Add parallel Print Page Options

—¡Por supuesto! —contestó el ángel—. Conozco bien todos esos caminos. He ido muchas veces, y me he quedado en la casa de Gabael, un israelita que vive en Ragues, ciudad de ese país. El viaje de Ecbatana a Ragues se hace en dos días, si es que no se encuentran dificultades en el camino. Esas dos ciudades están en las montañas.

Entonces Tobías le dijo:

—Joven, necesito que me lleves allá. Te pagaré lo que me pidas; sólo déjame ir a decírselo a mi padre.

—Está bien, —respondió el ángel—. Aquí te espero, pero no tardes.

Read full chapter