Zacarías 2
Dios Habla Hoy
Visión de la cinta de medir
2 (5) Aún tuve otra visión. Se me apareció un hombre que llevaba en la mano una cinta de medir. 2 (6) Le pregunté: «¿A dónde vas?» Y él me contestó: «Voy a medir la ciudad de Jerusalén, para saber su largo y su ancho.»
3 (7) Entonces vi que se iba el ángel que había hablado conmigo, y que otro ángel le salía al encuentro 4 (8) y le decía: «Corre a decirle al joven que lleva la cinta de medir: “Jerusalén va a ser de nuevo habitada, y serán tantos sus habitantes y ganados que no podrá tener murallas. 5 (9) Pero el Señor afirma: Yo seré como una muralla de fuego alrededor de Jerusalén, y en medio de la ciudad mostraré mi gloria.”»
El Señor salvará a su pueblo
6-7 (10-11) El Señor afirma: «Yo hice que ustedes fueran dispersados en todas direcciones. Pero ahora les digo: ¡Huyan pronto del país del norte! ¡Escapen de Babilonia, donde viven desterrados ustedes, los que vivían en Sión! Yo, el Señor, lo afirmo.»
8-9 (12-13) El Señor todopoderoso me ha enviado con este mensaje contra las naciones que los saquearon a ustedes: «Cualquiera que toca a mi pueblo, toca a la niña de mis ojos. Por eso, yo mismo lucharé contra esas naciones, y haré que sus propios esclavos las saqueen.» Así mostrará su gloria el Señor todopoderoso, y así comprenderán ustedes que él fue quien me envió.
10 (14) El Señor afirma: «¡Canten de alegría, habitantes de Jerusalén, porque yo vengo a vivir entre ustedes!» 11 (15) Cuando esto suceda, muchas naciones se unirán al Señor. Y él dirá: «También estas naciones serán pueblo mío. Y yo viviré entonces entre ustedes.» Así comprenderán ustedes que el Señor todopoderoso me ha enviado. 12 (16) El Señor tomará nuevamente a Judá como su posesión especial en la tierra santa, y proclamará de nuevo a Jerusalén como su ciudad elegida.
13 (17) ¡Que todo el mundo guarde silencio ante el Señor, pues él viene a nosotros desde el santo lugar donde habita!
Zacarías 2
Reina-Valera 1995
Llamamiento a los cautivos
2 Alcé después mis ojos y tuve una visión. Vi a un hombre que tenía en su mano un cordel de medir. 2 Y le dije:
—¿A dónde vas?
Él me respondió:
—A medir a Jerusalén, para ver cuánta es su anchura y cuánta su longitud.
3 Mientras se iba aquel ángel que hablaba conmigo, otro ángel le salió al encuentro 4 y le dijo: «Corre, háblale a este joven y dile:
»“A causa de la multitud de hombres y de ganado que habitará en medio de ella,
Jerusalén no tendrá muros.
5 Yo seré para ella, dice Jehová,
un muro de fuego a su alrededor,
y en medio de ella mostraré mi gloria.”
6 »¡Eh, eh!, huid de la tierra del norte, dice Jehová,
pues por los cuatro vientos de los cielos os esparcí, dice Jehová.
7 ¡Eh, Sión,
tú que moras con la hija de Babilonia, escápate!»
8 Así ha dicho Jehová de los ejércitos:
«Tras la gloria me enviará él a las naciones que os despojaron,
porque el que os toca, toca a la niña de mi ojo.
9 Yo alzo mi mano sobre ellos,
y serán saqueados por sus propios siervos».
Así sabréis que Jehová de los ejércitos me envió.
10 «Canta y alégrate, hija de Sión,
porque yo vengo a habitar en medio de ti,
ha dicho Jehová.
11 Muchas naciones se unirán a Jehová en aquel día,
y me serán por pueblo, y habitaré en medio de ti»,
y entonces conocerás que Jehová de los ejércitos me ha enviado a ti.
12 Jehová poseerá a Judá, su heredad en la tierra santa,
y escogerá aún a Jerusalén.
13 ¡Que calle todo el mundo delante de Jehová,
porque él se ha levantado de su santa morada!
Dios habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.
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