo general cae en el mes de septiembre o en octubre; tanto el Día del Perdón como el Festival de las Enramadas se celebraban en el séptimo mes.
  5. 7:7 En hebreo y la Sefela.

Bendiciones prometidas para Jerusalén

Entonces el Señor de los Ejércitos Celestiales me dio otro mensaje: «El Señor de los Ejércitos Celestiales dice: mi amor por el monte Sion es intenso y ferviente, ¡me consume la pasión por Jerusalén!

»Ahora dice el Señor: regresaré al monte Sion y viviré en Jerusalén. Entonces Jerusalén se llamará la Ciudad Fiel; el monte del Señor de los Ejércitos Celestiales se llamará Monte Santo.

»El Señor de los Ejércitos Celestiales dice: nuevamente los ancianos y las ancianas caminarán por las calles de Jerusalén apoyados en sus bastones y se sentarán juntos en las plazas de la ciudad, y las calles de la ciudad se llenarán de niños y niñas que juegan.

»El Señor de los Ejércitos Celestiales dice: ahora todo esto puede parecerles imposible, a ustedes que son el pequeño remanente del pueblo de Dios. ¿Pero será imposible para mí?, dice el Señor de los Ejércitos Celestiales.

»El Señor de los Ejércitos Celestiales dice: pueden estar seguros de que rescataré a mi pueblo del oriente y del occidente. Yo los haré regresar a casa para que vivan seguros en Jerusalén. Ellos serán mi pueblo, y como su Dios los trataré con fidelidad y justicia.

»El Señor de los Ejércitos Celestiales dice: ¡Sean fuertes y terminen la tarea! Desde que echaron los cimientos del templo del Señor de los Ejércitos Celestiales, ustedes han oído lo que los profetas han estado diciendo acerca de terminar el edificio. 10 Antes de que la obra en el templo comenzara, no había trabajo ni dinero para contratar obreros o animales. Ningún viajero estaba a salvo porque había enemigos por todos lados. Yo hice que todos estuvieran unos contra otros.

11 »Pero ahora no trataré al remanente de mi pueblo como lo hice antes, dice el Señor de los Ejércitos Celestiales. 12 Pues estoy plantando semillas de paz y prosperidad entre ustedes. Las vides estarán cargadas de fruta, la tierra producirá sus cosechas y los cielos soltarán el rocío. Una vez más yo haré que el remanente de Judá y de Israel herede estas bendiciones. 13 Entre las demás naciones, Judá e Israel se convirtieron en símbolo de una nación maldita. ¡Pues ya no lo serán más! Ahora los rescataré y los haré símbolo y fuente de bendición. Así que no tengan miedo. ¡Sean fuertes y sigan con la reconstrucción del templo!

14 »Pues el Señor de los Ejércitos Celestiales dice: estaba decidido a castigarlos cuando sus antepasados me hicieron enojar y no cambié de parecer, dice el Señor de los Ejércitos Celestiales. 15 Sin embargo, ahora estoy decidido a bendecir a Jerusalén y al pueblo de Judá, así que no tengan miedo. 16 Pero ustedes deben hacer lo siguiente: digan la verdad unos a otros. En sus tribunales, pronuncien veredictos que sean justos y que conduzcan a la paz. 17 No tramen el mal unos contra otros. Dejen de amar el decir mentiras y jurar que son verdad. Yo odio todas esas cosas, dice el Señor».

18 Este es otro mensaje que me dio el Señor de los Ejércitos Celestiales: 19 «El Señor de los Ejércitos Celestiales dice: los ayunos tradicionales y los tiempos de luto que han mantenido al principio del verano, en pleno verano, en el otoño y en el invierno[a] ahora han terminado. Se convertirán en festivales de alegría y celebración para el pueblo de Judá. Así que amen la verdad y la paz.

