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Acercarse más a Dios

¿Qué es lo que causa las disputas y las peleas entre ustedes? ¿Acaso no surgen de los malos deseos que combaten en su interior? Desean lo que no tienen, entonces traman y hasta matan para conseguirlo. Envidian lo que otros tienen, pero no pueden obtenerlo, por eso luchan y les hacen la guerra para quitárselo. Sin embargo, no tienen lo que desean porque no se lo piden a Dios. Aun cuando se lo piden, tampoco lo reciben porque lo piden con malas intenciones: desean solamente lo que les dará placer.

¡Adúlteros![a] ¿No se dan cuenta de que la amistad con el mundo los convierte en enemigos de Dios? Lo repito: si alguien quiere ser amigo del mundo, se hace enemigo de Dios. ¿Acaso piensan que las Escrituras no significan nada? Ellas dicen que Dios desea fervientemente que el espíritu que puso dentro de nosotros le sea fiel.[b] Y él da gracia con generosidad. Como dicen las Escrituras:

«Dios se opone a los orgullosos
    pero da gracia a los humildes»[c].

Así que humíllense delante de Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes.

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Footnotes

  1. 4:4 En griego ¡Adúlteras!
  2. 4:5 O Ellas dicen que el espíritu que Dios puso dentro de nosotros está lleno de envidia; o Ellas dicen que el Espíritu Santo, el cual Dios puso dentro de nosotros, se opone a nuestra envidia.
  3. 4:6 Pr 3:34 (versión griega).

La amistad con el mundo

¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros? Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites. ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. ¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente? Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.(A) Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.

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Guerras y conflictos

¿De dónde vienen las guerras y los conflictos[a] entre ustedes(A)? ¿No vienen de las pasiones[b] que combaten en sus miembros(B)? Ustedes codician y no tienen, por eso cometen homicidio(C). Son envidiosos y no pueden obtener, por eso combaten[c] y hacen guerra. No tienen, porque no piden. Piden y no reciben(D), porque piden con malos propósitos[d], para gastarlo en sus placeres.

¡Oh almas adúlteras[e](E)! ¿No saben ustedes que la amistad del mundo(F) es enemistad hacia Dios(G)? Por tanto, el que quiere ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios(H). ¿O piensan que la Escritura dice en vano(I): «Dios celosamente anhela[f] el Espíritu(J) que ha hecho morar en nosotros.»? Pero Él da mayor gracia(K). Por eso dice: «Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes(L)». Por tanto, sométanse a Dios(M). Resistan, pues, al diablo y huirá de ustedes(N).

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Footnotes

  1. 4:1 Lit. ¿De dónde guerras, y de dónde conflictos.
  2. 4:1 Lit. ¿No de aquí, de sus placeres.
  3. 4:2 O tienen pleitos.
  4. 4:3 Lit. malvadamente.
  5. 4:4 O infieles.
  6. 4:5 Lit. anhela hasta los celos.

La amistad con el mundo

¿De dónde vienen las guerras y las peleas entre ustedes? Pues de los malos deseos que siempre están luchando en su interior. Ustedes quieren algo, y no lo obtienen; matan, sienten envidia de alguna cosa, y como no la pueden conseguir, luchan y se hacen la guerra. No consiguen lo que quieren porque no se lo piden a Dios; y si se lo piden, no lo reciben porque lo piden mal, pues lo quieren para gastarlo en sus placeres. ¡Oh gente infiel! ¿No saben ustedes que ser amigos del mundo es ser enemigos de Dios? Cualquiera que decide ser amigo del mundo, se vuelve enemigo de Dios. Por algo dice la Escritura: «Dios ama celosamente el espíritu que ha puesto dentro de nosotros.» Pero Dios nos ayuda más con su bondad, pues la Escritura dice: «Dios se opone a los orgullosos, pero trata con bondad a los humildes.» Sométanse, pues, a Dios. Resistan al diablo, y éste huirá de ustedes.

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La amistad con el mundo

¿De dónde vienen las guerras y las peleas entre ustedes? ¿Acaso no vienen de sus pasiones, las cuales luchan dentro de ustedes mismos? Si ustedes desean algo, y no lo obtienen, entonces matan. Si arden de envidia y no consiguen lo que desean, entonces discuten y luchan. Pero no obtienen lo que desean, porque no piden; y cuando piden algo, no lo reciben porque lo piden con malas intenciones, para gastarlo en sus propios placeres. ¡Ay, gente adúltera! ¿No saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Todo aquel que quiera ser amigo del mundo, se declara enemigo de Dios. No crean que la Escritura dice en vano: «Ardientemente nos desea el Espíritu que él ha hecho habitar en nosotros.» Pero la gracia que él nos da es mayor. Por eso dice: «Dios se opone a los soberbios, y da gracia a los humildes.»(A) Por lo tanto, sométanse a Dios; opongan resistencia al diablo, y él huirá de ustedes.

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