Add parallel Print Page Options

Y se fueron los dos juntos. Rafael le dijo también que tuviera a mano la hiel. El perro los iba siguiendo a los dos. Ana, mientras tanto, estaba sentada mirando atentamente hacia el camino por donde debía venir su hijo. Al presentir que venía, le dijo a Tobit:

—¡Ya llega tu hijo con su acompañante!

Read full chapter