20 »El Señor de los Ejércitos Celestiales dice: gente de naciones y ciudades en todo el mundo viajará a Jerusalén. 21 La gente de una ciudad dirá a la gente de otra: “Vengan con nosotros a Jerusalén para pedir que el Señor nos bendiga. Adoremos al Señor de los Ejércitos Celestiales. Yo estoy decidido a ir”. 22 Muchos pueblos y naciones poderosas irán a Jerusalén a buscar al Señor de los Ejércitos Celestiales y a pedir su bendición.

23 »El Señor de los Ejércitos Celestiales dice: en aquellos días, diez hombres de naciones e idiomas diferentes agarrarán por la manga a un judío y le dirán: “Por favor, permítenos acompañarte, porque hemos oído que Dios está contigo”».

Notas al pie

  1. 8:19 En hebreo en el cuarto, quinto, séptimo y décimo mes. El cuarto mes del antiguo calendario lunar hebreo cae generalmente en el mes de junio o en julio; el quinto, en julio o en agosto; el séptimo, en septiembre o en octubre; el décimo, en diciembre o en enero.

Saludos de Judas

Yo, Judas, esclavo de Jesucristo y hermano de Santiago, les escribo esta carta a todos los que han sido llamados por Dios Padre, quien los ama y los protege con el cuidado de Jesucristo.[a]

Que Dios les dé cada vez más misericordia, paz y amor.

El peligro de los falsos maestros

Queridos amigos, con gran anhelo tenía pensado escribirles acerca de la salvación que compartimos. Sin embargo, ahora me doy cuenta de que debo escribirles sobre otro tema para rogarles que defiendan la fe que Dios ha confiado una vez y para siempre a su pueblo santo. Les digo esto, porque algunas personas que no tienen a Dios se han infiltrado en sus iglesias diciendo que la maravillosa gracia de Dios nos permite llevar una vida inmoral. La condena de tales personas fue escrita hace mucho tiempo, pues han negado a Jesucristo, nuestro único Dueño y Señor.

Aunque ustedes ya saben estas cosas, igual quiero recordarles que Jesús[b] primero rescató de Egipto a la nación de Israel pero luego destruyó a los que no permanecieron fieles. Y les recuerdo de los ángeles que no se mantuvieron dentro de los límites de autoridad que Dios les puso, sino que abandonaron el lugar al que pertenecían. Dios los ha tenido firmemente encadenados en prisiones de oscuridad, en espera del gran día del juicio. Asimismo no se olviden de Sodoma y Gomorra ni de las ciudades vecinas, las cuales estaban llenas de inmoralidad y de toda clase de perversión sexual. Esas ciudades fueron destruidas con fuego y sirven como advertencia del fuego eterno del juicio de Dios.

De la misma manera, estos individuos—que pretenden tener autoridad por lo que reciben en sueños—llevan una vida inmoral, desafían a la autoridad y se burlan de los seres sobrenaturales.[c] Pero ni siquiera Miguel, uno de los ángeles más poderosos,[d] se atrevió a acusar al diablo de blasfemia, sino que simplemente le dijo: «¡Que el Señor te reprenda!». (Esto ocurrió cuando Miguel disputaba con el diablo acerca del cuerpo de Moisés). 10 Pero esa gente se burla de cosas que no entiende. Como animales irracionales, hacen todo lo que les dictan sus instintos y de esta manera provocan su propia destrucción. 11 ¡Qué aflicción les espera! Pues siguen los pasos de Caín, quien mató a su hermano. Al igual que Balaam, engañan a la gente por dinero; y, como Coré, perecen en su propia rebelión.

12 Cuando estos individuos participan con ustedes en sus comidas de compañerismo—las cuales conmemoran el amor del Señor—, son como arrecifes peligrosos que pueden hacerlos naufragar.[e] Son como pastores que no tienen vergüenza y que solo se preocupan por sí mismos. Son como nubes que pasan sobre la tierra sin dar lluvia. Son como árboles en el otoño, doblemente muertos, porque no dan fruto y han sido arrancados de raíz. 13 Son como violentas olas del mar que arrojan la espuma de sus actos vergonzosos. Son como estrellas que han perdido su rumbo, condenadas para siempre a la más negra oscuridad.

