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a los que adoran a las estrellas
en los techos de sus casas,
y a los que me adoran a mí,
pero también adoran al dios Milcom.
Y voy a destruir igualmente
a los que se han apartado de mí
y jamás buscan mis consejos.

»¡Silencio!
¡Ya se acerca el día del castigo!
¡Todo está preparado!
¡Los invitados ya están aquí!
¡Voy a destruir a mi pueblo!

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