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Ragüel, pues, los recibió con mucha alegría y mandó matar un corderito.

Se arreglan las bodas

Luego se bañaron, se lavaron las manos y se sentaron a la mesa. Tobías dijo entonces a Rafael:

—Amigo Azarías, dile a Ragüel que me dé a mi parienta Sara.

10 Ragüel lo alcanzó a oír y dijo al muchacho:

—Come y bebe, y pasa alegremente esta noche. Porque, amigo, ningún otro fuera de ti tiene derecho a casarse con mi hija Sara. Por la misma razón, yo no puedo dársela a nadie sino a ti; tú eres mi pariente más cercano. Sin embargo, hijo, te debo decir la verdad.

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