14 Enoc, quien vivió en la séptima generación después de Adán, profetizó acerca de estas personas. Dijo: «¡Escuchen! El Señor viene con incontables millares de sus santos 15 para ejecutar juicio sobre la gente de este mundo. Declarará culpables a los seres humanos por todos los actos perversos que cada uno haya hecho y a los pecadores rebeldes por todos los insultos que hayan dicho contra él»[f].

16 Estos individuos son rezongones, se quejan de todo y viven solo para satisfacer sus deseos. Son fanfarrones que se jactan de sí mismos y adulan a otros para conseguir lo que quieren.

Un llamado a permanecer fieles

17 Pero ustedes, mis queridos amigos, deben recordar lo que predijeron los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo. 18 Ellos les advirtieron que en los últimos tiempos habría gente burlona cuyo objetivo en la vida es satisfacer sus malos deseos. 19 Estos individuos son los que causan divisiones entre ustedes. Se dejan llevar por sus instintos naturales porque no tienen al Espíritu de Dios en ellos.

20 Pero ustedes, queridos amigos, deben edificarse unos a otros en su más santísima fe, orar en el poder del Espíritu Santo[g] 21 y esperar la misericordia de nuestro Señor Jesucristo, quien les dará vida eterna. De esta manera, se mantendrán seguros en el amor de Dios.

22 Deben tener compasión de[h] los que no están firmes en la fe. 23 Rescaten a otros arrebatándolos de las llamas del juicio. Incluso a otros muéstrenles compasión[i] pero háganlo con mucho cuidado, aborreciendo los pecados que contaminan la vida de ellos.[j]

Una oración de alabanza

24 Y ahora, que toda la gloria sea para Dios, quien es poderoso para evitar que caigan, y para llevarlos sin mancha y con gran alegría a su gloriosa presencia. 25 Que toda la gloria sea para él, quien es el único Dios, nuestro Salvador por medio de Jesucristo nuestro Señor. ¡Toda la gloria, la majestad, el poder y la autoridad le pertenecen a él desde antes de todos los tiempos, en el presente y por toda la eternidad! Amén.

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Notas al pie

  1. 1:1 O y los guarda para Jesucristo.
  2. 1:5 Otros manuscritos dicen [el] Señor, o Dios, o Cristo; uno de ellos dice Dios Cristo.
  3. 1:8 En griego de los seres gloriosos, que probablemente son ángeles caídos.
  4. 1:9 En griego Miguel, el arcángel.
  5. 1:12 O son contaminantes entre ustedes; o son manchas.
  6. 1:14-15 La cita proviene de literatura intertestamentaria: 1 Enoc 1:9.
  7. 1:20 En griego orar en el Espíritu Santo.
  8. 1:22 Algunos manuscritos dicen Deben reprender a.
  9. 1:22-23a Algunos manuscritos solo tienen dos categorías de personas: 1) las que no están firmes en la fe y, por lo tanto, necesitan ser arrebatadas de las llamas del juicio, y 2) las que necesitan que se les muestre compasión.
  10. 1:23b En griego con temor, aborreciendo hasta la ropa manchada por la carne.

17 Qué preciosos son tus pensamientos acerca de mí,[a] oh Dios.
    ¡No se pueden enumerar!
18 Ni siquiera puedo contarlos;
    ¡suman más que los granos de la arena!
Y cuando despierto,
    ¡todavía estás conmigo!

19 ¡Oh Dios, si tan solo destruyeras a los perversos!
    ¡Lárguense de mi vida, ustedes asesinos!
20 Blasfeman contra ti;
    tus enemigos hacen mal uso de tu nombre.
21 Oh Señor, ¿no debería odiar a los que te odian?
    ¿No debería despreciar a los que se te oponen?
22 Sí, los odio con todas mis fuerzas,
    porque tus enemigos son mis enemigos.

23 Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón;
    pruébame y conoce los pensamientos que me inquietan.
24 Señálame cualquier cosa en mí que te ofenda
    y guíame por el camino de la vida eterna.

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Notas al pie

  1. 139:17 O Qué preciosos son para mí tus pensamientos.

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