Add parallel Print Page Options

Aarón

Dios consagró a Aarón, de la tribu de Leví,
estableciendo en él una institución eterna.
Le concedió el gran honor
de servir a la majestad del Señor.
Le ciñó los cuernos de búfalo
y lo vistió con un manto espléndido.
Para honrarlo confiriéndole dignidad y poder,
lo revistió de ornamentos preciosos:
los calzoncillos, la túnica y el manto,
un cinturón de campanillas
rodeado de granadas,
que sonaban suavemente al caminar
y se hacían oír en el santuario,
para que la gente lo supiera.
10 Sus ornamentos sagrados eran de oro, de tela morada y de púrpura,
bordados artísticamente;
el pectoral para el juicio, el efod y el cinturón,
con hilo rojo, hechos por un tejedor;
11 las piedras preciosas sobre el pectoral,
grabadas en forma de sellos y engastadas;
cada piedra tenía grabado un nombre,
en recuerdo de las tribus de Israel.
12 La diadema de oro encima del turbante,
y la placa con la inscripción «Consagrado».
¡Esplendor glorioso y gran dignidad!
¡Deleite a la vista y suprema belleza!
13 No existió antes nada igual;
ningún extraño se vistió jamás así,
sino solamente sus hijos
y sus sucesivos descendientes.
14 Su ofrenda de cereales se quema por completo
dos veces por día, perpetuamente.
15 Moisés lo consagró
derramando el aceite sagrado sobre él.
Así quedó una institución eterna
para él y para sus descendientes, mientras dure el cielo:
servir como sacerdotes al Señor
y bendecir en su nombre al pueblo.
16 Dios lo escogió entre todos los hombres
para que ofreciera holocaustos y grasa,
quemara ofrendas de olor agradable
y pidiera perdón por el pueblo de Israel.

Read full chapter